La escasez de chips podría alargarse más allá de 2023, según el CEO de una compañía neerlandesa de la que no habías oído hablar y que es clave para el sector

Operarios con una de las máquinas de impresión de chips de la empresa neerlandesa ASML en Taiwán.
Operarios con una de las máquinas de impresión de chips de la empresa neerlandesa ASML en Taiwán.

REUTERS/Ann Wang

Cuando hablamos de semiconductores —y en los últimos años lo hemos hecho mucho—, tendemos a enfocar la vista hacia Taiwán, y no es para menos, ya que este país domina más del 60% del mercado y cuenta con la gran potencia del sector, TSMC, que hace temblar a todos cuando anuncia subidas de precios.

Sin embargo, no se habla tanto de una empresa de los Países Bajos que es clave para el negocio de las grandes productoras de semiconductores: ASML. Esta empresa con sede en Eindhoven es el principal fabricante de maquinaria de litografía, la que se utiliza para fabricar los chips. "La tecnológica más importante de la que nunca has oído hablar", se define a sí misma en su web oficial.

En 2021, esta compañía neerlandesa vendió maquinaria por 18.611 millones de euros, un 33% más que el año anterior, con un margen bruto del 53% y unos beneficios de 5.883 millones. Sus previsiones son de seguir aumentando facturación un 20% más en este año, según su presentación de resultados.

Se trata de un proveedor fundamental de las compañías fabricantes de chips, cuyo consejero delegado ha admitido que están teniendo problemas para satisfacer la demanda de maquinaria que muchos fabricantes están reclamando para expandir su potencial de producción.

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"Vamos a entregar más máquinas este año que el pasado y más el próximo que este. Pero no será suficiente si vemos la curva de demanda. Necesitamos aumentar nuestra capacidad de producción de forma significativa, más de un 50%", ha asegurado Peter Wennick, CEO de ASML, en declaraciones que recoge el Financial Times.

Tanto es así, que el primer ejecutivo de la compañía neerlandesa no tiene reparos en prever más problemas en el mercado internacional de semiconductores. "El próximo año, y el siguiente, habrá escasez", ha asegurado.

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La situación que expone el CEO de ASML es consecuencia directa de los anuncios de expansión de su capacidad productiva que han puesto en marcha varias compañías, con el objetivo de satisfacer un mercado en auge, no solo por la demanda creciente de tecnología, sino por el número de productos que emplean chips y antes no lo hacían, por ejemplo en el sector de la automoción.

La semana pasada, la estadounidense Intel confirmó que ponía en marcha la primera fase de su plan de inversiones de 80.000 millones de euros para construir semiconductores en la Unión Europea, una región que ha anunciado grandes inversiones para convertirse en un gran productor de semiconductores. 

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Esta primera fase, dotada con 33.000 millones de euros, incluye una inversión de 17.000 millones en una gran fábrica en Alemania, un centro de investigación en desarrollo en Francia e inversiones en investigación y fabricación en Irlanda (12.00 millones), Italia (4.500), Polonia y España. En territorio español, las inversiones se enfocarán en el Centro de Supercomputación de Barcelona.

Intel —que también prevé invertir 40.000 millones de dólares (36.000 millones de euros) en ampliar su capacidad en Estados Unidos— no es la única que ha anunciado inversiones. TSMC prevé poner sobre la mesa 100.000 millones de dólares (90.000 millones de euros) en 3 años y Samsung 150.000 millones de dólares (135.600 millones de euros) hasta el final de la década.

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