El COVID-19 provoca daños en múltiples órganos en jóvenes, previamente sanos, con síntomas persistentes

Sanitario da la mano a un enfermo de COVID-19.

REUTERS/Yves Herman

  • El COVID-19 puede causar daños en múltiples órganos en personas jóvenes y previamente sanas. 
  • El 70% de los pacientes con síntomas prolongados de un estudio, presentan fallos en el corazón, pulmones, hígado y páncreas, hasta 4 meses después de la infección. 
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Un estudio con 201 casos de COVID-19 prolongado (con al menos un síntoma persistente de la enfermedad), ha evidenciado que las personas jóvenes y previamente sanas sufren fallos en múltiples órganos 4 meses después de la infección.

Estos pacientes recuperados, de los que sólo el 18% fueron hospitalizados por el coronavirus, manifiestan síntomas persistentes durante más de 6 meses

"La fatiga (98%), los dolores musculares (88%), la disnea (87%) y los dolores de cabeza (83%) fueron los síntomas más frecuentes", señalan los autores del presente estudio, quienes añaden que el 42% de los pacientes llegaba a tener más de 10 síntomas prolongados

Según sus hallazgos, a pesar de no tener antecedentes, a los 4 meses de la infección, estos desarrollaban fallos en múltiples órganos.

"En una población joven y de bajo riesgo con síntomas continuos, casi el 70% de los individuos tienen deterioro en uno o más órganos 4 meses después de los síntomas iniciales de la infección por SARS-CoV-2", señalan los autores del estudio que ha adelantado sus hallazgos en medRxiv.

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La investigación que se conoce como Coverscan, llevada a cabo en varias clínicas de Reino Unido, mapea cómo COVID-19 impacta la salud de los diferentes órganos.

A expensas de evaluar las condiciones de salud de alrededor de 500 individuos de bajo riesgo, los 201 primeros recuperados de COVID-19 presentaban obesidad en un 20%, hipertensión un 6%; diabetes, 2%; y enfermedades cardíacas un 4%.

Pero, 4 meses después, habían desarrollado un leve deterioro de los órganos en el corazón (32%), los pulmones (33%), los riñones (12%), el hígado (10%), el páncreas (17%) y el bazo (6%).

De estos, el 66% de los pacientes sufría fallos en un sólo órgano.

Mientras, el 25% que presentaba afecciones multiorgánicas, coincidía en algunas de las afecciones —como la dificultad para respirar— con las hospitalizaciones por COVID-19. 

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No obstante, Amitava Banerjee, cardióloga y profesora asociada de ciencia de datos clínicos en el University College de Londres (Reino Unido) apunta a The Guardian que el deterioro es leve.

Aunque señala la incidencia de afección a más de un órgano en el 25% de los afectados. Así como las implicaciones que tiene para el tratamiento de los casos de COVID-19 prolongado. 

"Hay implicaciones no sólo para la carga de COVID de larga duración, sino también para los enfoques de salud pública que han asumido un bajo riesgo en los jóvenes sin comorbilidades", advierten entre sus conclusiones. 

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