Crecimientos del 2.000%: este es el fabricante chino que se está haciendo de oro en Rusia gracias a la guerra de Ucrania

Pocas personas en España conocerán al fabricante de móviles Transsion, dueño de marcas como Tecno, iTel e Infinix, pero esta compañía es en la actualidad una de las que más rápido crece en algunas partes del mundo.

Transsion ha tenido siempre muy buenos resultados en el mercado africano de smartphones gracias a su estrategia de productos con precios bajos, pero la empresa no procede de este continente sino de China, concretamente de la hipertecnológica ciudad de Shenzhen, donde nacen también Huawei y ZTE.

Con el paso del tiempo y la llegada de gamas de entrada cada vez más avanzadas y competitivas en precio por parte de otros fabricantes, la mayoría también de China, Transsion ha perdido el liderato en África, aunque sus ventas globales siguen subiendo.

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Pero de repente, la compañía vive hoy una segunda juventud en un mercado que no era considerado como de bajos ingresos hasta hace poco pero que ahora vive un momento muy turbulento: Rusia.

Con el estallido de la guerra de Ucrania, Transsion y sus marcas han conseguido lo que parecía imposible: crecer a ritmos por encima del 2.000%.

A continuación analizo quién es esta empresa y por qué el mercado ruso está haciendo que sea una de las que más crecen en un mercado internacional de smartphones en el que incluso los gigantes como Apple empiezan a decrecer.

Quién es Transsion, el fabricante chino que se metió a África en el bolsillo

Transsion se especializa en la fabricación de móviles de gamas bajas, con especificaciones muy básicas pero a precios muy ajustados, lo que hace que funcione especialmente bien en los mercados de los países en desarrollo, donde los precios son similares pero los salarios medios son más bajos.

Transsion no es técnicamente un fabricante sino un holding que controla 3 grandes marcas: Tecno, iTel e Infinix.

La más importante de ellas es Tecno, creada en el 2006, y que vende teléfonos inteligentes, tabletas, auriculares, entre otros. Aunque vende también terminales de gamas altas e incluso presentará su primer plegable en el MWC 2023, las gamas medias y bajas son las que suponen el grueso de su negocio.

En 2007, Transsion creó su segunda marca, iTel, centrada en los estudiantes. Y en 2013 le llegó su turno a Infinix, cocreada junto a Sagem Wireless, que trabaja a caballo entre China y Francia, y que además de móviles fabrica televisores y PC.

Aunque la compañía se creó en el año 2006, no tardó demasiado en fijar su objetivo en África, donde desembarcó en 2008 con el establecimiento de la filial en Nigeria de Tecno, enfocada al principio en los móviles tradicionales sin conexión a internet, y posteriormente también en los smartphones.

Transsion y Tecno alcanzaron su pico de ventas en el 2017, cuando el holding logró ser el fabricante número uno en volumen en el mercado africano de smartphones. Un hito que ha seguido repitiendo hasta la actualidad, ya que tuvo el primer puesto en este continente en el tercer trimestre de 2022.

Pero las marcas de Transsion no solo venden en África, sino que la compañía va extendiendo su catálogo a otras regiones como el Sudeste Asiático, Oriente Medio y Europa del Este, donde aunque no llega a liderar, sí seduce a muchos usuarios.

Y en este mercado de Europa del Este se encuentra Rusia, el país que este 2022 ha salvado los números de Transsion en el momento en que empezaba a pasarlo mal.

¿Por qué Transsion despega en Rusia? La guerra de Ucrania

El estallido de la guerra de Ucrania supone la oportunidad de oro para Transsion en Rusia, un mercado que a finales de febrero deciden abandonar las marcas occidentales, como Samsung y Apple, que en 2021 habían sido sido segunda, con el 27%, y tercera, con el 11%.

Las marcas chinas son las que ocupan el hueco que habían dejado las estadounidenses y surcoreanas, y gracias a ello consiguen crecer en ventas en un mercado con 143 millones de personas en un contexto en el que las ventas de smartphones bajaron un 12% en 2022, según datos de Canalys.

Junto con realme, que ha crecido un 59% en ventas en Rusia durante el 2022, Transsion es claramente la marca más beneficiada por la situación en el mercado ruso generada por la respuesta internacional a la guerra de Ucrania.

Transsion vendió más de 4 millones de móviles en Rusia durante 2022, con un 17% de cuota de mercado, solo por detrás de Xiaomi y realme. Esto le ha permitido crecer un 883% con respecto a sus ventas del año 2021, a pesar de que en conjunto, se vendieron un 36% menos de smartphones.

En la segunda mitad de 2022, el crecimiento de las marcas de Transsion en Rusia ha sido aún más fulgurante que en la media anual. En el tercer y cuarto trimestre del año pasado, repite aumentos de 4 dígitos: 1.877% y 2.102%, respectivamente.

Es importante señalar que ni Transsion ni el resto de marcas chinas hacen nada ilegal al seguir vendiendo en Rusia pese a la guerra, ya que Estados Unidos y la OTAN solo han embargado las tecnologías militares al país gobernado por Vladimir Putin pero no los dispositivos de consumo masivo como los smartphones.

