Conducir con una de estas enfermedades te costará 6.000 euros de multa

Conducir cuando estás enfermo es peligroso, ya que tus sentidos se ven afectados y aumenta el riesgo de provocar un accidente de tráfico.

Además, si padeces ciertas enfermedades tienes prohibido conducir. La DGT castiga de forma severa esta infracción y te pondrá hasta 6.000 euros de multa si lo haces.

De hecho, estas enfermedades son un impedimento para sacarte o renovar el carnet de conducir. Este es otro motivo por el que te saldrá caro utilizar el coche en dicho caso.

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Algunas dolencias más o menos graves sí que permiten conducir, siempre y cuando dispongas de un informe médico que lo permita. Eso sí, lo habitual es que no puedas hacerlo.

Conocer cuáles son las enfermedades con las que no se puede conducir es importante para la seguridad vial, y también si quieres librarte de una sanción tan elevada.

A continuación, se muestran las enfermedades por las que puedes recibir una multa de 6.000 euros de la DGT.

La DGT te pondrá 6.000 euros de multa si conduces con una de estas enfermedades

Existen 9 categorías diferentes de enfermedades contempladas por la DGT. Dentro de estos grupos, las hay más y menos graves.

Las 9 categorías son las siguientes: enfermedades vasculares, cardíacas, psiquiátricas, neurológicas, endocrinas, digestivas, respiratorias, oncológicas, crónicas y degenerativas. 

Las enfermedades más comunes que impiden conducir son estas, según recopilan en Autobild:

• Epilepsia
• Diabetes Mellitus insulinodependiente o con medicamentos hipoglicemiantes
• Dolencias oncológicas
• Trasplantes renales
• Portadores de marcapasos o de un desfibrilador automático
• Personas que sufran arritmias
• Problemas relacionados con la vista, como cataratas o glaucoma
• Apnea de sueño
• Enfermedades crónicas y degenerativas, estas son las más comunes: alzheimer, parkinson, artritis reumatoide, distrofia pulmonar, esclerosis lateral amiotrófica u osteoporosis.
• Enfermedades psiquiátricas, aquí se incluyen: el trastorno del sueño, la ansiedad, la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo, el TDH o el abuso y dependencia del alcohol y las drogas.

Como se ha aclarado anteriormente, esto depende de cada caso, ya que puedes disponer de un informe médico que te habilite para la conducción.

Sin embargo, por norma general más vale que no te pongas a los mandos de un coche si te han diagnosticado una de estas dolencias. Primero por tu seguridad, y después por tu bolsillo.

La DGT se muestra especialmente preocupada por las enfermedades mentales y la demencia, pues el riesgo de que un conductor cometa una infracción es hasta 8 veces mayor comparado con una persona sana.

Si te encuentras en esta situación, lo más adecuado es que optes por alternativas a la hora de desplazarte, como el transporte público.