Condenan a Deliveroo a pagar 375.000 euros en Francia por utilizar falsos autónomos: 2 directivos se enfrentan a una pena de prisión de un año

Un 'rider' de Deliveroo.
Un 'rider' de Deliveroo.

Francia ha vivido una jornada histórica para la economía de plataforma en el día de hoy tras la primera sentencia de un tribunal de París, que condena a Deliveroo con una multa de 375.000 euros por utilizar repartidores bajo la figura de falsos autónomos. 

Además, 2 de los exdirectores generales de la compañía de reparto también han sido condenados a una pena de prisión de 12 meses y una multa de 30.000 euros, junto con la prohibición condicional de  dirigir una empresa durante los próximos 5 años.

Esta sentencia sigue la estela de otros países como España, donde el Tribunal Supremo dictaminó en 2020 que los repartidores de Glovo eran falsos autónomos y acabó desembocando en la conocida como ley rider que presume la laboralidad entre repartidores y plataformas de delivery.

Sin embargo, el debate sigue candente en todo Europa, y esta sentencia en Francia puede tener importantes implicaciones a nivel mundial no solo para el sector del reparto de comida a domicilio, sino para la llamada economía de plataforma. 

De hecho, la Comisión Europea hace apenas unos meses hacía pública una directiva que supone un primer paso para regular las relaciones laborales de esta nueva economía digital, históricamente marcada por la precariedad y el uso de trabajadores freelance.

Actualmente, las empresas del sector, desde el gigante Delivery Hero a Uber, viven sumidas en una batalla contra los reguladores para evitar tener que contratar a sus repartidores, algo que dispararía los costes operativos de su negocio, ya de por sí con unos márgenes de beneficio muy ajustados con el modelo de riders autónomos.

Deliveroo, por su parte, ha hecho público un comunicado asegurando que estudia apelar la sentencia y que no tiene pensado abandonar el mercado francés. Además, según la compañía, esta decisión judicial se refiere a una primera versión de su modelo operativo y no tiene consecuencias para su funcionamiento actual, recoge Reuters.

En este contexto, la británica no vive su mejor momento en bolsa, como la mayoría de sus competidoras. Tras debutar hace justo un año en el parqué de Londres con un sonado descalabro, el precio de sus acciones remontó los meses posteriores. Sin embargo, hoy ese precio está por los suelos en comparación con hace apenas 6 meses.

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Deliveroo ha vivido un auténtico calvario a partir de diciembre, y desde marzo de 2021, se ha dejado un 70% en el valor de las acciones. Solo en el día de hoy, la caída ha sido del 6,29%. 

Los inversores parecen perder la confianza en uno de los gigantes del sector. La burbuja se desinfla poco a poco, y aunque sus rivales comienzan a hablar de rentabilidad tras una década operando, Deliveroo anunciaba recientemente que no alcanzará el break even (punto de equilibrio) hasta finales de 2023 y principios de 2024.

La sombra de la consolidación planea sobre el grupo británico. Según adelantó el diario Sunday Times, el gigante norteamericano DoorDash sopesó la compra de Deliveroo el verano pasado para desembarcar en Europa con fuerza, aunque finalmente la operación se malogró.

En España, Deliveroo dejó de operar el pasado mes de agosto, coincidiendo con la entrada en vigor de la ley ridery tras haber perdido mucha cuota de mercado. En sus últimos 2 años la empresa había reportado unas pérdidas que ascendían a los 27 millones de euros.

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