Una empresa tecnológica ha desarrollado drones para entregar medicamentos de primera necesidad contra el COVID-19 a zonas rurales de Ghana y Ruanda en cuestión de minutos
- La compañía de tecnología Zipline ha diseñado drones autónomos que viajan cientos de kilómetros para entregar suministros médicos vitales a los centros de salud rurales en Ruanda y Ghana.
- Los médicos y las instalaciones de salud usan una aplicación para pedir "a domicilio" sangre, vacunas y EPP que se entregan en cuestión de minutos.
- La compañía comenzó a entregar test y muestras COVID-19 vitales a las instalaciones de prueba en Ghana justo en el momento en que los casos comenzaron a aumentar en el país.
- Zipline también se está preparando para entregar suministros por dron en Estados Unidos, pero necesita la aprobación del regulador de la aviación.
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La compañía de tecnología Zipline ha diseñado un equipo de drones para transportar sangre, vacunas y suministros médicos a los centros médicos rurales en Ruanda y Ghana, que los necesitan desesperadamente más en esta época.
Volando sobre un terreno que tomaría horas cruzar en coche o camión, los drones pueden entregar paquetes directamente a los médicos en minutos sin ninguna interacción humana directa en cuestión de minutos.
La escala y la demanda de atención médica está aumentando a nivel mundial a medida que aumentan los esfuerzos para frenar la propagación del coronavirus. Los gobiernos no se podían quedar atrás y hacen uso de la tecnología para estrechar el cerco entre los pacientes y los tratamientos para las poblaciones en áreas rurales con más difícil acceso.
"Era obvio para nosotros que la logística solo estaba sirviendo a un pequeño subconjunto de la población humana. Especialmente cuando se trata de logística de atención médica", señala el CEO de Zipline, Keller Rinaudo, a Business Insider Today.
Cuando las operaciones de vuelo de Zipline comenzaron en 2016, la compañía tenía contratos con 21 hospitales en Ruanda y solo entregaba suministros de sangre. Desde entonces se ha expandido a 160 productos médicos diferentes y está contratada para prestar servicios a cerca de 2.500 hospitales e instalaciones de salud en Ruanda y Ghana.
"Antes, en Ghana, era difícil obtener estas muestras que se toman desde las ciudades", precisa Kwame Kwarteng, operador de vuelo de Zipline. "Por aquel ntonces, si las muestras no eran suficientes, el Gobierno no iba a invertir el tiempo y el dinero para transportarlas hacia las poblaciones rurales".
Si bien la falta de pruebas generalizadas puede dificultar el rastreo de números exactos, los datos de la Universidad Johns Hopkins muestran una propagación del COVID-19 más lenta en África en comparación con el resto del mundo. El continente tiene una población de 1.200 millones, pero solo se han informado unos 63.000 casos y 2.300 muertes.
El 20 de abril, el gobierno de Ghana comenzó a flexibilizar las restricciones de bloqueo en sus dos ciudades más grandes, Kumasi y Accra, la capital. Desde que se dio este proceso, los casos de COVID-19 se han cuadruplicado a 4.700 y 22 muertes. Ruanda, por su parte, ha confirmado 284 casos con cero muertes hasta ahora.
Por ahora, Zipline ha podido cumplir con las demandas de su centro de salud para las pruebas necesarias y el equipo de protección personal.
Los equipos médicos pueden usar la aplicación Zipline para hacer pedidos y rastrear envíos, con el vuelo de cada dron siendo totalmente automatizado y monitorizado desde su centro de distribución. Los drones, además, tardan sólo entre 5 y 7 minutos en despegar desde que reciben un pedido, con tiempos de vuelo que van de los 15 a los 30 minutos para las poblaciones más alejadas.
"Hemos podido ver un aumento repentino en ciertos hospitales instantáneamente donde se producen brotes", indica Rinaudo. Por lo tanto, tener un sistema de logística responsable no solo significa que puede responder a un brote más rápido, sino que puedes detectar un brote más rápido".
El equipo de ingeniería de Zipline construyó un dron más parecido a un avión que vuela de manera completamente autónoma en cualquier condición climática. Con una sola carga de batería, el dispositivo puede hacer viajes de unos 300 kilómetros ida y vuelta.
"Operamos en un clima que es una locura cada día. Volamos a través del viento, la lluvia, las tormentas de polvo... para llegar a un paciente cuya vida depende de nosotros", comenta Rinaudo. Zipline tiene ubicaciones en California y Carolina del Norte que se preparan para realizar estas mismas entregas en Estados Unidos, siempre y cuando la compañía obtenga la aprobación de la Federación de Aviación estadounidense (FAA).
El mes pasado, la FAA otorgó más de 2.600 millones de dólares (unos 2.400 millones de euros) en subvenciones a universidades asociadas con la agencia, con fondos dedicados a investigar formas en que los drones pueden integrarse de manera segura en el espacio aéreo de Estados Unidos.
Pero el regulador está lidiando con lo que Rinaudo llama una "tecnología disruptiva". Al ser tan nueva, la redacción de leyes unificadas presenta ciertos propios obstáculos para incluir el negocio de los drones paqueteros. En cuanto a cómo lo ve Zipline, la empresa asegura que puede satisfacer rápidamente las necesidades de los Estados Unidos, solo necesita luz verde.
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