Por qué el creador de internet tal y como hoy lo conoces exige a Europa que el acceso a la red sea un derecho fundamental

Tim Berners-Lee, creador del World Wide Web.
Tim Berners-Lee, creador del World Wide Web.

Fabrice Coffrini/Pool vía REUTERS

  • Tim Berners-Lee participa en un evento del Parlamento Europeo en el que enumera las razones por las que los políticos y las instituciones deben convertir el acceso a internet en un derecho fundamental.
  • En el evento también participaron, entre otros, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; o la activista española del colectivo X.net, Simona Levi.
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"Imagina una crisis como la del coronavirus sin acceso a internet".

Esta es la propuesta que Tim Berners-Lee, el padre de la World Wide Web —www— y del internet tal y como hoy lo conoces, realizó este miércoles en un evento organizado por el Parlamento Europeo. Al acto, que pretendía dilucidar cómo y por qué internet debe considerarse un derecho fundamental para los seres humanos, también acudieron personalidades como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o la activista y experta en tecnología española, Simona Levi.

El evento fue moderado por David Sassoli, presidente de la Eurocámara. En una conexión realizada desde su casa, Berners-Lee recordó cómo fue la creación del protocolo que permite conectar la red de redes tal y como hoy la disfrutamos, y por qué es más necesario que nunca reducir las desigualdades que mantienen al margen de internet a cerca de la mitad de la población mundial.

Según el experto, durante la crisis del COVID-19 "los trabajadores han podido trabajar desde casa y mantener la economía a flote, los gobiernos han podido enviar información importante sobre salud pública y los estudiantes, con suerte, han podido seguir aprendiendo en línea y han podido mantenerse conectados a los sistemas educativos".

31 años de las WWW

"Para quienes han vivido esto, la red no ha sido un lujo. Ha sido un salvavidas".

En marzo de este año se iba a conmemorar el 31 aniversario de la invención de la red. Solo a muy pocos días de que los países europeos decretasen los confinamientos generalizados. En el caso de España, el Gobierno decretó el estado de alarma el 14 de marzo.

"Hace 31 años era un ingeniero de software trabajando en el CERN de Ginebra donde escribí en un documento lo que después sería la World Wide Web", rememoró Berners-Lee. "Mi jefe, Mike Sendall, me permitió trabajar en el proyecto desde las instalaciones. Diez años después encontró una copia de mi manuscrito con anotaciones en los márgenes". Una de esas anotaciones resumía la idea de Berners-Lee como "ambigua, pero emocionante".

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A día de hoy Tim Berners-Lee agradece a su colega que no escribiese "emocionante, pero ambiguo". Alterar el orden de una sola palabra en aquella escueta anotación podría haberlo cambiado todo. "Quizá sin ello, no estaríamos hoy aquí", reconoció.

"Desde entonces, cada vez he tenido más claro que la red no debe ser propiedad de un individuo, de una empresa o de un gobierno: debe pertenecer a todos. De hecho, la red fue una expresión de valores que hoy muchas personas en esta reunión compartimos con los ciudadanos europeos. Derechos fundamentales como la libertad de expresión, de asociación, la dignidad humana, la protección de los datos personales, la no discriminación o la igualdad de género", incidió.

"Todos estos valores, derechos humanos universales, son los que tejieron la red. La red se creó con tecnología, pero fue creada para toda la humanidad", resumió.

"Estoy muy de acuerdo cuando el presidente Sassoli —presidente del Parlamento Europeo— dice que nuestras discusiones sobre la era digital deben anclarse no solo en las dificultades técnicas, sino también sobre los valores como los derechos humanos o la justicia. Internet no es solo tecnología: es sabiduría. Es la oportunidad de empoderarse. Es esencial para la vida de hoy día", abundó.

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Por estas razones, Berners-Lee expuso qué está haciendo la World Wide Web Foundation, la fundación que él dirige, encaminada a reconocer el acceso a internet como un derecho humano universal.

Habló Contract for the Web, un acuerdo al que ya se han adscrito en todo el mundo más de 1.300 empresas y organizaciones civiles. "Como tecnólogo, me preocupan las implicaciones sociales que la tecnología tiene en la sociedad". "Hace unos minutos os pedí que imaginarais vivir la pandemia sin internet. Esa ha sido la realidad para casi la mitad de la población del mundo". Para ello, ya colabora incluso con una startup de origen asturiano.

La mitad del mundo sigue desconectado de internet

Antigua conexión a internet.

