Dos años de pandemia en España en 3 gráficos: cuán cerca o lejos está el fin del coronavirus

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Una mujer sentada en una terraza con un abanico, durante la pandemia.

REUTERS/Jon Nazca

Este viernes se cumplen 2 años desde que la enfermedad que el nuevo coronavirus provoca, conocida como COVID-19, fue declarada pandemia mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Los primeros 15 días —e incluso el primer mes— estábamos todos a la expectativa", cuenta a Business Insider España, la Dra. Yvelise Barrios, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI).

"Al principio fue todo muy improvisado. Aunque había cierta planificación, por la gripe aviar y el ébola, nunca pensamos que esto fuese a tener la explosividad que tuvo", continúa.

Esta primera impresión también la tuvieron científicos que ya estaban trabajando en identificar las bases moleculares de los coronavirus para causar enfermedades y preparar potenciales vacunas, dice Isabel Sola, científica titular y codirectora junto a Luis Enjuanes del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

"Por los antecedentes que teníamos de otros coronavirus humanos que también causaban neumonía y que eran muy parecidos a este —como el SARS y el MERS—, uno piensa siempre en el escenario más positivo", describe en una entrevista con este medio.

"¿Qué fue lo que cambió los acontecimientos? Que este virus es extraordinariamente transmisible, muchísimo más que el anterior".

El SARS de 2002 provocó 8.000 contagios y 800 muertes, pero fue fácil de controlar porque se pudo aislar a los pacientes en los hospitales. Con el SARS-CoV-2, este escenario no era una realidad, porque el patógeno es capaz de saltar de huésped en huésped incluso entre asintomáticos. 

"Al principio no pensábamos en esa posibilidad, sino que, por analogía, pensamos que más bien sería una epidemia de dimensiones más limitadas", reconoce la Dra. Sola.

Por qué ciertas personas se contagian con el COVID-19 y otras no

Desde entonces, en España se han diagnosticado hasta este martes más de 11,1 millones casos de contagio con el SARS-CoV-2. 500.000 las hospitalizaciones, 48.000 los ingresos en UCI y 100.000 muertes.

La última de las olas de casos —provocada por la variante ómicron, que es más transmisible y viral que las anteriores— dio lugar al 55% del total de casos diagnosticados en España. Pero, el impacto fuese menor en las hospitalizaciones, los ingresos en UCI y las muertes por COVID

El siguiente gráfico muestra los casos confirmados en España, los ingresos en hospitales y unidades de cuidados intensivos y muertes, desde los inicios de la pandemia.

En la primera ola, los casos no parecen coincidir con las hospitalizaciones, los ingresos en las unidades de cuidados intensivos y las cifras de fallecidos. Para entonces, ni siquiera se conocían los síntomas típicos del COVID-19, la enfermedad que el virus provocaba. Tampoco se tenían ampliamente disponibles pruebas diagnósticas.

Sin embargo, gracias a la implementación de las medidas de control y a la inmunización de la población de forma natural tras el contagio o tras las vacunas autorizadas en diciembre de ese mismo año, el impacto en las hospitalizaciones, los ingresos en UCI y los fallecidos cada vez fue siendo menor en las siguientes olas

Sobre todo con ómicron, que también parece ser menos grave que las versiones anteriores del SARS-CoV-2 —pero más eficaz para contagiar—, de acuerdo con los resultados de investigaciones ya revisadas por pares. 

"Esperamos que las próximas variantes cumplan con la evolución de los virus, que tienden a ser cada vez menos agresivos con mayor capacidad de contagio. En esta última ola, por ejemplo, sabíamos que ómicron era más leve en personas vacunadas. Aunque ha dejado una mortalidad alta, porque se ha extendido de una manera muy, muy impresionante", explica la Dra. Barrios.

La evolución de los casos de COVID-19 y sus consecuencias no han afectado a todas las comunidades autónomas de España por igual, como puedes ver en los siguientes mapas interactivos que relacionan el total de afectados con la población de cada una de las autonomías:

La Comunidad Foral de Navarra es la que más positivos de SARS-CoV-2 por cada 100.000 habitantes ha diagnosticado desde los inicios de la extensión del virus. 

Madrid ha sufrido una mayor presión en las hospitalizaciones, seguida de Castilla-La Mancha y Castilla y León. También de ingresos en UCI, aunque esta vez por delante de La Rioja y Cantabria. Sin embargo, Aragón y las castillas las que han notificado más muertes en estos 2 años por la misma proporción de población que las anteriores. 

"En Canarias, la verdad es que, al estar aislados, el aislamiento ha servido también para tener un poco menos de impacto. También la capacidad sanitaria que tenemos nosotros, pues quizás es mejor que la de otros territorios", contextualiza la Dra. Barrios. 

Aunque esto también ha traído muchos problemas en la gestión de la pandemia, señala el Dr. Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología. 

"Cuando hay un problema sanitario que es igual en Santander que en Huelva, no lo podemos tratar de forma distinta. Este es un problema de nuestra Sanidad, en la que tenemos 17 comunidades tomando decisiones que competen más al ámbito político que al ámbito científico técnico".

"El problema de la gestión en España es que el Gobierno central se quedó fuera voluntariamente para no asumir costes políticos. Y no hay más que ver qué es lo que mejor ha funcionado: la estrategia de vacunación", describe el Dr. Jaime Jesús Pérez, médico especialista en Medicina Preventiva, miembro de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

Dicha estrategia fue acordada por todas y cada una de las autonomías con el Gobierno central, de forma conjunta y centralizada. Aunque se delegó en las mismas la implementación de la estrategia.

