La demanda de préstamos a Enisa se dispara un 20% en pleno coronavirus y un 30% los renegocia: qué buscan emprendedores y pymes

Emprendedores en la oficina

Año récord en solicitudes de financiación de emprendedores y pymes a Enisa. 

Queda poco más de un mes para terminar un 2020 marcado por la pandemia de coronavirus. Un escenario excepcional que ha puesto contra las cuerdas la actividad económica en España. Y que ha obligado a reinventarse a empresas y emprendedores para quienes, hasta hace apenas unos meses, el gran reto era saber si su barco aguantaría la travesía. No cómo afrontar —y superar— un tsunami.

"Ha sido un año muy extraño. Hemos visto mucho pico de demanda, mucho nerviosismo, sobre todo en marzo coincidiendo con el decreto del estado de alarma", explica José Bayón, CEO de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y dedicada a financiar proyectos innovadores de emprendedores y pymes vía préstamos participativos.

Hasta mayo, el incremento interanual fue del 66%. Después, coincidiendo con el verano, el apetito se atenuó. "Normalmente, son los meses en los que más peticiones tenemos y este año hemos tenido muchas, pero no tantas como otros años", afirma Bayón a Business Insider España

Con el otoño, llegó un nuevo impulso: "Vuelven a subir porque se están replanteando cómo será 2021 y, ahora mismo, tenemos un 23% más de solicitudes que hace un año".

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En 2019, Enisa recibió 1.856 peticiones de financiación. Este año, se superará el umbral de las 2.000 y se repartirán 98,5 millones euros que servirán para respaldar más de 600 proyectos con una inversión inducida de más de 214 millones. De una convocatoria a otra, el presupuesto ha crecido un 25%.

Y, lo más importante, según Bayón, es que se ha conseguido consolidar la aprobación de las líneas de Enisa en el primer semestre del año: "Antes había muchas empresas que esperaban a finales del ejercicio para presentar sus propuestas porque los fondos no habían sido aprobados". 

En 2019, se lanzaron en abril y este año las líneas estaban previstas para ese mismo mes, aunque terminaron aprobándose en junio por "la excepcionalidad de la situación". 

Financiación y renegociar los préstamos

Además de para pedir fondos, muchas pymes y emprendedores llamaron a la puerta de Enisa para renegociar sus préstamos en cuanto el impacto del coronavirus se hizo notar en sus cifras y, sobre todo, en la visibilidad del negocio

"Cuando se decretó el estado de alarma, hablamos con el Ministerio de Industria para que lanzara una instrucción que permitiese renegociar en mejores condiciones los préstamos", señala Bayón. En concreto, Enisa tenía 2.800 préstamos vivos de proyectos al límite porque, de la noche a la mañana, la demanda había desaparecido. 

Según una encuesta realizada en abril por el Observatorio del Emprendimiento entre 4.000 personas, el 40% de los emprendedores habían tenido que cerrar temporalmente sus empresas por el coronavirus. El 32% había dejado de tener demanda y 1 de cada 4 había cambiado de modelo de negocio.

"Un 30% de los emprendedores y pymes con las que trabajamos nos pidió renegociar los préstamos y el 95% recibió una respuesta positiva", apunta Bayón. 

Enisa estudió a fondo 605 de las 720 renegociaciones aprobadas y concluyó que la crisis era asimétrica: "Las peticiones procedían, sobre todo, de pymes y micropymes; en muchos casos de sectores tradicionales donde el impacto había sido enorme, como el turismo. Por contra, los que tenían en marcha proyectos relacionados con la digitalización y la sostenibilidad, además de acogerse menos a esa opción, tenían mejores perspectivas en sus planes de negocio". 

Qué hace Enisa: las ventajas de sus préstamos

Enisa, nacida en 1982, es uno de los instrumentos que tiene el Estado para apoyar financieramente a emprendedores y pymes con proyectos innovadores. 

Según destaca su CEO, "en el caso de los emprendedores, cubrimos ese gap entre el arranque, cuando impulsan el proyecto con sus ahorros e implican a familia, amigos y algún business angel, y cuando un fondo de venture capital se fija en ellos". Si hablamos de las pymes, "ayudamos a empresas que ya tienen algún préstamo bancario y algunos inversores y que quieren aumentar su capacidad financiera sin computar deuda en la Central de Información de Riesgos de Banco de España (Cirbe)". 

"No somos liquidez ni salvavidas, no somos el Instituto de Crédito Oficial (ICO), sino el instrumento para avanzar a través de la innovación en el modelo productivo y para arrastrar a otros", agrega. 

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Enisa tiene 3 líneas de financiación dirigidas a startups y pymes, según la edad de sus impulsores y el momento en que se encuentre el proyecto. Sus préstamos participativos, con un importe mínimo de 25.000 euros, pueden llegar a los 1,5 millones en caso de empresas consolidadas que buscan crecer o ser más competitivas. 

"Somos cómodos. No entramos en el consejo de administración, no pedimos aval ni garantía y nuestros periodos de vencimiento y carencia son largos —hasta 9 y 7 años, respectivamente—. Los préstamos de Enisa no diluyen capital y tienen un efecto certificador", subraya Bayón. 

Eso sí, Enisa nunca invierte sola. Respalda las necesidades del proyecto, pero sólo en parte, lo que exige fondos propios o la búsqueda de otros socios. 

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