"3.500 millones de personas no tienen acceso aun a internet. Basándonos en las tendencias actuales, no será hasta después del año 2050 cuando consigamos que todos estén conectados. Son unas cifras muy lejanas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas", lamentó. 

Además, advirtió que fruto de esa desconexión se generan muchas otras brechas y desigualdades, como la de género. "Los hombres son hasta un 21% más propensos a estar más conectados que las mujeres, y esa ratio aumenta hasta el 52% en los países menos desarrollados". No es, en ningún caso, un problema que no atañe a Europa: en el Viejo Continente "el 43% de la población no tiene todavía las habilidades necesarias para buscar información en la red, enviar correos electrónicos, hacer videollamadas, pagar facturas en línea".

"En España, el 19% de la población no tiene un ordenador". Además de varios ejemplos, Berners-Lee recordó que desde que inventó la red de redes, "su importancia en la vida crece", así como "la privación de derechos de quienes no están conectados".

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Berners-Lee expuso que la crisis del COVID-19 y su incipiente e inevitable digitalización ha provocado que estas desigualdades se acentúe. Pero también detectó que la tecnología existe: lo que ahora hace falta es "el compromiso político y la inversión necesaria para la infraestructura y para entrenar las habilidades para usar internet".

Una inversión que una de las iniciativas de la World Wide Web Foundation estima en unos 430.000 millones de dólares. Lejos de ser una cifra disparatada, Berners-Lee ejemplificó que esa cantidad es la que los seres humanos gastan en comprar refrescos al año.

"La World Wide Web nació en Europa y la Unión Europea ha jugado un papel esencial promocionándola y asegurando que en ella se contemplan los derechos civiles. Para seguir jugando ese papel clave, urjo a los parlamentarios europeos a ser ambiciosos, inclusivos y colaboradores, poniendo la política tecnológica en la agenda de cara a las próximas décadas".

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También intervinieron en el evento la presidenta de la Comisión Europea y la activista digital Simona Levi.

Von der Leyen agradeció a Tim Berners-Lee su participación y coincidió en que la red debería seguir siendo "abierta y gratuita". "En la Unión Europea estamos orgullosos de nuestro modelo de sociedad, queremos preservarlo y mantenernos conectados". La comparecencia de la mandataria europea pivotó en todo momento en algunas de las iniciativas en las que la Unión ya está trabajando. Reconoció la necesidad de defender "la soberanía digital" y reducir la dependencia de la tecnología de terceros países.

Así, Von der Leyen anunció la creación de los espacios para datos de ciudadanos europeos, unas páginas en las que los ciudadanos podrán elegir qué información comparten con las páginas que visitan o con los servicios que utilizan. "Una nueva identidad digital que asegure la confianza y proteja a los usuarios".

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"Los usuarios no deberían verse obligados a compartir sus datos personales. Para visitar una página de viajes no hace falta que nadie sepa si estás casado o no, o si tienes gatos o perros". "En estos espacios los ciudadanos podrán diseñar individualmente qué datos comparten, con quién y para qué, y bajo qué condiciones".

Simona Levi coincidió con Berners-Lee en que no se puede interpretar la era de la digitalización únicamente en términos de tecnología, y fue un paso más allá, planteando la necesidad de la corresponsabilidad ciudadana y abriendo la puerta a que la tecnología permita que los ciudadanos sean partícipes de las políticas que les gobiernan de forma constante, y no solo mediante procesos electorales cada 4 ó 5 años.

"Los hombres y mujeres que diseñaron la infraestructura de internet tal y como lo conocemos nos dieron la metodología que promueve la cooperación y la libertad. Internet fue abierto y neutral desde el inicio porque así es como lo diseñaron. Su preservación es frágil y la historia podría haber sido muy distinta", recordó.

"Si la invención de la imprenta nos llevó a la Ilustración con la razón, la ciencia y los derechos individuales, la era digital representa la era de la cooperación. Pero no olvidemos que tras el invento de Gutenberg, Europa fue asolada por 3 siglos de oscuridad en los cuales las políticas y los monopolios intentaron evitar que los ciudadanos disfrutasen de las nuevas ventajas".

"Mi esperanza es que hemos aprendido de la historia, porque así no la repetiremos", insistió Levi. "Nuestras instituciones tienen la responsabilidad de asegurar que estos avances contribuyen al bien común y no son usados contra los propios ciudadanos. Por eso me esperanza ver a la presidenta de la Comisión o al presidente del parlamento y al profesor hablar sobre este tema", enfatizó.

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