En el supermercado te las dan con queso: qué debes saber para comprar un buen queso rallado sin ingredientes sorpresa

Queso rallado

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  • No es queso rallado todo lo que reluce en las estanterías del supermercado: aunque ahorran tiempo y esfuerzo muchos de ellos tienen una peor calidad nutricional y contienen otros ingredientes lácteos. También pueden ser, en proporción, más caros.
  • Conoce en qué ingredientes debes fijarte a la hora de comprar un queso rallado o fundido, las razones para prepararlos en casa y algunas recomendables opciones del supermercado, según la OCU. 
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El queso rallado o en polvo están muy presentes en las cestas de la compra de los españoles, en cuya dieta está muy presente este producto lácteo, común en salsas, ensaladas, aperitivos, pizza, salsas o guarniciones. En 2019 se comieron casi 8 kilos de peso en España per cápita. 

Los quesos rallados, fundidos o en polvo no son una opción desdeñable a la hora de preparar una lasaña con prisa, darle un punto cremoso y rico a unos espaguetis o gratinar unas verduras al horno. 

No obstante, es importante saber por qué es más económico, rico y saludable rallar tu propio queso en casa, o los ingredientes más habituales que pueden aparecer en este producto. De hecho, la OCU ha advertido que los quesos fundidos pueden llevar mantequilla, almidones y conservantes. 

Originalmente, el queso rallado envasado era la forma que tenían los productores de queso para dar salida a los restos, los excedentes y las piezas defectuosas. Hoy está fabricado a propósito para fundirse, gratinarse y dar sabor, aunque con resultados desiguales.

El primer punto a tener en cuenta es considerar las diferencias entre los distintos tipos de queso rallado que puedes adquirir en el supermercado: queso, queso fundido y sucedáneo de queso. 

El queso a secas es aquel producto que está elaborado con leche (u otros ingredientes lácteos como el suero de mantequilla o la nata), cuajo, bacterias lácticas y sal. 

En el caso del fundido, queso sometido a un proceso de fusión, se le añaden fosfatos o sales fundentes para que se comporte de una manera determinada al calentarse, sin que la grasa se separe. También puede llevar ingredientes como correctores de acidez o conservantes.

En el caso de los sucedáneos de queso, estos se elaboran a partir de grasas vegetales, no llevan queso en el nombre del paquete (aunque su apariencia da lugar a la confusión del consumidor), y su contenido en queso es muy residual, normalmente por debajo del 10%. Deberás fijarte en los ingredientes para detectarlo, así como en la denominación legal de venta. 

En el caso de estos últimos, la calidad nutricional es mala, ya que principalmente están elaborados por grasas o aceites con una pequeña proporción de queso. Suelen ser más económicos y menos sabrosos y su estética empuja al despiste. Los reconocerás por llevar las palabras mix, sándwich, hamburguesa o pizza en su envase.

Moisés Chacón, autor de No + aditivos, explica que muchas marcas introducen hasta 9 aditivos y también grasa de palma, ahorrándose la materia prima de calidad.

Siguiendo un orden, el queso rallado que es solo queso tiene más valor comercial que el fundido, y este más que los sucedáneos de quesos. Según explican desdeConsumer, en ocasiones algunos quesos rallados llevan celulosa, almidón o fécula de patata porque son compuestos que absorben humedad, evitando el apelmazamiento. 

Como uno de los principales inconvenientes, la OCU destacó en un análisis de 2014 que los quesos fundidos tienen el triple de sal que los naturales (un 322% más), mientras que aportan un 14% menos de hidratos, un 30% menos de proteína, un 30% de grasas y un 45% menos de calcio. 

Haz tu propio queso rallado en casa

Queso rallado

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El queso rallado en casa (recién preparado) tiene un sabor más cremoso y rico que las variedades compradas, y cuentas con la ventaja de evitar conservantes y aglomerantes añadidos, almidones, aditivos o exceso de sal. 

También obtendrás una mejor calidad en cuanto a los nutrientes como el calcio o la proteína. "Resulta llamativa la pobre composición nutricional de los quesos fundidos frente al resto", recalcó la OCU en su análisis de quesos rallados.

Escoge una pieza de calidad de parmesano, rey italiano de los quesos; el gruyere o el pecorino. Puedes explorar combinaciones y crear tu propio mix, aprovechando los trozos de queso que se quedan muertos de risa en la nevera. Así, también combatirás el desperdicio alimentario

El mejor queso rallado del supermercado, según la OCU

Queso rallado

Amazon

Según el último informe publicado por la OCU este 2021, el mejor queso procesado del supermercado se trata del Queso Rallado para Ensalada y Pizza 4 Quesos de 200 gramos de la marca Gourmet, que ha obtenido un 10 en los estudios realizados. 

Si te da pereza rallar tu propio queso en casa, puedes fiarte de esta opción en términos de calidad nutricional. No obstante, agradecerás perder un par de minutos en rallarlo en el momento para tus platos favoritos.

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