Voy a seguir viajando incluso si el coronavirus se extiende por todo el mundo: así pretendo evitar todo contacto humano en los aeropuertos usando la tecnología
La propagación del coronavirus ha dado lugar a una reducción de los viajes, pero para algunos, volar sigue siendo una necesidad y la mayoría de los vuelos siguen funcionando con normalidad.
La tecnología ha hecho más fácil evitar el contacto humano en los aeropuertos, lo que está demostrando ser vital a medida que COVID-19 se propaga por todo el mundo.
Las tarjetas de embarque móviles y las aplicaciones de pago reducen en gran medida el contacto y el roce innecesarios.
A pesar de la continua propagación de COVID-19 y de los casos de coronavirus reportados, planeo seguir volando y no sufrir pérdidas financieras por la cancelación de mis viajes programados.
Aunque no me preocupa contraer el virus mientras estoy en el extranjero más que en casa, especialmente porque el creciente número de casos reportados en mi estado natal de Nueva York ha llevado al gobernador Cuomo a declarar el estado de emergencia, tomaré precauciones y confiaré más en las tecnologías de viaje que antes.
La tecnología ha reducido en gran medida la necesidad de interacción humana cuando se trata de viajes en avión. Internet y las aplicaciones móviles, en particular, han eliminado la necesidad de la mayoría de los contactos entre humanos cuando se viaja en avión.
La primera ola tecnológica llegó con los quioscos de facturación en línea y de autoservicio donde los pasajeros podían cambiar de asiento e imprimir pases de abordaje sin hablar con otra persona. La siguiente evolución llegó poco después con las aerolíneas que desarrollaron aplicaciones móviles que daban más poder a los pasajeros permitiéndoles hacer cambios sin tener acceso a un ordenador o sin tener que llamar a la aerolínea.
Si bien el continuo mejoramiento de esa tecnología ha permitido que la experiencia de viajar sea más fluida para la mayoría, también tiene el beneficio potencial de proteger a los viajeros de la propagación de gérmenes que pueden provocar enfermedades como el coronavirus.
Aunque la demanda de viajes aéreos ha disminuido en gran medida en las últimas semanas debido a la propagación del virus COVID-19, los vuelos siguen en marcha y viajar sigue siendo una necesidad para muchos. Las aerolíneas han estado haciendo su parte en la limpieza de los aviones y las instalaciones, pero el factor humano sigue siendo algo incontrolable.
He aquí cómo planeo usar la tecnología para dominar el arte del aislamiento cuando se trata de volar en la era del coronavirus.
Evito el mostrador de registro facturando los vuelos por Internet
La facturación en línea y la expansión de las aplicaciones de las aerolíneas móviles han hecho en gran medida que el proceso de facturación en los aeropuertos sea obsoleto, ya que los pasajeros pueden seleccionar los asientos e imprimir las tarjetas de embarque desde sus casas. Utilizando cualquiera de estos métodos, la necesidad de interactuar con un agente de facturación o utilizar un quiosco de facturación con pantallas que han sido tocadas por innumerables viajeros se reduce.
En la mayoría de los casos, no hay nada que se pueda hacer en un quiosco de facturación que no se pueda hacer en una aplicación móvil, incluido el cambio de vuelos y la compra de equipaje para facturar.
Siempre hago la facturación en línea 24 horas antes de un vuelo para asegurarme de que se introduzca toda la información necesaria y de que pueda obtener una selección de asientos para no tener que visitar a un agente en el aeropuerto. No obstante, preveo viajar con un bolso de mano para evitar facturar el equipaje.
En algunos casos será necesario visitar un mostrador de facturación, por ejemplo, para obtener una tarjeta de identificación de equipaje si se está facturando el equipaje. Si se requiere una visita a cualquiera de estos sitios, se pueden tomar precauciones como limpiar la pantalla del mostrador con una toallita desinfectante, usar guantes, aplicar un desinfectante de manos antes y después de la experiencia o lavarse las manos una vez que se haya completado el proceso de facturación.
