Así es por dentro el avión-caravana para millonarios: terraza chill-out, salón con varios sofás y camarote para dos
- ¿Qué pasaría si a un jet privado se le añade una terraza para disfrutar del paisaje? Este avión permite vivir el exotismo de los sitios más remotos.
- Con la mayoría de vuelos turísticos bloqueados a causa del coronavirus, los jets privados se ha convertido en uno de los salvavidas de muchos millonarios en el mundo.
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El coronavirus está cambiando las reglas del juego del turismo, en donde los destinos remotos se convierte en los más deseados gracias a su combinación de exotismo y por estar libres de posibles contagios. Pero llegar no es fácil, a menos que se disponga de un jet privado, como este innovador diseño para disfrutar de los paisajes sin salir de la aeronave.
Este concepto fue desarrollado por el estudio británico DesignQ para la firma aeronáutica BAE Systems, uno de los cuatro proyectos para impulsar a la línea ABJ de aviones corporativos de lujo.
La terraza que emerge del fuselaje
La novedad más llamativa del jet ABJ Explorer es que su parte trasera cuenta con una puerta similar a la de los aviones de carga. Basta presionar un botón para que ese sector del fuselaje se abra y despliegue una coqueta terraza chill-out con tumbonas, mesas y todo el mobiliario que sea necesario.
Un rasgo distintivo de estos aviones de BAE Systems es su versatilidad para aterrizar y despegar en pistas cortas y que no sean de asfalto.
Ideal para destinos remotos
O sea, pueden llegar hasta un campo solitario en una meseta patagónica, a la sabana de Kenia, en un atolón del Pacífico o la tundra de Siberia; y como si fuera una caravana, abrir su terraza y empezar a disfrutar de la vida al aire libre.
En la parte inferior, donde se encuentra la plataforma para la bodega, también se pueden instalar mamparas y convertir en un cubículo para contemplar el paisaje desde una pequeña terraza.
Comodidades de alta gama
A bordo el avión cuenta con todas las comodidades para realizar un viaje de larga duración, con una sala lounge con sofás y sillones individuales tapizados en cuero, una mesa con capacidad para seis comensales, un camarote con una cama de dos plazas y un salón principal que se puede convertir en un gran dormitorio.
El precio de un avión con esta configuración de alta gama ronda los seis millones de euros. Todavía no hubo ningún cliente que haya ordenado a BAE Systems un jet privado de estas características, pero no sería extraño que alguna gran fortuna lo elija para poder disfruta de sus vacaciones en una planicie alejada donde no se escuche hablar del COVID-19.
Artículo original de Cerodosbé.
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