Recetas para combatir la inflación: Díaz rechaza una rebaja fiscal generalizada y defiende un impuesto extra a las eléctricas y congelar los alquileres

Dar con la fórmula que logre frenar una inflación descontrolada y tenga el mínimo de efectos secundarios sobre la economía. Esa es la pregunta que ahora mismo todos los países se hacen. 

En EEUU y Alemania se está optando por ayudas fiscales, pero ¿qué ocurre en gobiernos sin margen fiscal, como España? Que la lista de soluciones se reduce, y toca optar por congelar precios o ganar margen fiscal aumentando los ingresos vía impuestos.

En ese sentido, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha dejado claro por qué vía optaría: rechaza una bajada de impuestos generalizada. En su lugar, se decanta por subir impuestos a las eléctricas y congelar el precio de los alquileres.

Control de precios para combatir una inflación descontrolada: ¿es una buena idea para España?

"El PP siempre da la misma receta para cualquier situación: bajada generalizada de los impuestos. Yo ayer estuve reunida con 60 economistas y el consenso es que una bajada generalizada de impuestos en un contexto de guerra no es adecuada porque los servicios públicos se sostienen con ingresos públicos", ha subrayado.

Díaz mantuvo ayer un encuentro con economistas españoles de alto nivel para evaluar posibles recetas para minimizar el impacto que la crisis en Ucrania y la subida descontrolada de precios está provocando en hogares y empresas.

Las posibles soluciones están en línea con las recomendaciones de la OCDE, que hoy mismo sugería evitar rebajas fiscales generalizadas y en su lugar aconsejaba que "las ayudas fiscales dirigidas a consumidores vulnerables pueden ser una forma eficiente de mitigar el impacto de las subidas de los precios de la energía". 

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, de hecho, propuso ayer como alternativa subir impuestos a las eléctricas y emplear ese margen fiscal para financiar las ayudas a colectivos vulnerables.

Díaz también apuntó directamente a otro tema espinoso: el precio de los alquileres. La ministra aboga por congelarlos temporalmente para evitar que éstos suban indexados a la subida descontrolada de la inflación. 

Ahora mismo los precios suben en España a ritmo del 7,6%. Eso significa que los contratos de alquiler que cumplan el año pueden encarecerse tomando como referencia ese índice, lo que significa una subida importante para los inquilinos.