Utilizo mi teléfono para mi tarjeta de embarque
Las tarjetas de embarque móviles han dejado obsoletas en gran medida las tarjetas de embarque de papel y estas últimas ya no se requieren en la mayoría de los vuelos, aunque se aplican algunas excepciones en los vuelos internacionales. Para la mayoría de las reservas de vuelos, las tarjetas de embarque de móvil se emiten directamente después del proceso de facturación en línea y pueden guardarse en la cartera virtual de un teléfono.
Ahora, las tarjetas de embarque de los móviles están haciendo que el viajero esté más seguro al reducir aún más el contacto con una máquina o una persona durante el vuelo. Cuando se viaja sólo con equipaje de mano, se elimina por completo el proceso de facturación en el aeropuerto y los pasajeros pueden dirigirse directamente al puesto de control de seguridad en la mayoría de los casos.
Guardo mis enseres en mi bolso en el control de seguridad para usar el menor número posible de cajones
Cuando se pasa por seguridad, una forma fácil de evitar los cajones de uso compartido es almacenar los artículos en el equipaje de mano, bolsos u otras bolsas, y enviarlos a través de la máquina de rayos X. Colocar tus artículos personales en múltiples contenedores, que también son utilizados por otros viajeros, significa una mayor exposición a posibles gérmenes.
Guardar en una bolsa pertenencias sueltas, como un teléfono o una cartera, no sólo es una forma ideal de evitar los gérmenes, sino también de pasar el menor tiempo posible en la zona de control de seguridad. A veces, pongo objetos sueltos en los bolsillos de mi abrigo o cazadora, y los envío a través de la radiografía. También me aseguro de que todo lo que sea remotamente metálico sea removido para evitar un posible cacheo.
Nunca dejaré de controlar mi teléfono
El hecho de tener una tarjeta de embarque móvil también da a los pasajeros un mayor control tanto en el puesto de control de seguridad como en la puerta de embarque.
En el puesto de control de seguridad, un agente de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) siempre tendrá que inspeccionar una tarjeta de embarque de papel, a menudo marcándola con un bolígrafo. Una tarjeta de embarque móvil sólo necesita ser escaneada, lo que los viajeros pueden hacer ellos mismos con sólo sostener el teléfono sobre el escáner, sin necesidad de que el examinador sostenga físicamente el dispositivo.
Siempre mantengo el control de mi teléfono y lo escaneo yo mismo. A veces el escáner está orientado hacia el pasajero y, aunque en algunas ocasiones he tenido que pasar por encima del mostrador, los inspectores de la TSA son conscientes de que algunos pasajeros tienen esa preferencia.
Al embarcar, el procedimiento para la mayoría es dar la tarjeta de embarque impresa al agente de la puerta para que la escanee. Pero con una tarjeta de embarque móvil, el agente probablemente te indicará que coloques tu teléfono sobre o debajo del escáner tú mismo. A menos que haya un problema con el escaneo de la tarjeta de embarque, nunca he tenido que ceder el control de mi teléfono al agente de embarque.
Si un vuelo requiere el uso de una tarjeta de embarque de papel, seguiré insistiendo en escanearla yo mismo para evitar una interacción física innecesaria.
Utilizo las billeteras virtuales de los teléfonos o la banca móvil para realizar compras en la terminal
De manera similar a la utilización de una tarjeta de embarque móvil para abordar un vuelo, los viajeros pueden utilizar sus teléfonos para hacer compras en los restaurantes de los aeropuertos, las tiendas libres de impuestos o los puestos de periódicos para evitar el contacto con un cajero si pagan en efectivo o con una terminal de tarjetas de crédito/débito si pagan con tarjeta.
La mayoría de los teléfonos inteligentes tienen ahora billeteras virtuales que permiten a los usuarios añadir sus tarjetas de crédito y pagar a través de su dispositivo móvil. Para los iPhone, el programa se llama Apple Pay y para los Androides, Google tiene un sistema llamado Google Pay.
Ambos funcionan de la misma manera, ya que pueden enviar la información de la tarjeta de crédito o débito directamente a la terminal sin que el usuario tenga que tocar nada más que su teléfono. La mayoría de los minoristas aceptan Apple Pay y Google Pay, reduciendo aún más el contacto potencial con los gérmenes.
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