¿Debes lavar las ensaladas de bolsa o hacerlo es contraproducente?

Ensalada de bolsa

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  • ¿Es bueno lavar las ensaladas en bolsa o puedes provocar el efecto contrario al deseado y aumentar las probabilidades de sufrir una intoxicación alimentaria?
  • Esto es lo que dicen los expertos sobre lavar las ensaladas envasadas.

Llegas a casa después de una larga jornada de trabajo, y para una cena ligera optas por la comodidad, recurriendo a una ensalada en bolsa. 

Las hay de toda clase: espinacas, rúcula, canónigos, brotes, escarola, mezcla de varios tipos de lechuga y un largo etcétera. 

Llega entonces el momento de meter las hojas bajo el grifo para lavarlas. ¿Has hecho bien o es un craso error? 

¿Hay que lavar las ensaladas en bolsa?

Los expertos coinciden en que no es necesario: el contenido de estas bolsas ya está higienizado y preparado para su consumo inmediato, tal y como repasan varios expertos consultados por Maldita. Debes fijarte en que el envase ponga "lavada" o "lista para consumo", según explica para Consumer Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos. 

Las ensaladas en bolsa —habitualmente constituidas por verduras de hoja verde— están envasadas bajo atmósferas modificadas y protectoras, que eliminan el aire del interior del envase y lo reemplazan por una mezcla de gases con una concentración determinada según el tipo de producto y los microorganismos que haya que controlar. Así se inhibe el crecimiento de gérmenes. 

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El procesado es mínimo, y esta tecnología permite mantener la frescura, el sabor, el olor y la textura de la ensalada sin que los microorganismos penetren a través del plástico. 

¿Qué pasa si lavas la lechuga envasada? 

En el caso poco probable de que las bacterias como la E. coli hayan sobrevivido al lavado a escala comercial con agua clorada en la planta de procesamiento, muchas de ellas también sobrevivirán al lavado doméstico, subrayan los expertos.

"Si quieres que la lechuga sea absolutamente segura, tendrías que freírla. Y eso es lo que hacen en Asia", afirma Robert Buchanan, Director del Centro de Sistemas de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Maryland. Sin embargo, no debes preocuparte: las posibilidades son ínfimas gracias a la atmósfera protectora y el sistema de lavado de estos productos. 

Si lavas la lechuga, añadirás bacterias a las verduras limpias, a través de tus manos o gérmenes situados en el fregadero, los utensilios o la tabla de cortar. Por tanto, se incrementarán las probabilidades de sufrir una intoxicación alimentaria

 

Además de provocar la oxidación temprana de las hojas —modificando no solo su aspecto, sino también su sabor—, el lavado de la ensalada provocará la pérdida de nutrientes, tal y como recoge este artículo de La Vanguardia

La escasez de oxígeno favorece que nutrientes como la vitamina C, el folato y los betacarotenos permanezcan en el vegetal más tiempo, pero al ser hidrosolubles, el lavado puede provocar su pérdida.

Eso sí, si vas a añadir otros vegetales o verduras crudas, recuerda que sí debes lavarlas. Lo recomendable es guardarlas en los cajones inferiores de la nevera, ya que son el espacio más húmedo y frío del electrodoméstico. No debes cambiarlas de envase: cierra la bolsa con una pinza y consúmela dentro de la fecha de caducidad indicada por el fabricante.

Suelen tener una vida útil de 9 días.

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