Este premiado diseño de oficina pospandémica con cápsulas individuales selladas ofrece un ejemplo de cómo podría ser la vuelta al trabajo
Los profesionales de todo el mundo comenzaron a teletrabajar de manera generalizada cuando la pandemia del coronavirus obligó a cerrar las oficinas.
Mientras que algunos empleados ya se han visto obligados a regresar al trabajo en diferentes países, algunas oficinas trabajan en posibles soluciones que se puedan adaptar a las medidas de distanciamiento social que habrá que mantener hasta que se encuentre una vacuna o un tratamiento eficaz.
El diseñador Mohamed Radwan ha reinventado lo que podría ser una oficina a través de cápsulas hexagonales y purificadores de aire.
Las oficinas probablemente tengan un aspecto muy diferente cuando los trabajadores regresen tras el tiempo de teletrabajo por el coronavirus. Los diseños de plantas abiertas, cocinas y cafeterías compartidas, e incluso los espacios para dormir la siesta o pasar tiempos muertos fueron en su día características de las oficinas de moda en Silicon Valley y otras partes del mundo para trabajar, pero ahora la seguridad también es una preocupación.
El arquitecto y diseñador egipcio Mohamed Radwanha creado un sistema de oficina por módulos para la vida después del COVID-19, en un proyecto llamado "Q.workntine". El mes pasado, el diseño fue reconocido con un premio en la categoría de Diseño Responsable en los Premios de Diseño de París DNA.
Estimulados por el coronavirus, los avances en la tecnología de trabajo a distancia podrían hacer que las oficinas fueran menos importantes, y algunos expertos pronostican que solo podrían utilizarse para trabajos especialmente colaborativos.
Algunas empresas, por supuesto, pueden querer preservar la cultura del lugar de trabajo. Varias firmas de diseño del Área de la Bahía de San Francisco han compartido sus planes con Business Insider, que van desde una separación adicional entre los puestos de trabajo, pasillos de un solo sentido o puestos de lavado de manos.
El diseño de Radwan utiliza algunas ideas similares, creando módulos individuales para los trabajadores.
Así funciona.
Radwan dice que el sistema de cápsulas puede soportar el mismo número de empleados.
Cada cápsula es como un cubículo en una oficina tal y como eran antes del COVID-19, pero en este caso la cápsula está sellada de los demás empleados.
En el interior, el espacio de trabajo se parece a cualquier cubículo convencional.
Las cápsulas tienen puertas automáticas que funcionan con reconocimiento facial, así que no hay necesidad de tocarlas y contaminarlas.
Los ventiladores con purificadores de aire incorporados evitan que el virus se propague entre los compañeros de trabajo.
La puerta es de acrílico, con un sello hermético.
Las cápsulas hexagonales están dispuestas en forma de colmena para que puedan acomodar diferentes diseños de oficina.
Comparadas con la distribución normal de una oficina, ocupan más o menos la misma cantidad de espacio.
Las cápsulas también pueden hacerse más grandes para adaptarse a diferentes necesidades de la oficina, como para los ejecutivos.
Las cápsulas estarán hechas de un material no poroso para una fácil desinfección.
Las cápsulas podrían ser una solución relativamente segura para los trabajadores cuyos trabajos son difíciles o imposibles de hacer en casa.
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