¿Cuál es la diferencia entre sangría y tinto de verano?

Sangría o tinto de verano

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Llegan los meses de calor, playa, terraza, salitre... y bebidas refrescantes. Si hablamos de las que tienen alcohol, las más populares en España —con perdón de la cerveza— son la sangría y el tinto de verano, pero no son iguales.

Aunque compartan la presencia del vino como ingrediente principal, hay diferencias entre el tinto de verano y la sangría. La primera es la cantidad de ingredientes: el tinto de verano requiere muy pocos: vino  —preferiblemente joven, de buena calidad y con un punto de acidez bajo—, gaseosa o refresco de limón, hielo al gusto y una rodaja de limón.

Por el contrario, la sangría lleva más ingredientes en su mezcla: este cóctel refrescante y dulzón también se prepara a base de vino, pero añadiendo fruta, licor y azúcar. Su nombre precisamente alude a la sangre y a su color resultón y brillante.

No existe una única receta de sangría, sino múltiples combinaciones posibles: se macera con naranja, manzana, melocotón o limón, puede llevar brandy, vermut y otros licores, una rama de canela y tu refresco favorito. La fruta se añade lavada, pelada y en trozos medianos o pequeños. 

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Al día siguiente, el combinado estará cargado de deliciosos sabores, ideales para un picoteo con aceitunas, una tabla de quesos o una selección de embutidos.

Sobra decir que otra notoria diferencia entre tinto de verano y sangría es la cantidad de azúcar: la sangría tiene mucho más que el tinto de verano, tanto por el propio ingrediente como por el azúcar añadido que incorpora la fruta. Por ello, la sangría es más calórica.

También destaca la graduación alcohólica, más elevada en el caso de la sangría, especialmente si se le añaden licores más fuertes. Además, suele llevar una mayor proporción de vino. La del tinto de verano suele ser del 4%, por lo que se te subirá menos a la cabeza. 

¿Cuál escoger? La que más te guste. Tanto la sangría como el vino son extraordinariamente refrescantes. Si no soportas el dulce y quieres una bebida más ligera, menos densa y calórica y que emborrache menos, el tinto de verano es tu opción. Es más suave, ácido y sabe más a vino.

Si quieres darte a los placeres del azúcar, el toque a licor y la magia del vino afrutado, la sangría será tu mejor aliada estos meses veraniegos. Eso sí, es probable que te produzca más resaca. 

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