11 cosas que estás ignorando del coronavirus y que podrían ponerte en riesgo

Una mujer pasea un perro por la calle con la mascarilla puesta.

REUTERS/David Swanson

Primero en Upday Cintillo

La séptima (u octava, según a qué experto se consulte) ola del coronavirus ha terminado, con unas cifras de incidencia acumulada (IA) bajas y muy lejos del pico al que se llegó en julio.

Los datos epidemiológicos llegaron a ser "alarmantes", según describió Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el 1 de julio. 

Entonces la IA era de 996, había un 8,37% de ocupación total de camas de hospitales por COVID-19 y un 5,06% en UCI, además de 207 fallecidos en la última semana. Once días más tarde se llegaba al máximo: una incidencia de 1.255.

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Por el contrario, este martes 30 de agosto la incidencia ha sido de 153, la más baja en lo que va de año. El total de ocupación hospitalaria por COVID-19 ha sido de 2,93%, con un 2,70% en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). Y la cifra de fallecimientos en los últimos 7 días ha bajado a 97.

Además, la gravedad de la enfermedad ha parecido mucho menor que en las primeras olas, y las altas cifras de vacunación en España han contribuido a ello.

De esta forma, la situación es mucho mejor que hace unas semanas, y aún con más diferencia respecto al inicio de la pandemia. Esta, sin embargo, no ha terminado, por lo que aún se siguen investigando y administrando vacunas y otros productos, manteniendo algunas medidas sanitarias y recordando recomendaciones de precaución por parte de las autoridades.

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Aun así, ya sea por parte del Gobierno, las autoridades sanitarias o la población, todavía se pasan por alto algunos puntos importantes sobre el coronavirus. Estos son esos aspectos del COVID-19 que se siguen ignorando (o realizando de forma incorrecta o incompleta) y que podrían ponerte en riesgo a ti, a otras personas o a la sociedad:

El uso de la mascarilla (no ponérsela o hacerlo mal)

Personas en un autobús, con y sin mascarilla por covid-19

Eduardo Munoz/Reuters

El uso de la mascarilla en interiores no es obligatorio desde abril (en exteriores ya no lo era antes) con carácter general, pero hay algunas excepciones que se deben tener en cuenta.

Se tiene que seguir utilizando en los hospitales y otros centros sanitarios, en los medios de transporte y en las residencias, mientras que en el lugar de trabajo depende de la empresa.

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Aun así, son frecuentes las imágenes de personas sin mascarilla no solo en los andenes y las estaciones (recomendado por Sanidad), sino también en los vagones del metro (obligatorio). Incluso, algunas salen a la calle sin cubrebocas a pesar de estar infectadas con coronavirus (de forma consciente o no), por lo que pueden contagiar a la gente.

"Quizá teníamos la esperanza de que se hubiera introducido en la cultura sanitaria el hecho de que, cuando alguien tiene una sintomatología respiratoria, utilizase la mascarilla de una forma muy activa o nos quedásemos en casa para evitar el contagio".

"Pero vemos que no, que la relajación es completa" y que "no ha calado" el "criterio de solidaridad" en la mayoría de la gente, lamenta Armenteros, en una entrevista a Business Insider España.

Otras personas, por ejemplo, no la llevan bien puesta (debe cubrir la boca y la nariz) o no usan las FFP2, consideradas las de mayor protección contra ómicron por varios expertos.

La 'base del iceberg': la situación de los menores de 60 años

Una representación artística del hundimiento del barco.
Una representación artística del hundimiento del barco.

La nueva estrategia de vigilancia del COVID-19 en España se centra en los casos más graves y los ámbitos más vulnerables, por lo que Sanidad solo publica —y ya no diariamente— los datos de casos de coronavirus en la población mayor de 60 años.

Esto, sin embargo, es solo una parte de lo que sucede, el 'pico del iceberg' epidemiológico visible bajo el cual se 'esconde' el resto de la realidad. 

"Epidemiológicamente, lo que vivimos es una ola fantasma, porque lo que está ocurriendo no se hace público. Entonces no hay un conocimiento global por parte de la población de las dimensiones que tiene esta ola", advertía Armenteros en julio.

Los efectos del COVID persistente

Pedro Sanchez-Vicente, paciente con COVID persistente, posa para una fotografía que visualiza los efectos de la niebla mental.
Pedro Sanchez-Vicente, paciente con COVID persistente, posa para una fotografía que visualiza los efectos de la niebla mental.

Susana Vera/Reuters

El ataque del coronavirus no solo llega con la primera infección —ni siquiera con las posibles reinfecciones, varias y en poco tiempo—, sino que puede provocar una especie de 'efecto retardado' o duradero.