Por qué lo que hace Transsion en Rusia es dumping de inventario

El crecimiento que está viviendo Transsion en Rusia no entra dentro de los parámetros habituales del mercado y los analistas señalan que se trata de una práctica conocida como dumping de stock o, coloquialmente, deshacerse del inventario existente.

En la práctica, es sencillo de entender: a Transsion le sobran millones de unidades de smartphones ya fabricados que esperaba vender pero que no está siendo capaz de colocar debido al descenso de ventas a nivel mundial en tecnología. Por ello, prefiere malvender estos dispositivos en Rusia a precios inferiores antes que seguir colapsando su cadena de suministro.

"En el tercer trimestre, el mercado empezó a recuperarse de nuevo, aunque gran parte de esta recuperación se debió a que algunos proveedores chinos se deshicieron de sus existencias sobrantes en un mercado desabastecido", asegura Runar Bjørhovde, analista de Canalys.

"Realme y Transsion han sido probablemente los 2 mayores vendedores que han aprovechado esta circunstancia. Ambos han tenido dificultades para captar la demanda y mantener niveles de inventario saludables en 2022, y el mercado ruso parece brindarles la oportunidad de estabilizar su gestión de inventario y entrar en un nuevo mercado", añade.

Los expertos añaden que se trata de algo relativamente habitual entre los fabricantes "que destinan inventarios desactualizados a mercados menos maduros o menos exigentes" de países en vías de desarrollo, como apunta Ángel Barbero, profesor de EAE Business School. 

"El hueco de mercado que está dejando la salida de fabricantes occidentales genera una situación perfecta para explotar ese inventario desactualizado. Siendo productos que están ya en caída, lograr venderlos aún a menores precios será muy beneficioso para estas marcas", apostilla Barbero.

¿Por qué Transsion y no otras marcas chinas? Su experiencia en Rusia y su estrategia monetaria, principales motivos

Llama la atención que sea Transsion y no otras marcas chinas más populares y potentes a nivel tecnológico (OPPO, vivo, TCL...) la que haya conseguido llevarse el gato al agua en Rusia.

Para esto, los expertos encuentran 2 grandes motivos.

El primero de ellos es que Transsion y sus marcas no son nuevas en Rusia, sino que cuentan con la experiencia de llevar años vendiendo sus productos en este mercado como parte de su estrategia en Europa del Este.

"Transsion ya estaba establecido en el mercado ruso, al contrario que otras marcas como Vivo, TCL y OPPO, que se posicionaron geográficamente en Europa Occidental. La presencia comercial y de estructura de distribución en Rusia es una ventaja competitiva frente a otros players", como destaca Luis Ríos, profesor de ESIC.

Además, Transsion tiene otro as bajo la manga que explica su posición privilegiada en Rusia con respecto al resto de fabricantes chinos que no han crecido tanto: ha dado en el clavo con su estrategia de cambio de divisas en el mercado ruso.

Las marcas chinas, reacias al riesgo, no se han decidido a enviar grandes cantidades de productos ante el riesgo de que un potencial colapso del rublo pueda hacer que pierdan el control sobre sus ingresos debido a los tipos de cambio.

En marzo, Transsion fue una de las primeras compañías en decidir que sus marcas pasarían a realizar las ventas en Rusia en yuanes en lugar de rublos para mantener la continuidad de su negocio en este país, como recoge el diario South China Morning Post.

"Para un fabricante chino interesado en vender ahora en Rusia, uno de los problemas más concretos que enfrenta ahora es la fuerte volatilidad del rublo y de las posibles tasas de cambio desfavorables que puede tener cuando exporta a este país en guerra", coincide Christophe Canler, profesor de la Universidad Carlemany.

El multimillonario negocio de Transsion, en cifras

La apuesta de Transsion en 2022 se explica también por la tendencia descendente que vivió la compañía china durante el año pasado, precisamente por la caída de ventas internacional a la que hacía referencia antes.

En el tercer trimestre de 2022, el último para el que ha presentado sus cuentas, Transsion vendió un 18% menos de smartphones en todo el mundo en comparación con el año anterior. Esta bajada es una causa factible que ha podido originar un exceso de inventario.

De la misma manera, Transsion ha empezado a ver cómo sus resultados económicos han comenzado a resentirse en 2022. En el tercer trimestre del año pasado, ingresó 12.900 millones de yuanes, es decir, 1.770 millones de euros al cambio.

Esto supone un aumento plano del 1,6% en sus ingresos, mientras que el beneficio neto sí que se ha resentido notablemente, con un desplome del 47,4% con respecto al mismo periodo de 2021.

En este contexto, Rusia se perfila como un mercado que ha podido suavizar la caída en los resultados de Transsion y maquillar mucho sus cuentas finales.

Las cifras parecen coincidir con esto, ya que en el segundo trimestre sus niveles de inventario alcanzaron su máximo histórico, el 80%, mientras que con su entrada triunfal en Rusia se redujeron al 57% en el tercer trimestre.