Una enfermera de uno de los hospitales madrileños más afectados por el coronavirus explica que ir a trabajar es como ir a la guerra: "Tengo miedo de contagiar a mi bebé de 6 meses"

• Business Insider España quiere presentarte a las personas que, con su esfuerzo, están haciendo posible que los enfermos reciban atención y que, quienes tienen que quedarse en casa para frenar la expansión del brote de coronavirus, tengan cubiertas sus necesidades básicas.

• Médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos, camioneros, cajeros de supermercados, reponedores, quiosqueros, conductores de autobús... La lista es larga y su labor merece un reconocimiento de toda la sociedad.

• Acudiendo a su trabajando y desempeñando sus funciones con normalidad permiten que nuestro sistema funcione en este escenario inédito en España. A cambio, sólo piden una cosa: que te quedes en casa, que salgas a la calle únicamente lo imprescindible. Es la manera de conseguir frenar el COVID-19. 

• Si eres uno de ellos, nos encantará ponerte voz y contar tu historia. Si conoces a alguien en esta situación, compártelo. No dejemos pasar ni un día más para reconocer a todos los que están ayudando a los demás en esta histórica emergencia sanitaria. 

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"Ir a trabajar es como ir a la guerra".

La frase resume el inhóspito panorama dentro de uno de los hospitales situados dentro de la zona cero de la epidemia del coronavirus en España. Y refleja el enorme esfuerzo que están realizando miles de personas anónimas para que los enfermos reciban la mejor atención posible, algo que este sábado se agradeció desde los balcones de todas las ciudades de España con un sentido aplauso masivo.

"Cada día que voy a trabajar lo hago con miedo, tensión y dolor de ver esta situación", explica Coral Merino, enfermera en urgencias del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, uno de los centros médicos con más contagiados de la Comunidad de Madrid, debido entre otras cosas a la proximidad con Torrejón de Ardoz, uno de los primeros focos de contagio en nuestro país.

"Estos días están siendo muy duros para todos los profesionales, pero en especial para nosotros, que estamos siempre en contacto estrecho con los pacientes", explica la enfermera, cuyo gremio es responsable entre otras labores de poner la vía y dar la medicación a diario a los ingresados o de realizar los electros para controlar su salud.

Su labor es fundamental en esa primera línea contra la pandemia y, sin embargo, en muchas ocasiones tienen que trabajar sin los equipos de protección individual (Epis), que escasean desde hace días. "No hay mascarillas suficientes para usar una distinta cada vez que entramos a ver a un paciente aislado, no hay batas en condiciones y tenemos que ponernos por encima una porosa y por encima un mandil de plástico", explica. 

"Estamos reutilizando las gafas que han usado otros compañeros, lavándolas y desinfectándolas nosotros mismos", destaca la enfermera, que lleva trabajando desde 2011 y ha pasado tanto por el sector público como por el privado, incluyendo centros de día para mayores, piscinas, residencias de ancianos o botiquines de empresas, a veces teniendo que doblar su jornada en dos o tres trabajos para poder llegar a un sueldo de entre 900 y 1.000 euros. Ahora se encuentra en una situación inédita, no sólo para el hospital sino para todo el país.

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"Estos días ir a trabajar es como ir a la guerra. Afortunadamente está situación está empezando a cambiar, pero ya tenemos muchos, muchísimos, compañeros infectados y de baja", sentencia.

Merino reconoce que tiene miedo no por contagiarse, sino "miedo de contagiar a mi bebé de 6 meses, a mi marido o a mis padres. Llevo desde que empezó todo sin poder besarlos, sobre todo cuando llego del trabajo; lo primero que hago es ducharme y frotarme la piel hasta casi hacerme heridas. Tengo miedo de toser más de la cuenta, de que me dé fiebre y tener que estar aislada de mi familia, de no poder achuchar y besar a mi bebé en, como mínimo, 15 días", explica.

Su testimonio subraya la importancia de quedarse en casa para intentar frenar los contagios, aplanar la curva de la epidemia y desbloquear la situación en urgencias. "Veo alrededor poca conciencia y me da mucha rabia, creo que no son conscientes muy bien de cómo se propaga de rápido este virus y del daño que están causando por no quedarse en sus casas. Ya no sólo porque se pueden contagiar, sino que pueden tener un accidente o cualquier otra situación en la que tengan que ir al hospital y así se acabará colapsando", explica la enfermera, que sostiene que el hospital "debe quedar solo para los casos de coronavirus".

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En los últimos días parece que, poco a poco, los mensajes de concienciación comienzan a surtir efecto entre la población ya que, según Merino, se está notando que la gente ahora acude a urgencias cuando de verdad tiene que ir. Sin embargo, el protocolo para evitar más contagios ha llevado a prohibir que haya acompañantes con los ingresados. "Muchos mueren solos sin sus familias y eso, aunque no quieras, te lo llevas a casa y lloras, lloras mucho", reconoce.

Este testimonio es parte de una serie especial de Business Insider España que trata de poner cara a las personas que, con su esfuerzo, están haciendo posible que los enfermos reciban atención o cubriendo las necesidades básicas de la población con su trabajo. Son médicos, enfermeros, auxiliares y administrativos pero también camioneros, cajeros de supermercados, reponedores o conductores de autobús. A cambio de su trabajo solo piden una cosa: que te quedes en casa y salgas a la calle solo lo imprescindible para frenar los contagios.

Si eres uno de ellos, nos encantará ponerte voz y contar tu historia. Puedes ponerte en contacto con nosotros a través del correo electrónico o mediante mensajes privados en nuestras redes sociales vía Twitter, Facebook, o Instagram. Si conoces a alguien en esta situación, compártelo. No dejemos pasar ni un día más para reconocer a todos los que están ayudando a los demás en esta histórica emergencia sanitaria.

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