Dormir con tu pareja en la misma cama podría estar arruinándote el sueño, según esta encuesta

'Scary Movie 5'.
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  • Cuando los patrones del sueño se sincronizan en una pareja, esta descansa bien junta y se beneficia de las ventajas que eso conlleva para la salud.
  • En cambio, cuando hay incompatibilidad en este ámbito, o los hábitos de un miembro de la pareja despierta al otro, quizás ha llegado el momento de darse un espacio.
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¿Te cuesta dormir? ¿Tardas en conciliar el sueño o te despiertas de repente en medio de la noche? Si has intentado muchos remedios, trucos y consejos para propiciar un buen descanso y no lo consigues, quizás la clave del problema es tu pareja. Concretamente, quizás deberías dejar de dormir con ella en la misma cama.

Una encuesta realizada por The Better Sleep Council reveló una realidad muy sorprendente: el 63% de las parejas heterosexuales estadounidenses prefieren dormir apartadas (y eso puede significar, por ejemplo, que cada uno se quede en su rincón) mientras que un 25% directamente descansa en espacios separados, ya sea camas diferentes e incluso habitaciones distintas.

¿El motivo de este distanciamiento? No es que las relaciones estén en plena crisis y vayan a romper: se debe a que a los encuestados les cuesta dormir con sus parejas. Alegan problemas como ronquidos, que su pareja se meta en la cama muy tarde... Por ejemplo, un 40% se quejaba de que su media naranja se gira demasiado en medio de la noche y eso acaba molestando. Así que la solución es darse un espacio.

La encuesta descubrió además que las mujeres son las más perjudicadas de descansar en una misma cama con un compañero con hábitos de sueño incompatibles. Por ejemplo, el 42% de las participantes confesaron despertarse por los ronquidos de ellos (mientras que solo un 20% de los hombres participantes comentaron verse afectados por esta situación). 

Curiosamente, cuanto más edad tienen los miembros de una pareja, más posibilidades de que duerman separados. Solo un 3% de las parejas de entre 18-34 años duermen separadas mientras que el 16% de los encuestados de más de 55 años no tienen reparos en descansar cada uno en su espacio si eso les ayuda a conciliar el sueño.

A modo de anécdota, algunos participantes confesaron las medidas que debían tomar cuando su pareja no les dejaba dormir. Algunos optan por tomarse siestas a solas para descansar por si por la noche es imposible. Una participante admitió que "le hago llevar calcetines para que no me acabe arañando con las uñas de los pies".

Frida Rangtell, educadora especializada en el sueño, explica para Saltwireque la clave de dormir en pareja depende de una sincronización peculiar.

'Historia de un matrimonio'.
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"Diversos estudios con parejas heterosexuales indican que dormir juntos es beneficioso cuando se produce una sincronización de los patrones de despertarse-dormirse". Cuando hay esta compatibilidad, se producen beneficios para ambos como un incremento de la fase REM, que es la etapa del sueño en donde se procesan los recuerdos y aprendizajes del día. También regula y equilibra las emociones. 

En este sentido, han ido surgiendo investigaciones recientes que intentan explicar qué propicia esta sincronización de los hábitos de dormir. Una teoría apunta por ejemplo a que podrías acostumbrarte al calor corporal que emite tu pareja. Tu cuerpo de forma automática utiliza dicha calor para regular tu temperatura interna, garantizando así un buen descanso.

En cambio, si no hay sincronía, la solución práctica puede ser dormir en camas separadas. La especialista afirma que tomar esa decisión no implica que haya problemas de pareja. "Sentirse descansado es una parte integral para la vida y la salud, así que dormir separados puede ser hasta beneficioso para la pareja".

Con eso último, Rangtell hace referencia a la fase REM. Si no duermes bien, normalmente esta etapa del sueño es la más perjudicada. Por lo tanto, cada vez te cuesta más equilibrar tus emociones y es cuando te pones de mal humor por cualquier cosa. Eso implica más discusiones con la pareja y más posibilidades de que se rompa la relación. Todo esto en cambio se solucionaría tomando medidas por la noche. 

"Hay que superar la norma social de que hay que dormir siempre juntos", concluye la educadora del sueño.

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