Descubren que un pesticida común reduce la quema de calorías: puede provocar un aumento de 2 kilos al año en personas que consuman alimentos expuestos al mismo

Pesticida

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  • El clorpirifos se trata de un insecticida organofosforado de amplio uso en las viviendas y en la agricultura, prohibido de cara a 2022 por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) tras años de batallas judiciales. 
  • Una reciente investigación publicada en la revista Nature ha encontrado que este pesticida común promueve la obesidad al reducir la capacidad de quemar calorías de ciertas células grasas. 
  • El cálculo de los investigadores determina que pequeños niveles de exposición podrían evitar la quema de 40 calorías diarias y hacer engordar más de 2 kilos al año.
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El clorpirifos se trata de un pesticida con numerosas consecuencias negativas para la salud: una de ellas, desconocida hasta el momento, es el aumento de probabilidades de obesidad, ya que reduce la capacidad de quema de calorías y suprime la termogénesis en la grasa marrón

Desde la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) explican que entra en el medio ambiente mediante su aplicación directa a prados y cosechas pero también viviendas, espacios de trabajo y animales domésticos. Sus usos han incluido desde collares antipulgas al control de termitas.

Hasta el momento se conocían efectos negativos de la exposición por poco tiempo (un día) a niveles bajos (miligramos) como los mareos, fatiga, secreción nasal, lagrimeo, salivación, náusea, molestia intestinal, sudor y cambios en el ritmo cardíaco. 

En niveles más altos el clorpirifos puede ocasionar parálisis, convulsiones, desmayos y muerte. Otras consecuencias abarcan cambios de conducta, humor y sueño, debilidad muscular, sensaciones extrañas y efectos en las extremidades y el sistema nervioso. 

La prohibición de su uso para 2022 llega dos décadas después de que se anulase su uso doméstico debido a la creciente evidencia científica de bajo peso al nacer y deterioro del desarrollo neurológico en los niños.

El clorpirifos también aumenta las posibilidades de obesidad

Una nueva investigación publicada en Nature Communications determina que este pesticida también puede promover la obesidad al disminuir la capacidad de quemar calorías de ciertas células grasas. 

El estudio en animales indica que el clorpirifos, que se prohibirá en los Estados Unidos a partir del próximo año, promueve la ingesta de alimentos y suprime la termogénesis en la grasa marrón, que se activa para quemar calorías cuando comes y cuando tienes frío. Es el horno metabólico del cuerpo.

El estudio analizó los efectos de varias docenas de pesticidas y herbicidas comunes en las células grasas pardas en ratones. El clorpirifos suprimió estas funciones, aumentando la resistencia a la insulina y la posibilidad de obesidad en los animales.

Uno de los datos más interesantes es el que atañe a los resultados metabólicos relacionados con la temperatura a la que se alojaban los animales: concentraciones mucho más bajas de la sustancia química causan alteraciones metabólicas cuando los ratones se alojan en condiciones más cálidas.

Los investigadores explican que cuando están a temperaturas de 29 a 30 ° C es menos probable que sufran el estrés por frío que puede alterar las tasas metabólicas naturales.

En ambientes termoneutrales, tan solo 0,5 mg / kg de peso corporal de clorpirifos desencadenó el aumento de peso y la resistencia a la insulina. Sin embargo, las anomalías metabólicas no fueron detectadas en los entornos a temperatura ambiente.

El equipo plantea la hipótesis de que este rango de temperatura para alojar ratones de laboratorio modela de manera más efectiva el desarrollo de enfermedades metabólicas en humanos.

Todavía queda replicar estos hallazgos en humanos. Los científicos creen que los pequeños niveles de exposición al pesticida son responsables de interrumpir la quema de 40 calorías por día en la grasa marrón, lo que podría traducirse en 2,3 kilos de aumento de peso al año. 

SegúnNew Atlas, la EPA ha establecido un plazo de seis meses para detener todos los usos del clorpirifos en la agricultura alimentaria en los Estados Unidos. Los usos no alimentarios también se revisarán en 2022.

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