Dirijo un hotel de Davos donde Bill Gates y otros líderes se alojan con motivo del Foro Económico Mundial, apenas dormimos y vivimos a base de Red Bull, pero nos encanta

Este artículo está basado en una conversación con Hans-Rudolf Ruetti, un hotelero de 62 años con 30 de experiencia de Davos (Suiza), sobre la preparación del Steigenberger Grandhotel Belvédère para los huéspedes del Foro Económico Mundial. Se ha editado por motivos de extensión y claridad. 

Desde hace más de 50 años se celebra en Davos lo que hoy se conoce como el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), y todos los años el Grandhotel Belvédère ha acogido a los invitados del FEM. Bill Clinton se alojó en este hotel en algún momento. Angela Merkel, Michael Dell, Bill Gates... todos han estado aquí. 

Me convertí en director general del Grandhotel Belvédère en noviembre de 2021, así que solo he visto el WEF de 2022, que se trasladó de enero a mayo. Este año, el WEF espera cerca de 3.000 participantes. 

El foro del año pasado no tuvo la misma energía, así que nos alegramos de que vuelva el verdadero Foro Económico después de una pausa tan larga. Además de la asamblea propiamente dicha, en los alrededores de Davos se celebran numerosos actos paralelos. Por eso hay muchas obras tanto en la ciudad como en el hotel. 

Por suerte, ahora no nieva mucho, y eso facilita los preparativos. 

Para preparar el Foro de Davos, hemos cerrado el hotel al público

Desde el 2 de enero hasta el 28 de enero, el hotel estará abierto en exclusiva para todos los invitados importantes que vendrán de todo el mundo para asistir al WEF.  Hemos vaciado casi la mitad del hotel para organizar todos los actos y preparar a los invitados. 

Durante el WEF, nadie tendrá acceso al hotel sin su tarjeta de identificación. Tenemos máquinas de rayos X y detectores de metales, y todas y cada una de las personas tienen que pasar por ellos para entrar en el edificio. Es casi como un aeropuerto. 

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Davos es como una zona militar, con acceso limitado y todo acordonado. Hay varios controles de seguridad que los visitantes deben atravesar para llegar a la calle principal de Davos. Esa zona, de unos 300 o 400 metros, está estrictamente bloqueada, y no se permite entrar a menos que se lleve una placa.

Por supuesto, hay muchos policías dentro y fuera de Davos, además de miles de personas de seguridad y miembros del ejército que velan por la seguridad de este evento. 

Para acoger el WEF y sus actos, hemos aumentado nuestra plantilla en un 150%

Hemos añadido 150 empleados más, sin contar a los 100 obreros que trabajan en la construcción del hotel. Parece una obra muy ajetreada, pero es lo mismo que se ve a lo largo de la carretera principal de Davos. 

Hay un enorme pabellón de 3 plantas que se construyó solo para el foro, para acoger a la prensa y a los empleados del WEF. Ni siquiera sé cuántas personas caben en él. 

En el hotel construimos 2 pabellones temporales de 2 plantas. Hay varios eventos organizados por invitados importantes, y esto siempre es un reto en lo que respecta a la seguridad. Empresas como McKinsey y PricewaterhouseCoopers celebran actos como las famosas tapas nocturnas, donde se reúne gente poderosa. 

También hemos construido otras 3 cocinas desde las que podemos suministrar comida exclusivamente para los huéspedes del hotel y los actos que organizan aquí los participantes en el foro. La comida no es necesariamente más elegante, pero adquiere una dimensión totalmente distinta porque tenemos eventos a los que asisten unos cientos de invitados. Estas empresas organizan y pagan la comida que se servirá. 

La comida es más cara de lo habitual en el hotel debido a las inversiones que hemos hecho: construcción de pabellones y oficinas adicionales. Tenemos que compensar un coste enorme, pero el precio depende de si es desayuno, comida o cena y del lugar donde se sirva. 

Dirijo una operación de 24 horas durante el WEF 

El día empieza a las 6 de la mañana con desayunos, seguidos de almuerzos y más reuniones, luego cenas y cenas nocturnas que pueden durar hasta las 3 o las 4 de la mañana siguiente. Luego todo vuelve a empezar. Es una operación enorme. 