Se trata del COVID persistente o de larga duración, que es capaz de dejar secuelas de diverso tipo hasta 2 años después de que la persona se infecte. La niebla mental, la demencia o la psicosis son algunos de sus efectos neurológicos..., incluso en casos de enfermedad leve por COVID-19.

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La nutrición

Dieta mediterránea

Getty Images

Seguramente pocas veces se asocia la protección frente al coronavirus con la nutrición, pero lo que se come (y lo que se deja de comer) podría tener su papel.

Según expertos médicos consultados por CNBC, la dieta mediterránea, un nivel adecuado de vitaminas y minerales y una buena hidratación pueden ayudar a tratar (que no curar) los síntomas del COVID persistente. 

Además, recomiendan alejarse de todo lo que cause inflamación, como los ultraprocesados, la carne roja o el azúcar.

La vacunación en los niños

Niña recién vacunada contra el COVID-19

Kai Pfaffenbach/Reuters

En España, en torno al 93% de la población mayor de 12 años cuenta con la pauta completa y cerca del 55% tiene la dosis de refuerzo. Frente a estas cifras, los niños con menos de 12 años con pauta completa son menos de la mitad: 45,5%.

"Los datos en general son positivos", especialmente por la cobertura en los mayores de 60 años, con mayor vulnerabilidad, explicaba Jaime Jesús Pérez, vocal de la Asociación Española de Vacunología, a mediados de julio, cuando las estadísticas eran muy similares.

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No obstante, admite que ha habido factores que han podido retrasar la vacunación en los niños y las niñas y que esta "no es igual de importante en la población mayor [de 60 años] que en la población menor de 12 años", pero realiza un aparte sobre este último grupo.

"Yo creo que todos hemos tenido la sensación... la población ha tenido la sensación de que en los niños el covid no era importante. Evidentemente, si lo comparamos con los adultos, el covid no es importante en niños, pero hay que compararlo con otras patologías que tienen", aclara en declaraciones a Business Insider España.

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"Cuando Estados Unidos da datos como de cómo se comporta el covid comparando con otras patologías infantiles, te das cuenta de que no es una patología tan banal, que puede tener consecuencias raras. Aunque afortunadísimamente no se comporta como en adultos y mucho menos como en adultos mayores", concede.

"Con lo cual hay una observación real, que es real, de que el covid en niños no tiene la importancia que puede tener en adultos, especialmente en mayores", pero esposible que se haya tenido "una falta de conciencia" de lo que puede suponer una infección por coronavirus en los más pequeños, concluye Jaime Jesús Pérez, también médico especialista en medicina preventiva. 

La importancia de otras vacunas

Isabel Sola, investigadora del CSIC.
Isabel Sola, investigadora del CSIC.

Pensar que con las 2 vacunas iniciales (una, en el caso de Janssen) ya es suficiente podría ser uno de los errores que algunas personas están cometiendo a la hora de protegerse —y proteger— contra el coronavirus, especialmente en determinados grupos de población.

¿Es realmente necesario administrar una segunda dosis de refuerzo contra el COVID-19 a la población general?

Son muchos los expertos que consideran clave seguir vacunando contra el COVID-19. El propio Jaime Jesús Pérez ve probable que haya que recibir una dosis anual, en línea con lo que ha manifestado también el consejero delegado de Moderna. Así como la importancia de las vacunas adaptadas a las nuevas variantes (que podrían aprobarse en septiembre), como hacen Pérez y Armenteros, entre otros.

Asimismo, y aunque no copen la actualidad informativa, se señala como esenciales a las vacunas esterilizantes, que sí son capaces de prevenir la infección por coronavirus.

Riesgo de colapso sanitario

Pacientes hospitalizados con COVID-19.

REUTERS/Tyrone Siu

Como se ha observado antes, la ocupación hospitalaria ha descendido hasta niveles bajos (menos del 3% tanto en UCI como en total) y sobre el papel los hospitales no han llegado a la saturación durante la última ola de coronavirus.

Sin embargo, desde dentro la situación se ha vivido de forma diferente. Así al menos parece extraerse de las palabras de Lorenzo Armenteros, portavoz de la SEMG.

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El experto describía en julio a profesionales atendiendo a 120 pacientes al día (en lugar de 25 o 30, que "sería lo adecuado") y trabajando de más ante las vacaciones reglamentarias de sus colegas y una situación "muy dramática" en la atención primaria: "Se ha perdido casi un 10% de los sanitarios que trabajaban" en esta área, advierte.

"Si nosotros nos limitásemos exclusivamente a trabajar en nuestro horario laboral, habría un colapso o habría que tomar unas medidas drásticas de anular vacaciones o cerrar centros de salud, porque no habría otra opción", enfatiza en la entrevista, realizada en julio.

