El coronavirus hunde un 25% la recaudación de impuestos de las comunidades autónomas

El impacto económico del coronavirus se está dejando notar en las arcas del Estado, y no solo por el gasto en medidas de estímulo ante la pandemia, sino por las pérdidas en la recaudación de impuestos que, aunque ya venían experimentando una alarmante tendencia a la baja mucho antes del estallido del virus, están tendiendo a agravarse aún más en los últimos meses. 

Así, la Agencia Tributaria ya advertía en su informe fiscal correspondiente a junio de que el impacto negativo de las medidas para frenar la pandemia alcanzaba los 3.355 millones de euros, de los que 2.526 millones correspondían a aplazamientos en el pago de impuestos durante el coronavirus, en respuesta a la falta de ingresos de las empresas debido al parón de la actividad en abril y a la lenta recuperación durante los meses siguientes.

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Ahora, los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda desvelan esa caída en la recaudación, que alcanzaba una media del 11% a finales del segundo trimestre, ha caído hasta un 12% de media en impuestos estatales, como el IRPF, el de sociedades o el IVA, mientras que se ha desplomado más del doble de ese porcentaje en los impuestos bajo jurisdicción de las comunidades autónomas, segúnEl País.

La recaudación de impuestos autonómicos, entre los que se incluye el impuesto de patrimonio, el de sucesiones y donaciones, el de matriculación o los de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, ha retrocedido un 25% hasta el mes de julio debido al impacto del coronavirus y a las medidas de estímulo aplicadas por los gobiernos de las comunidades, que incluyen el aplazamiento de pagos de tributos.

En concreto, la recaudación del impuesto sobre sucesiones y donaciones se redujo un 27% interanual hasta julio, alcanzando los 1.200 millones de euros, mientras que los impuestos sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados se frenó un 26%, situándose en 3.900 millones, y las tasas sobre juego se desplomaron un 39%, en parte por el cierre de locales debido a las medidas de confinamiento.

Además, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados ha reducido también su recaudación al caer drásticamente el número de compraventas de vivienda, en tanto que las matriculaciones también se han hundido, en este caso un 38,5%, debido al frenazo en la venta de vehículos durante la pandemia.

El único impuesto dentro de las competencias autonómicas que sí ha aumentado su recaudación es el de patrimonio, que ha aumentado un 6,17% interanual hasta julio. No obstante, el incremento no es generalizado y se atribuye al aumento de un 169% que se ha experimentado en Navarra, mientras otras 7 comunidades han sufrido un fuerte descenso en su recaudación.

Además, la Comunidad de Madrid sigue sin generar ingresos a través del impuesto sobre el patrimonio, dado que es la única autonomía que lo ha bonificado al 100%, lo que supone una merma de 905 millones de euros a la recaudación fiscal, contravenir las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y generar críticas de dumping fiscal por parte del resto de comunidades autónomas, según El País.