Como resultado, tenemos franjas horarias muy limitadas para la entrega de productos o alimentos. Así que si no tenemos algo en stock y hay que entregarlo, se convierte en una auténtica pesadilla. Hay mucho tráfico.

Se tarda 5 minutos a pie del hotel, al centro de conferencias —el Congreso de Davos, donde se celebra el foro—, pero si se coge una limusina (como hacen muchos invitados), se puede tardar fácilmente 45 minutos. Además, es invierno y hace menos de 0 grados, así que es comprensible que los invitados quieran sentarse en la comodidad de una limusina. 

Cada invitado tiene unas necesidades específicas y unos requisitos concretos de preparación, lo que significa que hay que cambiarlo todo en muy poco tiempo, lo cual es todo un reto.

Los participantes en el FME esperan que todo esté en su sitio cuando llegan. Hay tantos requisitos dietéticos y especiales para cada invitado. El año pasado, cuando la conferencia fue en mayo, el foro era un poco más realista, por lo que la gente no pedía locuras y quizá había menos exclusividad en cuanto a comidas y bebidas. 

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Una empresa francesa de relaciones públicas gestiona nuestro inventario de habitaciones en nombre del WEF, vendiendo las habitaciones a empresas y huéspedes individuales por nosotros, así que no sabemos realmente quién se aloja en nuestro hotel hasta el último momento. Las habitaciones son probablemente un 50% más caras durante este periodo, pero los precios individuales dependen del tipo de habitación. 

Además, la estancia mínima es de 5 días. (Nota del editor: los precios normales de las habitaciones del Steigenberger Icon Grandhotel Belvédère suelen oscilar entre 325 y 670 euros por noche). 

La mayor parte de nuestro personal está entusiasmado con Davos

Es muy interesante ver a toda esta gente: actores, músicos, políticos, empresarios, gente con la que nunca habrías soñado cruzarte. Es un crisol muy interesante. Quien viene a trabajar aquí tiene muchas ganas de volver y unirse a nuestro equipo cada año, pero es un trabajo duro. 

Todos los miembros del personal permanecen en el lugar. Si no, sería imposible hacerlo todo. Tenemos una casa para el personal, pero hemos colocado camas supletorias en todas y cada una de las habitaciones. Tenemos hasta 6 miembros del personal durmiendo en una habitación. 

El personal apenas duerme, unas 3 o 4 horas por noche. Muchas chocolatinas y Redbull ayudan a mantener alta la moral. Veo a los empleados con los ojos muy abiertos y, cuando acaban su jornada laboral, dicen: "Le he conocido, la he conocido, ¡he conocido a Angelina Jolie!". Imagínate, trabajas 16, 17, 18 horas, pero no te cansas porque estás entusiasmado con todo. 

La gente no se cansa hasta que termina de trabajar y, en cuestión de segundos, se duerme. Pero cuando estás inmerso en todo ese trabajo, no tienes tiempo para pensar en ello. 

Los puestos de trabajo pueden ser competitivos y hay que contratar mucho, pero Deutsche Hospitality, propietaria de la franquicia Steigenberger, incluido este hotel, es un gran grupo hotelero, así que conseguimos personal de nuestros otros hoteles. Durante el FME, nuestro personal gana por hora entre un 25 y un 35% más que su salario normal.

El FME es también una parte importante de los ingresos anuales del hotel

Enero es un periodo tranquilo del año para la mayoría de los hoteles, así que es más fácil traer empleados a Davos porque necesitan el trabajo. No quiero hablar de cifras concretas, pero el WEF es importante para nosotros y para muchas otras empresas de Davos.

Realmente no hay nada que no nos guste del Foro de Davos. Imagínese que aquí se reúnen las personas más importantes del mundo, desde políticos hasta empresarios y artistas. Normalmente, se les ve en el periódico o en la televisión, pero aquí están todos a la vuelta de la esquina. 

¿Cambian el mundo reuniéndose aquí? Puede que no. Pero es importante que hablen entre ellos. Aunque no sea monumental, creo que es importante que la gente hable entre sí en este ambiente más relajado.