Suecia pide a Europa que prohíba la minería de criptomonedas para reducir las emisiones de CO₂ y cumplir con el Acuerdo de París

Los directores generales de Autoridad de Supervisión Financiera y de la Agencia de Protección Ambiental de Suecia, Erik Thedéen y Björn Risinger, respectivamente, han sugerido en una carta que Europa debería prohibir la minería de criptomonedas, como medida estrictamente necesaria para cumplir con los Acuerdos de París. 

En un comunicado, afirman que el método más común para producir criptoactivos requiere enormes cantidades de electricidad y genera grandes emisiones de CO₂. Los productores de criptomonedas, explican, están interesados en utilizar más energía renovable y están aumentando su presencia en la región nórdica. 

En su opinión, “Suecia necesita esta energía renovable para la transición climática de nuestros servicios esenciales, y el mayor uso por parte de los mineros amenaza nuestra capacidad para cumplir con el Acuerdo de París. Por lo tanto, debe prohibirse la extracción de criptoactivos con uso intensivo de energía”. 

“Las emisiones de bitcoin y ethereum equivalen a 100 millones de vuelos entre Suecia y Tailandia”

En el texto, mencionan que la Universidad de Cambridge y Digiconomist estiman que las 2 mayores criptomonedas por capitalización de mercado, bitcoin y ethereum, juntas usan alrededor del doble de electricidad en un año que toda Suecia. 

A medida que aumenta el valor de monedas como bitcoin, señalan, “se incentiva a más productores a unirse a la competencia”. Esto aumenta automáticamente la dificultad de los problemas matemáticos que han de resolver los mineros, recuerdan, y, por ende, “significa que los mineros individuales requerirán más electricidad y aumentarán el consumo general de electricidad y las emisiones de carbono”. Cuanto más caro es el bitcoin, concluyen, “más emisiones genera”.

Se vuelven a referir a Digiconomist para mencionar la estimación de que las criptomonedas, con su valor de mercado actual, “conducen a la liberación de hasta 120 millones de toneladas de CO₂ en la atmósfera por año". Lo comparan con las emisiones de los vuelos de larga distancia: "Usando los propios datos de la industria de la aviación con la calculadora de emisiones de carbono de la OACI, y agregando el efecto de alta elevación, se muestra que las emisiones de las 2 mayores divisas digitales equivalen a 100 millones de vuelos de ida y vuelta entre Suecia y Tailandia”.

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La razón de la gran huella de carbono de la industria criptográfica, explican, “es que gran parte de la minería se lleva a cabo en países con bajos precios de la energía y una alta proporción de producción de electricidad que depende de los fósiles. Dado que el valor de bitcoin ha aumentado tanto, esto también ha extendido la vida de los antiguos productores de energía a base de fósiles”.

A ello, advierten, hay que sumar que la prohibición de la minería en China está haciendo que muchos criptoproductores exploren “la posibilidad de utilizar energía renovable para la minería”. 

Esto provoca que “dirijan su atención a la región nórdica, donde los precios son bajos, los impuestos para las actividades relacionadas con la minería son favorables y hay un buen acceso a la energía renovable”. 

Afirman que los mineros se están estableciendo en el norte del país y que, “entre abril y agosto de 2021, el consumo de electricidad para la minería de bitcoin en el país aumentó en varios cientos por ciento y ahora asciende a 1 TWh al año. Eso equivale a la electricidad de 200.000 hogares suecos”.

Un impuesto a la minería de bitcoin

Sobre la mesa ponen una medida para detener el —a su entender— peligroso uso de la energía por parte de los productores de criptomonedas. 

Por ejemplo, apuntan, “Suecia y otros países podrían introducir un impuesto sobre la producción de bitcoin que consume mucha energía. Otra opción es comunicarse más ampliamente sobre los problemas climáticos relacionados con los criptoactivos, con la esperanza de que esto lleve tanto a los productores como a los inversores a exigir un cambio a métodos de minería que requieren menos energía”. 

No obstante, subrayan que, “dado el rápido crecimiento y la demanda de los activos digitales, es probable que ninguna de estas opciones aborde el daño ambiental que vemos en este método de minería en la actualidad. Las emisiones deben detenerse aquí y ahora, y la energía renovable debe utilizarse para la transición climática de los servicios esenciales”.