Renunciar al talento de los millennials es el mayor error que puede cometer una empresa durante una crisis, según un alto directivo

Durante el coronavirus, los despidos o los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) han sido frecuentes. Y entre quienes han dejado de trabajar están, en muchas ocasiones, los jóvenes. 

De hecho, 1 de cada 6 ha pasado a estar inactivo durante marzo, como afirma un estudio de la Organización Internacional de Trabajo. 

Muchas firmas consideran que, en momentos de crisis, es preferible optar por la madurez y la experiencia y prescindir de los millennials. Sin embargo, esta decisión parece más una forma de resolver un problema a corto plazo que una apuesta por el futuro de la compañía, como afirma Ryan Wong, el CEO de la plataforma de inteligencia Visier, que ayuda a las empresas en la gestión mediante analítica de datos. 

En su opinión, optar por los despidos entre los jóvenes es el mayor error que las empresas pueden cometer durante una crisis, como escribe en Fast Company.

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Para empezar, en una pandemia, la adaptación es independiente a la edad del cargo: nadie sabe qué hacer. Invertir en talento joven es 6 veces más rentable que hacerlo en puestos avanzados, según un informe citado por Wong. 

La razón por la que estos perfiles dan mejores resultados es que tienen un mayor recorrido profesional, más tolerancia al riesgo y una mejor respuesta y motivación en las empresas que confían en ellos. 

Además, la próxima generación de jubilados crece rápido y, cuando estos abandonen el mercado, la demanda se disparará y habrá una mayor competencia por conseguir a los más preparados. Por ello, no será el momento idóneo para contratar. 

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Sin embargo, sí es una buena ocasión para incorporar a los millennials e ir construyendo una fuerza laboral sólida, explica el CEO de Visier. Es algo que hace que las compañías sean más competitivas. 

Por último, Wong aconseja imitar lo que hacen las grandes firmas, como Apple, para reclutar talento. Es decir, invertir en el mismo, como hace la tecnológica a través de sus programas específicos para formar a universitarios y luego captar a los mejores. Amazon sigue la misma senda y ha invertido más de 590 millones de euros en cursos y nuevas capacitaciones. 

Wong considera que los desembolsos en formación tienen un beneficio directo en el buen desempeño de las corporaciones.