¿Correr es malo o bueno para las rodillas? Así es como afecta el 'running' a estas articulaciones

Correr

Fitsum Admasu/Unsplash

¿Correr es bueno o malo para las rodillas?, se preguntan muchos runners, deportistas domingueros, atletas experimentados y recién iniciados en el arte de correr.

Se sabe que correr beneficia al sistema cardiorrespiratorio y a la resistencia pulmonar, fortalece los huesos, aumenta y regenera la musculatura, controla el peso, mejora el sueño, quema grasas y calorías o mejora tu estado de ánimo. ¿Qué hay, pues, de las articulaciones?

En líneas generales, no deberías preocuparte sino todo lo contrario: la evidencia científica disponible apunta a que corriendo tus rodillas se ven beneficiadas, ya que se trata de una actividad física que previene especialmente la osteoartritis, o el desgaste irreversible del cartílago de la rodilla, segúnLivescience. 

Cuánto músculo puedes ganar tras un mes de entrenamiento y cómo optimizar esta ganancia

La principal preocupación sobre si correr daña las rodillas es la presión o carga que el movimiento genera sobre estas articulaciones, aunque hay evidencias, como este pequeño estudio, de que el esfuerzo de fuerza para correr y caminar podría ser el mismo en distancias similares.

Cuando corres, pones hasta 3 veces el peso de tu cuerpo en cada pierna, fortaleciendo los grupos musculares más grandes de piernas, torso y cadera, que se adaptan para compensar el aumento de fuerza.

Los corredores tienen menos papeletas de desarrollar osteoartritis 

La ciencia confirma que los corredores tienen menos probabilidades de contraer artritis que aquellas personas que no corren. Por ejemplo, un informe de 2018 publicado en el Journal of Bone and Joint Surgery apunta a que la tasa de artritis de los maratonianos activos estaba muy por debajo de la general de Estados Unidos.

Una investigación del mismo año que vio la luz en Clinical Rheumatology determinó que los pacientes con osteoartritis experimentaban menos dolor si corrían regularmente. 

Entre las posibles causas del fenómeno, los corredores suelen tener un Índice de Masa Corporal (IMC) más bajo. Además, correr acondiciona el cartílago de la rodilla para resistir mejor al estrés mecánico, según recoge un trabajo de Exercise and Sport Sciences Reviews, Otro pequeño informe apunta a que correr reduce la inflamación y otros marcadores de artritis. 

¿Quiénes deben tener cuidado? 

Si ya padeces osteoartritis o padeces algún problema crónico de rodilla, tampoco deberías preocuparte, sino tener más cuidado, pero no por ello dejar de practicar deporte en ningún caso. 

De hecho, un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine y que siguió a personas mayores de 50 años con osteoartritis durante 8 años, descubrió que este problema de huesos no había avanzado y que los corredores con artritis previa padecían menos dolor.

Los especialistas recomiendan que escuches a tu cuerpo ante la aparición de síntomas dolorosos, entrenes de forma progresiva y fortalezcas otras partes de cuerpo que generan inestabilidad o debilidad, como las caderas. 

Además de seguir el entrenamiento de fuerza y tomar las precauciones adecuadas, no olvides seguir una buena alimentación y usar el calzado correcto. Lo habitual es subir una talla respecto al que utilizas normalmente y buscar que se adapte a tu pie y al tipo de terreno por el que sueles correr. 

Aunque tus rodillas estén a salvo por encima de quienes no corren, otras lesiones comunes de rodilla salpican a los corredores: las más comunes son la fascitis plantar, la tendinitis del talón de Aquiles, el síndrome femoropatelar o condromalacia rotuliana, y el síndrome del corredor. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.