El plasma convaleciente de los recuperados reduce un 60% los casos graves de COVID-19, según un nuevo estudio

Las transfusiones de plasma sanguíneo de recuperados de COVID-19, podrían ser el próximo tratamiento aprobado contra COVID-19. 

Un nuevo estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, ha demostrado que la administración del plasma convaleciente, en etapas tempranas de la enfermedad, puede detener la evolución severa de COVID-19. 

A diferencia de los estudios no concluyentes sobre el tratamiento con plasma sanguíneo, la investigación dirigida por la Fundación Infant se centra en detener la progresión severa de la infección con el SARS-CoV-2, en personas mayores y grupos de riesgo. 

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El estudio analiza los efectos del plasma de recuperados en un total de 160 pacientes —pertenecientes a grupos de riesgo de contagio con COVID-19—. 

De ellos, 72 pacientes (45%) tenía entre 65 y 74 años y 88 voluntarios (55%) 75 años o más. Incluyendo a personas con hipertensión o diabetes, obesidad, insuficiencia renal crónica, enfermedad cardiovascular y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).

Los voluntarios fueron tratados de forma aleatoria, siguiendo la técnica de doble ciego, donde ni los sujetos ni los investigadores conocen quién tiene el tratamiento o el placebo.

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Entre el grupo tratado y los que recibieron un placebo, los hallazgos demostraron que la progresión de COVID-19 leve a grave se reducía un 48%.

"La administración de plasma convaleciente, con títulos altos de anticuerpos contra el SARS-CoV-2, a pacientes infectados dentro de las 72 horas posteriores al inicio de los síntomas, redujo el riesgo de progresión a enfermedad respiratoria grave en un 48%", concluyen los autores del estudio. 

Asimismo, de acuerdo con el comunicado de la Fundación Infant, las probabilidades de necesitar oxígeno durante la enfermedad disminuyeron un 60%. 

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A diferencia de los estudios no concluyentes sobre el tratamiento, la investigación se centra exclusivamente en personas mayores (grupo de riesgo), tras los 3 primeros días de síntomas, para detener la progresión grave de la enfermedad. 

Es decir, no incluye a adultos jóvenes ni a personas ya hospitalizadas con casos graves de COVID-19. 

"Las infusiones tempranas de plasma de convalecencia pueden proporcionar un puente hacia la recuperación de los pacientes en riesgo hasta que las vacunas estén ampliamente disponibles", sostienen los autores. 

De acuerdo con las declaraciones del principal epidemiólogo de EEUU al frente de la pandemia, Anthony Fauci, esto podría hacer del plasma de recuperados el próximo tratamiento aprobado para tratar a pacientes con COVID-19 en etapa temprana. 

"Lo que realmente necesitamos son medicamentos que, cuando se administran a tiempo, pueden evitar que una persona sintomática requiera hospitalización o disminuir muy drásticamente el tiempo que es sintomática", explicaba Fauci a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook.