Dejarte el despertador encendido puede ser motivo de multa: una mujer ha sido condenada a pagar 100 euros por molestar a sus vecinos

Una mujer en la cama con el despertador

Vivir en una comunidad de vecinos supone obedecer ciertas normas que hagan más llevadera la convivencia. Una de las más importantes es la de respetar el descanso del resto de personas.

Que un vecino escuche música a un volumen elevado, que hable a gritos o que arrastre muebles a horas intempestivas suele ser verdaderamente molesto, sobre todo cuando necesitas dormir.

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Estas faltas de respeto se pueden causar incluso cuando el culpable no se percata de ello. Un ejemplo claro es el que le ha ocurrido a una vecina de Girona recientemente.

La mujer cometió el despiste de dejar encendido el despertador cuando se marchó de casa. Como no volvió hasta 2 días después, el aparato estuvo sonando durante 48 horas.

Así lo explica el Diari de Girona, que también confirma la multa que recibió la mujer por este despiste: 100 euros por haber importunado el descanso de los vecinos.

Los vecinos, al no poder descansar adecuadamente por estar escuchando el despertador, llamaron a la Policía Municipal. Los agentes comprobaron que el ruido procedía de este aparato, pero no pudieron advertir a la inquilina de la vivienda en ese momento.

Al día siguiente, los policías notificaron a la vecina que había sido denunciada por el sonido constante de la alarma. El motivo es que el despertador estaba funcionando en horario inadecuado.

Este tipo de conductas se deben tener en cuenta para no molestar al resto del edificio, y de paso evitar que te impongan una sanción.

Cuáles son las multas por hacer ruido en casa

Cada ciudad regula este tipo de comportamientos en su ordenanza municipal, aunque todas estas normas suelen castigar las mismas actitudes.

Las multas por ruido se imponen cuando se supera el nivel de decibelios máximo. El límite lo marca cada municipio, pero suele estar entre los 30 decibelios durante el día y los 35 de noche.

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Estos niveles se pueden sobrepasar por escuchar música, gritar, organizar una fiesta o cualquier otra acción que resulte especialmente ruidosa.

Las sanciones dependen también de lo que regule cada ordenanza municipal. Según exponen desde Legalitas, pueden estar entre los 600 y los 12.000 euros, siendo este último caso una infracción muy grave que afecta a la salud de las personas.

En el caso de la vecina de Girona recogido anteriormente, se trata de una infracción leve porque no superó el número de decibelios permitido, a pesar de las molestias ocasionadas.

Legalitas recomienda hablar con el vecino que está provocando el ruido para intentar que entre en razón. Si esto no funciona es momento de avisar a la policía para que actúe. 

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