David Carro: así llegó a ser representante top mundial de los mejores jugadores de baloncesto del mundo

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David Carro (en el centro), con socios de Octagon durante un partido en Serbia.
David Carro (en el centro), con socios de Octagon durante un partido en Serbia.

David Carro

  • Charlo con David Carro, para que te cuente su inspiradora historia de cómo cubrió decenas de finales y All Stars de la NBA y llegado a ser un agente de jugadores de baloncesto top.
  • Su ídolo Michael Jordan fue su inspiración y gracias a él ha conseguido todo lo que soñaba y no paró hasta lograr. 

Hay historias inspiradoras y de lo más motivantes y, de paso, seductoras, y la de David Carro es un claro ejemplo. Charlo con él sobre su pasión por el baloncesto y cómo llegó a cubrir, como verás, decenas de finales y All Stars de la NBA y posteriormente ser uno de los agentes de jugadores y entrenadores de baloncesto más reputados e influyentes del mundo

Lo inspirador es que lo logró desde Mallorca y luego desde una humilde universidad de Periodismo en Valladolid, donde compartimos más risas que apuntes, con esfuerzo, perseverancia y un objetivo claro donde el fracaso no era una opción. Y vaya si logró el éxito. Seguro que estás intrigado de conocer su historia y seguro que te va a dejar boquiabierto. 

Quién es David Carro

Mallorquín de nacimiento, fue jugador de la liga EBA en los clubs de Calviá y Andratx de Mallorca. Con este último alcanzó la categoría de plata del baloncesto español. Nada menos que 34 años en las canchas (desde los 8 hasta su retirada a los 42 años). Pero hay 4 años donde compartimos en Valladolid aulas, fiestas, bares y cafeterías, no siempre fuera del horario lectivo. Fue mientras estudiábamos Periodismo. 

"Yo estudio la carrera de Periodismo por Michael Jordan", confiesa, su gran ídolo de toda la vida. Su vida cambió por Jordan, un "flechazo", como lo califica, como lo fue para muchos de nuestra generación. Su empecinamiento en lograr lo que quiere hizo buscar una forma para estar de algún modo en el mundo de ese tótem del baloncesto. Y vaya si lo logró. 

Su "plan de ataque"

David Carro es resolutivo y su trayectoria así lo avala. La manera de estar cerca de Jordan era estar cerca de la NBA y para eso lo mejor era ser periodista y escribir sobre ello. Seguía todas las publicaciones españolas e internacionales y todo lo que le caía en sus manos sobre el tema. Su obsesión era tal que recuerda que "el primer viaje familiar fue a Chicago y me vine con 30 libros en inglés sobre la NBA". Los devoró todos y tenía claro estudiar Periodismo y así escribir sobre baloncesto y sobre la liga profesional estadounidense. 

Ya durante la carrera se inició en ese mundo junto a mis otros excompañeros de universidad y amigos, Jorge Sierra y Raúl Barrigón (que estarán presentes en otra entrevista-reportaje muy relacionado con esta). Aquí llega lo excepcional, no ya por salir de una facultad de Periodismo española, sino de una recién creada en Valladolid y con pocos alumnos. Era el germen de tres nombres fundamentales y referentes del periodismo baloncestístico de la NBA. Visto desde fuera, y así fue en muchos casos, se podría pensar o pensaban que no eran españoles y sí americanos, lo que dice todo sobre su buen hacer y dominio de este deporte. 

Su etapa como periodista

David y Raúl eran fanáticos del baloncesto, mientras que Jorge lo era más del fútbol, y le inocularon también ese amor por la canasta. Lo que son las cosas, ese "advenedizo" creó la web más influyente sobre información y rumores de la NBA, Hoopshype, obviamente en inglés, y lo hizo desde su habitación en su casa familiar de Valladolid. No era un ciudadano americano desde Chicago o Nueva York. Pero eso es otra historia fascinante que como digo verás en la otra entrevista. 

Desde el primer año consiguió prácticas en la revista referencia del baloncesto en España, Gigantes, donde también escribiría Raúl Barrigón. Faltaba hablar bien inglés, un hándicap en España. David fue a clases particulares y la radio americana era su compañera para escuchar la narración de los partidos, otro habitual de su rutina. Sin dominar el inglés, poco podías meterte en el mundo NBA.

Al terminar la carrera ya cubrió su primer All Star en Washington. Era el año 2001. Luego llegaría su primera final, Lakers-Sixers, y así hasta 20 finales y All Star seguidas cubiertas por David, el enviado especial español con mayor número tras Antoni Daimiel. 

Su oportunidad como agente

David Carro con Pete Mickeal, su primer gran jugador y amigo personal.
David Carro con Pete Mickeal, su primer gran jugador y amigo personal.

