¿Cuándo se supera la pérdida del gusto y el olfato provocada por el coronavirus?

La pérdida de olfato y gusto es uno de los principales síntomas que presentan las personas contagiadas por el COVID-19, así como una de las consecuencias más comunes de padecerlo. Se trata del síntoma que más ayuda a predecir la presencia del coronavirus en una prueba de PCR positiva y el más prevalente en general en Europa y América del Norte, especialmente en casos leves.

De hecho, un estudio ha descubierto que la práctica totalidad (59 de 60, un 98%) de los pacientes hospitalizados por coronavirus presentaron al menos una pérdida del olfato leve. 

La ciencia ha sido capaz de ir respondiendo algunas dudas sobre la anosmia(o pérdida del olfato) y la ageusia (pérdida del gusto), pero hay otros interrogantes que siguen sin una respuesta definitiva.

¿Por qué se produce la pérdida de olfato y gusto, y qué consecuencias tiene?

La falta del gusto y el olfato después de contraer el coronavirus se produce de manera diferente a la que ocurre con los resfriados y la gripe. En estos casos, la congestión nasal es el factor que afecta a ambos sentidos.

Sin embargo, esta no es un síntoma frecuente del coronavirus, y los pacientes de COVID-19 no suelen presentar una importante inflamación nasal o de los senos nasales, según un artículo científico. 

Otros estudios, citados por el servicio de salud del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussets, por sus siglas en inglés), parecen descartar la hipótesis de que el virus infecte neuronas olfativas o las use para infectar el cerebro. 

Apuntan más bien a que el virus ataca las células auxiliares de las neuronas presentes en la cavidad nasal, que tienen como una de sus funciones la de apoyar a unos receptores de olores llamados cilios. Sus superficies están salpicadas de receptores de una enzima convertidora, que el virus SARS-Cov-2 utiliza como puerta de acceso a las células del cuerpo.  

En cuanto a la afección en el sentido del gusto, esta puede estar relacionada con la disfunción olfativa, ya que los olores son un elemento clave en la percepción del sabor. El coronavirus, en algunos casos, puede llegar a influir con mayor severidad sobre el gusto e impedir que la persona contagiada no pueda detectar sabores salados, dulces o picantes.

¿Cuánto dura la falta de olfato y gusto por COVID-19?

La ciencia no cuenta por ahora con una respuesta definitiva sobre cuánto tiempo dura la pérdida del gusto y el olfato en las personas que han padecido coronavirus, aunque la mayoría de los estudios apuntan a varias semanas.

Uno de los estudios más recientes sobre la prevalencia de este síntoma señala que el 86% de las personas que tienen COVID-19 pierden parte o toda su capacidad de oler durante unos 22 días.

El MIT, por su parte, recoge otros análisis en los que la recuperación completa después de la anosmia fue después de 28 días en el 98% de unos pacientes franceses, mientras que un estudio iraní mostró que el 37% de las personas con disfunción olfativa seguían presentándola en algún grado seis u ocho semanas más tarde.

Con relación al gusto, una investigación en Dinamarca descubrió que más del 40% de quienes tenían afectado este sentido no se habían recuperado del todo tras un mes y medio.

¿Qué se puede hacer?

Si bien no se ha encontrado una solución que acabe con este problema, sí hay investigaciones que apuntan a algunas opciones de tratamiento, informa el MIT. Entre estas se encuentran el uso de ciertos medicamentos por vía oral, como los esteroides sistémicos y tópicos; la acupuntura y el entrenamiento olfativo.

Además, es recomendable compartir la experiencia, aceptar ayuda, armarse de paciencia y recordarse que se trata en principio de una pérdida temporal. La comprensión y apoyo de la familia y amistades, que deben entender la importancia de esta afección, puede ser clave para sobrellevarlo.