España debería alcanzar la inmunidad de rebaño a final de verano según los planes del Gobierno, pero la posibilidad de lograrlo parece cada vez menos realista
REUTERS/Sergio Perez
- El Gobierno de España aseguró que, si todo iba según lo previsto, la inmunidad de rebaño se alcanzaría a finales de verano.
- Sin embargo, el ritmo de vacunación actual no permitiría alcanzar el 70% de vacunados que se necesita para llegar a esa inmunidad en la fecha en la que Salvador Illa señaló.
- Los expertos advierten de que es posible que el año termine sin la inmunidad de rebaño y apuntan ya a 2022.
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Salvador Illa, todavía ministro de Sanidad, ha repetido en varias ocasiones que estamos en el "principio del fin" de la pandemia y que al final del verano probablemente estará vacunada en España el 70% de la población, lo que permitiría alcanzar la inmunidad de rebaño.
"Calculamos que recibiremos 140 millones de dosis", ha asegurado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que espera que toda la población esté vacunada contra el virus al terminar el año que viene y ha asegurado que donará las dosis que sobren a países necesitados.
La distribución de la vacuna corre a cargo del Gobierno y el acceso a la vacuna se basará en los centros de atención primaria.
Sin embargo, el ritmo de vacunación actual y las dosis que España irá recibiendo (incluso aunque se aprueben las vacunas reservadas que faltan) señalan que no se conseguirá el objetivo en esa fecha.
A día de hoy, solo el 1,24% de la población española ha recibido la primera dosis de la vacuna, según los datos de Our World in Data. Aunque parece una cifra muy baja, España está entre los 10 países con mayor población inmunizada y es el cuarto en Europa.
España está vacunando con las dosis de Pfizer y BioNTech y acaba de recibir la primera remesa de las dosis reservadas a Moderna. Además, está previsto que la Unión Europea tome una decisión sobre la autorización de la vacuna de AstraZeneca a finales de este mes.
La inmunidad de rebaño en España supondría vacunar a 33 millones de personas, para los que se requerirán 66 millones de dosis, ya que todas las compañías (excepto Johnson & Johnson, cuya vacuna aún se encuentra en la última fase de ensayo) requieren doble dosis para la protección completa.
Además, ahora mismo se está vacunando a un ritmo de 25.000 diarias, lo que La Voz de Galicia ha estimado que supone que tardaríamos 7 años y 2 meses en vacunar al 70% de la población. Aunque la realidad es que habrá más dosis disponibles a medida que se aprueben más vacunas y se podrá aumentar el ritmo diario, será difícil alcanzar el objetivo fijado por el Gobierno.
"Sería más realista hablar de inmunidad de rebaño hacia 2022, porque además puede haber incidencias", señala la inmunóloga Carmen Álvarez-Domínguez a El Independiente.
El CEO de Moderna adelanta que no habrá datos sobre la eficacia de la vacuna en niños hasta 2022
La capacidad para poner vacunas no parece que vaya a ser el problema, sobre todo una vez las comunidades autónomas que van más retrasadas se adapten al ritmo. Al fin y al cabo, ahora mismo existen 13.000 puntos de vacunación en el territorio español, y tomando como ejemplo la vacuna de la gripe esto permite vacunar a más de 14 millones de personas en unas 8 semanas.
Lo que será determinante es si España cuenta con el suficiente número de dosis para administrar antes de final de verano, algo que los expertos no creen que vaya a ocurrir.
Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de la Inmunología (SEI), ha explicado a Vozpopuli que será "prácticamente imposible llegar a ese porcentaje de inmunidad hasta las próximas Navidades".
El presidente ha asegurado que el ritmo de vacunación "está siendo lento, pero aunque se mejore siempre habrá contingencias que entorpecerán el proceso" y ha explicado que han "un fallo en la producción nada más empezar".
El repunte de casos también amenaza la vacunación
Por otro lado, la situación de Reino Unido también supone una advertencia para el resto de Europa sobre cómo el repunte de casos puede amenazar el ritmo de vacunación por una extrema saturación del sistema de salud.
La nueva variante detectada en el país anglosajón no ha demostrado ser más peligrosa ni parece que vaya a ser una amenaza para la eficacia de las vacunas, pero sí que se propaga con más rapidez y es más contagiosa, lo que está multiplicando el número de casos.
Los datos sobre la cepa de Reino Unido sugieren que se transmite en torno a un 50% más que el virus original. Recientemente, Reino Unido ha superado las 1.000 muertes diarias por primera vez desde abril.
"Es una variante que cambia completamente el juego para este comienzo de año", ha señalado en la radio RMC Arnaud Fontanet, un epidemiólogo que forma parte del consejo científico que asesora al Gobierno francés sobre el COVID-19. "Es casi una nueva epidemia dentro de la epidemia".
Más de 2,2 millones de personas en el Reino Unido han recibido la primera inyección de una vacuna. Eso es más de 4 dosis por cada 100 personas, un ritmo muy superior al del resto de países de la Unión Europea.
Reino Unido se ha comprometido a vacunar a 15 millones de personas para mediados de febrero para proteger a sus residentes más vulnerables de la nueva variante.
Sin embargo, la presión sobre el sistema de salud y el aumento de casos diarios amenaza el éxito de esa estrategia, explica Bloomberg.
El resto de Europa se enfrenta también a la tercera ola, mientras mantiene un ritmo de vacunación menor que el de Reino Unido.
En Alemania, el número de fallecidos diarios ha alcanzado su récord desde que comenzó la pandemia y el Gobierno mantiene el cierre de colegios y ha aplicado nuevas limitaciones a la movilidad. Portugal también ha batido su propio récord de contagios e Irlanda, que mantenía un confinamiento parcial, ha decretado el cierre de los colegios ante el repunte de casos.
En España, el aumento de los casos de coronavirus en la Comunidad de Madrid llevó al Ejecutivo Regional a aumentar las restricciones de movilidad el viernes 8 de enero a otras 23 zonas básicas de salud y otros 9 municipios y expertos.
El endurecimiento de las medidas, que se suma a las llevadas a cabo en otras comunidades como Cataluña, Andalucía o Asturias, revela la gravedad del repunte de los casos.
Desde el 31 de diciembre, el número de pacientes en UCI ha aumentado un 24% en nuestros hospitales y cada vez más expertos señalan la necesidad de volver a un confinamiento domiciliario, aunque el Gobierno ha asegurado que rechaza esa posibilidad.
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