Descubren que los terremotos ayudan a crecer a los árboles

Bosque

kazuend/Unsplash

  • Un nuevo estudio de la Universidad de Potsdam en Alemania publicado en JGR Biogeosciences revela una consecuencia sorprendente de los terremotos: los movimientos sísmicos ayudan a crecer a los árboles.
  • La razón detrás del fenómeno está en que los cambios provocados por la tectónica de placas incrementa la disponibilidad de agua subterránea. 
  • Descubre más historias en Business Insider España

No pasa un día sin que la ciencia revele datos apasionantes sobre la naturaleza. Hasta el momento se conocían varias formas en las que los terremotos alteran el paisaje, pero no se sabía que sus temblores ayudan a crecer a los árboles.

Los movimientos de tierra naturales son consecuencia de la actividad de la tectónica de placas que se produce en el manto de la corteza de nuestro planeta.

Especialmente si su magnitud es grande los sismos pueden destruir o afectar a cultivos con estrés hídrico excesivo, provocar plagas, modificar el relieve, disminuir el ancho de las playas, cambiar la inclinación, desviar corrientes fluviales o propiciar avalanchas de rocas. Pero además, ayudan a que los árboles crezcan.

El sorprendente dato se explica en un nuevo estudio publicado en JGR Biogeosciences. La consecuencia perdura más allá de que las réplicas del terremoto se desvanezcan: se puede medir un cambio detectable en el crecimiento de los árboles, provocado por la mayor disponibilidad de agua subterránea.

El archivo biológico vivo de los troncos registra esta modificación. Todo empieza con el temblor: al aumentar la cantidad de agua se alimenta el caudal de los arroyos, sube los niveles de las aguas subterráneas y proporciona a las raíces de las plantas un mayor acceso al agua en ambientes con agua limitada.

"Si el crecimiento de los árboles está limitado principalmente por el agua, los árboles deberían, en teoría, registrar las respuestas hidrológicas a los terremotos cambiando sus tasas de crecimiento", apunta el hidrólogo Christian Mohr de la Universidad de Potsdam (Alemania), autor de la investigación.

El ejemplo ilustrativo de los pinos de Chile

Ejemplar de edad media de Pinus radiata.
Ejemplar de edad media de Pinus radiata.

Hey Paul/Flickr

En su estudio se fijaron en los pinos Pinus radiata en Chile con el objetivo de medir los efectos del poderoso terremoto de 8.8 grados de magnitud que afectó severamente a la región del Maule en 2010. 

Su hipótesis defendía que los árboles cerca de los arroyos habrían crecido más tras las alteraciones sísmicas en el valle, mientras que los situados a latitudes más altas habrían crecido menos. 

El análisis de núcleos de árboles tomados en 2014, extraídos de árboles en el fondo del valle, así como de las crestas de las laderas, mostró que algunos de los árboles en el valle experimentaron un aumento temporal del crecimiento tras el enorme temblor. 

Para ello repararon en las evidencias de los anillos y en la proporción de isótopos de carbono en las células de los árboles, que registra aspectos relacionados sobre la salud, el crecimiento y la disponibilidad hídrica para los árboles.

A los ejemplares de Pinus radiata situados en las laderas no les fue tan bién en el mismo período, aunque los investigadores destacan que los efectos de los terremotos son leves y temporales, circunscritos a unas pocas semanas posteriores. 

Los hallazgos muestran que los cambios tras el seísmo de la luz y las proporciones de isótopos de carbono son útiles para estudiar el crecimiento de los árboles y las respuestas fotosintéticas a los terremotos.

Por tanto, nos hallamos frente a una nueva y útil herramienta para analizar movimientos sísmicos del pasado, y sus huellas en la naturaleza. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.