Un investigador contra el cáncer ha estado durante 6 años siguiendo la dieta Keto y cree que los hábitos modernos de alimentación generan enfermedades

Esta es una cena habitual en la casa de David Harper
Esta es una cena habitual en la casa de David HarperDavid Harper, autor de 'Biodiet'

¿Empiezas el día desayunando una tostada, un poco de mantequilla y mermelada y un refrescante zumo de naranja? El investigador del cáncer David Harper cree que te estás equivocando.

De hecho, este científico lleva más de 6 años sin comer tostadas, ya que comenzó a seguir una dieta cetogénica alta en grasas y baja en carbohidratos en 2013.

Harper asegura que tanto él como su esposa, Dale Drewery, dependen de la grasa para alimentarse a lo largo del día.

Harper ha contado a Business Insider que consume muchas nueces y semillas, judías verdes, hígado y hasta una docena de huevos cada semana.

La dieta Keto que sigue Harper está diseñada para forzar al cuerpo a un estado de cetosis, en el que utiliza la grasa para obtener energía y produce cetonas, en lugar de depender de los carbohidratos y convertirlos en glucosa.

Harper y Drewery han escrito un nuevo libro sobre cómo llevar una dieta Keto llamado "Biodiet". En esta publicación, el matrimonio sugiere que las dietas modernas y los hábitos de alimentación requieren de demasiado azúcar y pocas verduras.

Harper dice que las dietas ricas en carbohidratos son "un eje de enfermedad", haciendo referencia al término "eje del mal" que popularizó el presidente de Estados Unidos George W. Bush. El investigador afirma que este eje alimenticio lo forman la obesidad, la resistencia a la insulina y las inflamaciones.

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"En el centro del eje de la enfermedad hay un arma de destrucción masiva", escribe Harper en su libro. "La dieta alta en carbohidratos que muchos hemos consumido durante toda la vida", prosigue.

Según Harper, este tipo de alimentación termina creando un círculo vicioso de enfermedades en el organismo.

"La obesidad contribuye a la resistencia a la insulina, lo que a su vez empeora la obesidad. La inflamación hace más grave la obesidad, y la resistencia a la insulina causa más inflamación, y esto vuelve a empeorar la resistencia a la insulina; todo se acaba retroalimentando", detalla en el libro.

"El eje de la enfermedad"

Harper y su esposa Dale Drewery, autores del libro
Harper y su esposa Dale Drewery, autores del libroDavid Harper y Dale Drewery

En una dieta Keto bien formulada, lo ideal es que no más del 5% de las calorías diarias provengan de carbohidratos, mientras que el 70-80% del aporte está compuesto de grasas. Harper cuenta que él y su esposa suelen compartir un bistec durante la cena o un poco de pollo, acompañado con fideos bajos en carbohidratos.

Harper cree que así tanto él como su mujer vivirán hasta una edad avanzada y se mantendrán en buena forma física.

"Tampoco estamos comiendo muchos alimentos envasados ni procesados", añade.

Harper también asegura que trata de evitar la pasta, las patatas y los bocadillos, junto con otros alimentos como frijoles y manzanas. Este último aspecto puede resultar controvertido, ya que muchos estudios aseguran que las personas que consumen más fibra, un carbohidrato presente en verduras, granos y legumbres, tienden a vivir más años.

Harper argumenta que él obtiene la dosis necesaria de fibra a través de la coliflor, los pimientos y las verduras de ensalada: "Puedo comer cualquier alimento que crezca en el suelo mientras no sea un grano, una fruta o un frijol", matiza.

En realidad la lechuga y los pimientos contienen algunos carbohidratos, incluyendo los azúcares naturales.

"Habrá algún aporte residual en las nueces y verduras que comemos", detalla Harper. "Pero la mayoría de esos carbohidratos son fibra".

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El investigador asegura no estar preocupado por ello porque no es cantidad suficiente como para provocar un gran impacto en el organismo.

Comer grasas no tiene por qué engordar

A cancer researcher who's been keto for 6 years thinks our modern diets are an 'axis of illness' — here's what he eats instead
Shutterstock

Durante mucho tiempo la sabiduría popular ha dictado que restringiendo las calorías, sin tener en cuenta si proceden de proteínas, carbohidratos o de grasa, se evita el aumento de peso fácilmente.

Pero Harper dice que este tipo de dietas se han seguido durante 40 años y "no han funcionado"

Los carbohidratos no son un enemigo, pero cada vez más científicos apoyan la idea de que el azúcar, ya sea natural o artificial, no es bueno en dosis elevadas.

En realidad los alimentos con alto contenido de azúcar no terminan de llenar el estómago, al igual que las grasas saludables. Esto se debe a que el plan blanco, el arroz blanco o los cereales se digieren de forma rápida, por lo que resulta fácil comer en exceso y subir los niveles de azúcar.

Con el tiempo, las personas que abusan estos alimentos terminan desarrollando diabetes, ganan mucho peso y tienen problemas cardíacos.

Algunas investigaciones recientes señalan que el zumo natural podría ser tan perjudicial para el hígado y el azúcar en sangre como los refrescos carbonatados, contribuyendo a una muerte prematura de forma similar.

En los últimos años muchas personas han cambiado los alimentos grasos como el tocino o la mantequilla por alternativas bajas en grasas, que a menudo estaban cargadas de azúcar para mantener el sabor. Aquellos que siguieron estas indicaciones han terminado ganando peso.

"Es un mito que comer grasas engorda, aunque es un mito que tiene sentido, porque las calorías grasas son más densas", insiste Harper.

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Hay que comer más verduras

Hoy en día, más de un tercio de los norteamericanos lucha contra la diabetes, y los números están creciendo. En 2017 un estudio de la Universidad de Harvard afirmó que el 57% de los niños norteamericanos serán obesos cuando tengan 35 años.

Muchos médicos creen que las dietas cetogénicas pueden ayudar a combatir la obesidad.

"La dieta Keto es la mejor alternativa para lidiar con la diabetes tipo 2 y la resistencia a la insulina", detalló recientemente a Business Insider el cardiólogo Ethan Weiss, que sigue una de estas dietas.

A cancer researcher who's been keto for 6 years thinks our modern diets are an 'axis of illness' — here's what he eats instead
Marjan Lazarevski

Pero incluso aquellos que apoyan este tipo de alimentación advierten que no es para todos.

Algunas personas padecen trastornos metabólicos que hacen imposible que puedan usar las cetonas como combustible, por lo que deben recurrir a los carbohidratos. Otras personas toman ciertos medicamentos o tienen ciertos genes que hacen que la dieta cetogénica sea perjudicial para la salud.

Cualquiera que quiera cambiar sus hábitos alimenticios debe consultarlo primero con su médico.

Sin embargo, los nutricionistas y médicos suelen estar de acuerdo en que no es saludable que el organismo funcione sólo con azúcar. Comer verduras y reducir los procesados es siempre beneficioso.

"Si no quieres adoptar una dieta Keto elimina el almidón y el azúcar de tu dieta y come alimentos reales y no procesados", sentencia Harper.

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