 

"Esto tiene un límite. Llevamos 3 años en un estado de tensión tan importante del sistema de salud para mantenerlo en unas condiciones dignas que en cualquier momento puede quebrar. Y la quiebra va a ser muy grave, porque no hay una medida alternativa", alerta este médico de familia.

Para frontar ese problema, Sanidad ha aprobado un plan de acción de Atención Primaria y comunitaria, que se financiará con 230 millones de euros de fondos europeos. 

"Queremos seguir potenciando el papel de la profesión de enfermera en el empoderamiento dentro de atención primaria y volveremos a batir récords de la formación especializada MIR", ha asegurado la ministra Carolina Darias a ElDiario.es.

El uso de los antivirales

Paxlovid, medicamento contra COVID-19 de Pfizer

Jennifer Lorenzini/Reuters

Las vacunas, las mascarillas, la distancia, el lavado de manos... Estas son algunas de las medidas sanitarias que más se han ido mencionando durante meses para protegerse contra el coronavirus, pero no las únicas.

Los fármacos contra el COVID-19, o antivirales, también se encuentran ya desarrollados en varios casos y pueden ser otra arma con la que enfrentarse al virus.

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"Ahora mismo una cuarta dosis a personas que responden bien a la vacuna no tiene sentido. Y a quienes no responden bien, en vez de la cuarta dosis, habría que darles antirretrovirales", apuntaba a inicios del verano Margarita del Val, científica del CSIC.

"Igual que nos ponen un antibiótico cuando tenemos una faringitis y no estamos graves, también vamos a necesitar los antivirales. Si no aprendemos esto, estaremos más vulnerables a los coronavirus y otros virus respiratorios en el próximo otoño y el invierno", insistía más tarde en agosto.

La calidad del aire

Ventilación

Getty Images

Margarita del Val también ha pedido recientemente "aprender a controlar la calidad del aire". Las medidas sanitarias retiradas en marzo se tendrían que haber "sustituido" por esa mejor aplicación de los antivirales y por optimización en la calidad del aire, considera.

Hace tiempo que la divulgadora científica advierte sobre este asunto: en diciembre de 2020, cuando se llevaban ya 20 meses de pandemia por COVID-19, Del Val ya señalaba en una entrevista a Business Insider España que el peor error que se seguía cometiendo entonces era, "probablemente, ventilar poco".

"Si mejoramos para el futuro la calidad del aire, nos quitaremos muchas infecciones de encima", proponía, al tiempo que criticaba que aún no se había "reconocido del todo" su importancia.

Las cifras de muertes

Paciente de covid-19 en una camilla, en una hospital de EEUU

Shannon Stapleton/Reuters

Los datos de incidencia acumulada, ocupación hospitalaria y camas ocupadas en UCI son muy relevantes y bajos, pero obviamente son importantes también las cifras de fallecidos. 

Aunque estas no figuran en la imagen destacada en Twitter por Sanidad, sí se encuentran en las estadísticas de su web.

En este apartado, hay paladas de cal y de arena. Por un lado, se han registradomenores cifras de muertes por covid en los últimos días de agosto (5 el día 28, 5 el 27, 7 el 26..., frente a las 26, 29, 23 y 47 del 15 al 18 del mismo mes).

Por otro, la última ola ha dejado un promedio de 62 muertes diarias y "los casos de muerte por coronavirus se han multiplicado respecto a julio del año pasado", compara Del Val.

A eso se suma un exceso de mortalidad que ha sufrido España este verano, debido a una "tormenta perfecta" de factores entre los que se encuentra el COVID-19, informa ElDiario.es a través de expertos.

'El invierno se acerca'

Ned Stark

HBO

En lo relativo al COVID-19, conviene no ignorar tampoco que, en sentido literal (y metafórico), el otoño y el invierno se están acercando. ¿Por qué importa eso? Porque es una época que los expertos señalan como clave debido al comportamiento del virus y a las temperaturas.

El pasado invierno Margarita del Val ya recordaba que las probabilidades de infectarse en esta época con más cantidad de virus son más altas, sobre todo porque los contagios se dan donde más riesgo hay de contraer una infección: en interiores y sin mascarilla. 

"En invierno es más probable que la cantidad de virus que te infecte sea más alta. Y, cuanto más virus nos infecte, más difícil es combatirlo", defendía en declaraciones a Business Insider España.

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En los últimos días lo ha vuelto a advertir: hay que "prepararse para el otoño" y "no se está haciendo". No es la única que lo está haciendo: las agencias sanitarias de la UE (EMA y ECDC) prevén que haya una "próxima oleada esperada en las temporadas de otoño e invierno", y Jaime Jesús Pérez, vocal de la Asociación Española de Vacunología, se suma. 

La vacunación de otoño "es clave, porque es cuando esperas la ola de Navidad, noviembre-diciembre, que siempre han sido las olas más potentes", analiza.

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