El pago de las pensiones continúa siendo un quebradero de cabeza para el actual Gobierno, y la última propuesta para asegurar su estabilidad pasa por una subida de las cotizaciones a todos los trabajadores durante la próxima década.
Según ha informado El País, el Ministerio de Seguridad Social liderado por José Luis Escrivá maneja 2 instrumentos de corrección para aumentar las contribuciones a la hucha de las pensiones.
El primero pasa por una subida de la cotización de 0,5 puntos durante una década a partir de 2023, que en cualquier caso serían revisables.
Es decir, que si las aportaciones adicionales no fueran necesarias, el Gobierno plantearía devolverlas con una nueva bajada de las contribuciones, o mejorando prestaciones.
El segundo método de corrección, para paliar el efecto del pago de las pensiones, de acuerdo a El País, pasa por una revisión trienal que comenzaría en 2032 y analizaría si el gasto en prestaciones sobre el PIB se ha desviado de los índices marcados por un informe de la Comisión Europea.
La razón para apuntar a 2023 como año clave en esta batalla por el mantenimiento de las pensiones, explica el medio español, es que para entonces comenzarán las jubilaciones masivas de la generación baby boomer, una de las más pobladas por segmento de edad.
Cabe destacar que el pago de las pensiones se ha llevado el trozo del pastel más alto de la historia en unos presupuestos generales, al recibir 37,3 de cada 100 euros de los presupuestos para 2022.
Las arcas del Estado, además, tendrán que asumir una inversión extra de 4.900 millones de euros en las pensiones para 2022, debido al incremento de los precios.
España es el cuarto país europeo con las pensiones más generosas, pero tiene un problema estructural causado por el envejecimiento de la población.