David Carro

David me cuenta que en una de las finales, un periodista le recomendó para trabajar de agente de jugadores en Barcelona en una pequeña agencia llamada Winners, que llevaba por entonces a Ricky Rubio y Rudy Fernández (a Rudy ya le conocía, al ser también de Mallorca y haber trabajado en el Diario de Mallorca y en la televisión local), para aprovechar lo que consideraba, y doy fe, sus habilidades sociales y de relaciones públicas. En un principio dijo que no porque tenía mala imagen de los agentes, por sus experiencias como periodista. 

Al final aceptó y pasó 4 años en Winners, pero quería volar solo y libre, y tras desacuerdos David montó su propia agencia que aún hoy persiste, llamada Fair Play. Trabajó con socios americanos y europeos. Su primera gran jugadora fue Marta Fernández, la hermana de Rudy y que jugó en los Lakers femenino. Luego llegó Pete Mickeal, su primera gran estrella masculina, y se sumó Rudy, con una lista desde entonces tan interminable como de lujo. 

Su salto a Octagon

David con socios y accionistas de Octagon.
David con socios y accionistas de Octagon.

David Carro

Unos 7 años después aparece en su vida Alex Saratsis y Georgios Dimitropoulos, agente fallecido en 2022 a los 50 años, ambos fundadores de Octagon Europa, cuya sede americana era de las más reconocidas como agencias de representantes de Estados Unidos. Le ofrecen colaborar, pero David Carro, tras negociar un año, al ser uno de los mejores representantes de España, consigue su objetivo de ser socio de Octagon y no empleado. Actualmente, es el máximo accionista de la compañía. 

La nómina de jugadores representados es impresionante: Stephen Curry, Giannis Antetokounmpo, "Bam" Adebayo, Tokó Shengelia y Rudy Fernández, en una relación de tantos años que ya es familiar y de amistad. Y es que para David, por su forma de ser, prima por encima de una relación profesional, salvo que el representado no quiera contacto más allá, una relación de confianza basada en amistad y familiaridad. Estar ahí para lo que necesiten, más allá de contratos y búsqueda profesional. Otros representados como Luca Vildoza, Markus Howard, Mathias Lessort, Thomas Heurtel, Adam Hanga y los entrenadores Sito Alonso y Alex Mumbrú, lo saben bien. 

Mitos y realidades del agente de jugadores

David Carro abrazando a su cliente Jonathan Barreiro de Unicaja Malaga tras ganar la Copa del Rey.
David Carro abrazando a su cliente Jonathan Barreiro de Unicaja Malaga tras ganar la Copa del Rey.

David Carro

"Siempre me preguntan cómo es la vida de un agente", comenta, y yo también se lo tenía que preguntar. David tiene claro que la gente bascula entre el desconocimiento, la leyenda y el misterio. La parte buena es que si te gusta y apasiona, como es su caso, te llena plenamente: Asegura que conoces a mucha gente interesante, viajas, da dinero, vas a los partidos, generas relaciones personales con los jugadores (su mujer le ha llegado a decir que es "como si tuvieras 100 hijos").

Él se lo toma de manera más familiar, pero no todos los agentes optan por esa vía, sino algo más aséptico y personal. "Yo siempre cruzo esa línea hacia lo personal", dice, en el buen sentido. No es para todos, porque aquí llegan los contras: "No es un negocio para "pagafantas", hay que tener colmillo", apunta, y hay que saber defenderse del intento de quitarte jugadores, de sortear las habladurías y difamaciones, y sobre todo la presión y el no tener horario ni vacaciones, siempre conectado, con lo que quitas mucho tiempo a la familia. 

En su caso, debido a su extensa trayectoria y a su prestigio, la ventaja es que le buscan las mayores estrellas del baloncesto, más que ir a buscarlos. Pero tiene que convivir con las malas artes de otros agentes para intentar llevarse a un jugador y, por tanto, "tienes que estar al pie del cañón y preparado". Lo mismo pasa con los entrenadores. 

Cómo se monta una agencia de jugadores

En su caso, confiesa que no fue difícil crear su agencia, más allá de la burocracia, ya que llevaba 4 años trabajando para una agencia como Winners. Sin embargo, "nunca me ha gustado tener jefes y me gusta a hacer las cosas a mi manera, soy una persona de confrontación", reconoce, y esos choques hacen que "te lo quieras montar por tu cuenta".  

Fue fácil también conseguir un socio capitalista y más aún que le siguieran los jugadores que tenía representados, que no querían a otro agente. En aquel momento tenía ya jugadores de renombre y buenos contactos para acuerdos. Al principio se circunscribió a España y de ahí fue aumentando la cartera. Su objetivo era hacer algo distinto, esa agencia familiar que siempre ha defendido, sin malas artes y amigable, y de ahí el nombre de Fair Play.

La empresa fue creciendo y es cuando Octagon, "la Coca-Cola del negocio", como la define, pone sus ojos en él, y hasta hoy, "feliz, con contratos multimillonarios y viendo baloncesto". Una historia apasionante e inspiradora. 

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