El coronavirus está cambiando el trabajo de oficina en Asia: muchos trabajan desde casa, otros se someten a controles de temperatura o temen perder sus empleos
- La propagación del coronavirus de Wuhan ha causado la muerte de más de 1.000 personas desde diciembre.
- Muchas empresas han pedido a sus empleados que trabajen desde casa durante las últimas 2 semanas para protegerse de su propagación, y esta desvinculación de los lugares de trabajo ha provocado la escasez de suministros.
- Las oficinas en China que se adaptaron al coronavirus instalaron pantallas de temperatura en las entradas de los edificios provocando largas filas y mucha ansiedad.
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Los trabajadores chinos han vuelto a sus oficinas llenas de desinfectantes para manos y lectores de temperatura tras 2 semanas del brote inicial de coronavirus en el este y sudeste de Asia.
El virus empezó a propagarse al exterior de Wuhan en diciembre, y la ciudad estableció una cuarentena el 22 de enero tras el aumento del número de muertes locales. Hasta el 12 de febrero, más de 1.100 personas en China han muerto por culpa del coronavirus, y este se ha propagado actualmente a más de 25 países.
El país puso en cuarentena a 13 ciudades en total. Por su parte, los residentes de las ciudades más grandes como Beijing y Shanghai se quedaron en casa durante semanas convirtiendo las zonas urbanas en "pueblos fantasmas" —como puedes ver en estas imágenes.
Por ende, los empresarios de China y de toda Asia se han visto obligados a adaptarse rápidamente a la situación de alarma. Algunos les pidieron a sus empleados que directamente trabajasen desde casa. Pero el abandono de los puestos de trabajo ha dado lugar también a la escasez de alimentos y suministros.
Mientras tanto, los empleados que se quedaron fuera de China o en otras ciudades del país temen perder sus empleos. Y, para los que regresaron, las oficinas establecieron protocolos para examinarles y detectar posibles casos de coronavirus.
Trabajar en masa desde casa ha provocado la escasez de alimentos y suministros
Desde finales de enero, muchas oficinas han cerrado y han obligado a los trabajadores de Asia Oriental y Sudoriental a quedarse en casa. Esto ha provocado la escasez de alimentos y suministros puesto que muchos empleados no han vuelto a sus puestos de trabajo y las tiendas siguen cerradas, según cuenta Joanne Chan, directora de negocios de web de marketing para viajes en LinkedIn.
Y es que, tras el Año Nuevo Chino, China empezó cerrando las tiendas de Wuhan pero extendió el cierre a otras ciudades del país. Según The Economic Times, el país ha llegado a reconocer que en ciudades como Shangai y Pekin hay seria escasez de "productos de necesidades básicas".
Las oficinas instalan lectores de temperatura y protegen los botones del ascensor con plástico
Para los que sí que han vuelto a sus puestos de trabajo en las oficinas, las empresas empezaron a tomar la temperatura de todos los que entraban al edificio para detectar posibles casos de contagio según los síntomas del coronavirus —fiebre, tos y dificultad para respirar.
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Los trabajadores de Huawei, por ejemplo, han tenido que tomarse la temperatura y compartir su ubicación desde la última semana de enero, según la CNN. Además, la empresa se encargó de distribuir mascarillas y desinfectantes de manos por toda su sede de Shenzhen, China.
Los trabajadores que se han quedado fuera de China temen perder sus empleos
Algunos de los empleados que trabajan en China pero no tienen pasaporte chino, se encuentran con la barrera de entrada y temen perder sus puestos de trabajo. Las restricciones para volar dentro y fuera de China empezaron cerca del Año Nuevo Chino, una de las fechas de viaje más concurridas del país.
Por ejemplo, los titulares de pasaportes filipinos que trabajan en Hong Kong se han quedado atrapados en Filipinas, sin poder regresar con sus familias. El país tuvo una de las 2 únicas muertes conocidas por coronavirus fuera de China.
Joms Ortega, un profesor de guardería en Hong Kong, creó un grupo de Facebook para los que se quedaron varados que, hasta el momento, son 240 miembros. Según las declaraciones de Ortega a Business Insider, muchas trabajadoras domésticas se han quedado sin su sueldo desde que se impuso la prohibición el 27 de enero y corren el riesgo de perder también su trabajo. Otros tuvieron que comprar ordenadores y equipos varios para poder trabajar fuera de sus hogares, cuenta Ortega.
"En Hong Kong, el trabajo es el trabajo; si no puedes estar allí para trabajar, te reemplazarán", dice Ortega. "Estamos averiguando cómo pagar nuestros escandalosos alquileres sin los ingresos de este mes, sobre todo porque la mayoría de los trabajadores viven con sólo un sueldo cada mes".
Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime.
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