La guerra en Ucrania ya impacta en la bolsa española: los índices se desploman y el petróleo escala hasta los 100 dólares

Se masca la tragedia en Ucrania después del ataque de Rusia y los mercados empiezan a descontar el pánico que supone una guerra. 

Los índices de todo el mundo se han desplomado, los precios de los bonos han despegado, y el petróleo –el barril de crudo Brent– se ha disparado por encima de los 100 dólares, después de que las fuerzas rusas atacaran Ucrania a primera hora de la mañana, con explosiones que se escucharon desde Kiev, la capital del país, hasta la ciudad oriental de Kharkiv, según informaciones de Reuters.

El Ministerio del Interior de Ucrania aseguró en la CNN que las explosiones fueron ataques con misiles, con informes de disparos de artillería de las fuerzas rusas al otro lado de la frontera.

El Ibex 35 ha amanecido con una caída superior al 4%, mientras que el DAX alemán ha perdido un 3,6%.

Banco Santander, BBVA, IAG, Pharmamar y Caixabank han sido los valores individuales más castigados en la apertura con un descenso superior al 4%.

Pero peor le ha sentado la acción militar a la propia bolsa rusa, donde el índice MOEX se ha llegado a desplomar un 38%, lo cual ha obligado al regulador bursátil del país liderado por Vladimir Putin a suspender todas las operaciones para paralizar el sangrado bursátil que estaba desencadenándose.

“A tenor del movimiento visto en la apertura europea, el riesgo de Ucrania no estaba descontado en los mercados. El precio del petróleo puede escalar hasta los 110 dólares, el oro va camino de los 2000 dólares y la incertidumbre permanecerá en el corto plazo”, asegura Javier Molina, portavoz de la plataforma de inversión en multiactivos eToro en España.

“Con este contexto se ha de ajustar la ponderación de las carteras, aumentar algo el cash y mantener el perfil de riesgo correcto, clave en estos momentos”, dice el experto de eToro. 

“La inflación será una de las variables afectadas a corto plazo; y si el Ibex pierde los 8.250 puntos, el siguiente objetivo estaría en los 8.000 puntos; mientras que si el S&P 500 pierde los 4.150 puntos, iría directo hacia los 4.000 puntos primero y a la zona clave en los 3.850 (…) En esos niveles, se entrará en zona de sobreventa total”, añade.

El equipo de gestión de Portocolom AV expone en un informe que es obvio que una guerra no beneficia a nadie, pero llegando a estos extremos cualquier “error” podría servir de “detonante para una mayor escalada bélica”. 

“Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero todo apunta a que el conflicto y con ello las tensiones en los mercados pueden prolongarse en el tiempo”, prevén desde la gestora.

Una escalada que ha aumentado en los últimos días

El presidente ruso anunció "operaciones militares especiales" en Ucrania, según un informe de Reuters que lo citó diciendo a los soldados ucranianos que depusieran las armas y se “fueran a casa”.

Horas antes del discurso de Putin, el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, había advertido que todo estaba listo para que se produjera una invasión rusa a gran escala de Ucrania. A principios de esta semana, Putin indicó que reconocía la independencia de 2 estados ucranianos separatistas: Lugansk y Donetsk.

“Cabe esperarse días de riesgo en los mercados, grandes volatilidades, con la niebla de la guerra: se pueden prever incógnitas conocidas y desconocidas, noticias falsas, banderas falsas e incluso censura; lamentablemente, también en este clima cabe el dolor, la suciedad y la muerte... Y esto no se resolverá pronto, al final de la semana o al final del mes”, asegura Michael Every, estratega de Rabobank.

Las tensiones entre Rusia y Ucrania  han ido aumentando durante semanas, con las tropas rusas ocupando toda la frontera. Más de 190.000 soldados han sido movilizados, lo que supone el mayor número desde la II Guerra Mundial.

Putin ordenó a las tropas cruzar la frontera el martes, lo que desencadenó sanciones occidentales contra bancos y multimillonarios con vínculos con el Kremlin, así como la detención del gasoducto clave que conecta Rusia con el norte de Europa: el Nord Stream 2.