"Habrá sangre en las calles": la cruel amenaza de varios jefes en Google a los trabajadores si no alcanzan los objetivos de resultados

Google anunció que congelaba los fichajes en la compañía durante dos semanas el pasado mes de julio, pero el gigante del buscador todavía no había revertido esta medida en agosto. Los trabajadores están preocupados por lo que esto pueda significar para ellos.

La congelación de las contrataciones se ha prorrogado durante al menos una semana más, según dos profesionales de la compañía que conocen el anuncio. Uno de ellos también destaca que lo que se está viviendo dentro es una situación "muy volátil". La empresa ya planea ralentizar sus contrataciones para lo que resta de año, aunque seguirán fichando para puestos claves.

Google todavía no ha dado marcha atrás públicamente en esta paralización de las contrataciones, con lo que en la plantilla está creciendo la inquietud porque se apliquen planes de rendimiento más estrictos para ellos o incluso despidos. Así lo reconocen seis trabajadores y un externo de la tecnológica en declaraciones a Business Insider, que preserva sus identidades.

Uno de estos trabajadores ha sido muy claro al destacar que están viviendo "un auténtico cambio de tendencia" en Google.

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La industria aborda un clima de incertidumbre económica, y varias grandes tecnológicas —como Facebook, Netflix, Apple, TikTok o Google— han reconocido planes para ralentizar o congelar directamente sus contrataciones. Google ralentizó sus contrataciones a principio de julio cuando se le pidió a los cargos medios que revisaran "detalladamente cualquier petición de personal adicional".

El 20 de julio la compañía confirmó que pausaría sus contrataciones durante dos semanas "para revisar las necesidades de personal".

Los trabajadores confirman que llevan tiempo viendo estos pasos atrás en materia de contratación. Cuando el CEO, Sundar Pichai, envió una circular por correo electrónico en la que lamentaba que "la productividad de la compañía no se ajusta al número de personal", las conversaciones de trabajo se centraron en que la empresa "se está apretando el cinturón".

También se ha detectado que algunos puestos que quedan vacantes no se suplen. Otro empleado sí destaca "algunos rumores de que se está recuperando a personal en puestos donde la gente se marcha". Google sigue teniendo ofertas de trabajo abiertas y los candidatos siguen sometiéndose a las entrevistas, pero un gerente dice que "no se están publicando nuevas ofertas".

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"No tengo ni idea de si me dirán si puedo contratar a alguien mañana, o qué tipo de límites tendré en términos de cuánta gente podrá llegar a mi equipo, o qué salarios podrán tener o no", añade.

Ahora, a los empleados les preocupa cómo los índices de rendimiento pueden servir para hacer recortes.

"Habrá sangre en las calles"

Los responsables de Ventas de Google Cloud han amenazado a sus equipos incidiendo en que se hará un "examen global de la productividad de ventas y de la productividad en global", y si los números no son buenos en el siguiente trimestre "habrá sangres en las calles", según se ve en un pantallazo al que ha accedido Business Insider.

"La comunicación ha sido grosera y se está amenazando a la gente para asegurarse de que se consiguen los números", lamenta otro de los trabajadores.

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Otros empleados se preocupan de que puedan someterse o bien a planes de mejora de rendimiento o ser despedidos.

"No creo que se deba subestimar el impacto que esto puede tener en la moral, esta paranoia de que podrían estar buscando a alguien para ponerlo en la calle, y que ese alguien podrías ser tú mismo", lamenta otro de los empleados consultados por Business Insider.

A estos trabajadores no les sorprendería que la congelación en contrataciones de Google se siguiera prorrogando indefinidamente. El CEO de Google, Sundar Pichai, aclaró en la última llamada con accionistas que si bien está ralentizando estas contrataciones, siguen centrados en "fichar para puestos clave, como ingenieros, técnicos y otros roles esenciales".

"El volumen ha repuntado y el ajetreo en el día a día ha crecido con lo duras que están siendo las cosas", reconoce el externo. "No he oído hablar de reducciones [de personal], pero desde luego no he visto incorporaciones".