"El mayor error en la pandemia se cometió en la primera ola, al minusvalorar lo que venía"

Paciente con COVID-19 es atendido en una carpa.

Inquam Photos/Octav Ganea via REUTERS

Tras delta —la anterior variante de preocupación, más transmisible, viral y resistente a los anticuerpos—, las medidas de relajación sugerían que cada vez se estaba más cerca del fin de las restricciones

5 meses después nos volvemos a encontrar en el mismo escenario, a las puertas incluso del fin de las mascarillas en interiores. 

"Tenemos que estar muy vigilantes para que estas medidas estén bien supervisadas y controladas para que no haya un nuevo brote o un nuevo escape. Las cifras, que claramente están bajando, están todavía a niveles alrededor de 500 por 100.000 habitantes, que en otras epidemias era algo inadmisible", advierte el Dr. Marcos López Hoyos.

"Yo lo entendería más cercanos a los niveles más bajos de riesgo", añade Jesús Perez. "125 de incidencia o similares, porque las posibilidades de coincidir con un positivo en interiores es muy baja. Pero no es el caso".

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De hecho, tan sólo un mes después de que se frenase la ola de la variante delta, llegó ómicron que "ha sido extremadamente contagiosa y ha aumentado los niveles de inmunidad natural más allá de la proporción de población inmunizada con 2 y 3 dosis de la vacuna".

Aunque, aspira la Dra. Barrios, esto nos permitirá tener un escenario favorable en el caso de que no se produzca una variante extremadamente diferente.

El gráfico siguiente muestra también los casos, los ingresos en hospitales y UCI y los fallecidos en España junto a la cantidad de vacunados, desde el inicio de la pandemia:

Haz clic en la firma de la foto para acceder al gráfico interactivo.
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Flourish

Tal y como se reflejaba en las anteriores representaciones, el impacto sobre los ingresos hospitalarios y el número de fallecidos fue menos a medida que más población estaba inmunizada contra el COVID-19. No obstante, también influyeron los niveles naturales de inmunización y las medidas de control.

Los expertos consultados por este medio insisten en no olvidar este giro de guión y los primeros meses de propagación del patógeno cuando "se confiaba pensando esto nunca nos iba a pasar", resalta la Dra. Sola. 

"Es difícil de imaginar eso cuando tienes esa conciencia de superioridad de la naturaleza", reconoce la experta.

"El mayor error en la pandemia se cometió en la primera ola, al minusvalorar lo que venía. Caímos en un europeocentrismo muy grande en el sentido en el que pensamos que esas cosas que estaban pasando en China no nos podían pasar a nosotros", recuerda el miembro de la AEV. 

"Hay que lanzar un mensaje claro, porque las personas vulnerables o las que no están vacunadas deben seguir extremando la precaución porque en ellos sí sabemos que no se da un escenario tan favorable", insiste Barrios, que cree que debemos movernos a un mundo más normalizado y empezar a preocuparnos por otros aspectos de la pandemia, como la salud mental.

La próxima primavera podría ser un punto de inflexión en el estado pandémico en España

Una mujer con una dosis de la vacuna preparada.

REUTERS/Daniel Becerril

"La evolución es hacia una situación mejor", coincide el experto de la AEV con la vocal de la Sociedad de Inmunología. 

"La inmunización de la población es muy alta —tanto por la vacunación, como porque muchos han padecido la enfermedad—. No quiere decir que no pueda haber sorpresas porque, evidentemente, una variante nueva que tenga una transmisibilidad muy alta y una mayor gravedad es posible. Pero yo creo que esta primavera va a ser muy importante y empezaremos a afrontar una fase de transición", asegura.

En ello coincide con Margarita del Val, investigadora del CSIC, que anteriormente había revelado a Business Insider Españaque en los próximos meses podría volver parte de la vieja normalidad con el fin de las restricciones para frenar la pandemia de COVID-19

"El coronavirus se quedará como un virus respiratorio más entre una población vacunada y afectará cada año a los más débiles", según Margarita del Val

"El fin de la pandemia no va a ser una cuestión de países, eso va a ser general, lógicamente. Llegar al fin de la pandemia es muy complicado", recuerda el experto en vacunas.

Con que, reconocen, aún tenemos tareas pendientes con los más necesitados y en la investigación de  antivirales más eficaces y vacunas —como la española— que eviten la infección con el SARS-CoV-2. 

"Este virus no lo vamos a poder erradicar con estas vacunas. El virus sigue circulando, igual que circulan también los coronavirus catarrales o todos los demás virus respiratorios", destaca Del Val.

"Estamos desarrollando otros modelos de vacunas distintas a las que hemos empleado hasta la fecha. Claramente se ve que no podemos estar haciendo refuerzos y refuerzos siempre con el mismo tipo de vacuna, como hemos hecho hasta ahora. Hay que buscar otras soluciones para poder inducir una respuesta más potente, más duradera y más efectiva", defiende el Dr. López Hoyos.

Metodología: Los datos de los gráficos corresponden, como su propio pie indica, a los registros del Ministerio de Sanidad de España, recopilados por Datadista y la web Our World In Data. Fueron recopilados el 7 de marzo de 2022 y actualizados dos días más tarde. No se han modificado para su representación. 

Las olas de las variantes se han señalado de acuerdo con la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y la Organización Mundial de la Salud (OMS).  

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