"Creo que nadie fue capaz de avistar el alcance de propagación que ha tenido este virus": uno de los mayores fabricantes de respiradores a nivel mundial explica cómo se afronta la situación en España

Un técnico arregla un respirador
  • La multinacional Dräger es uno de los mayores fabricantes de respiradores a nivel mundial. 
  • La filial española, Dräger Iberia, ha hablado con Business Insider España para contar cómo se están enfrentando a la crisis del coronavirus ahora que sus productos son de primera necesidad. 
  • La compañía no tiene fábrica en España, pero Dionisio Martínez de Velasco, managing director de Dräger Iberia, asegura que la multinacional prioriza el sistema sanitario español. 
  • La alta demanda está engrosando las cifras del negocio del fabricante, cuyos equipos producidos hasta la fecha "alcanzan la fabricación mundial completa realizada el año pasado". 
  • Sin embargo, eso no está siendo suficiente para cubrir la demanda, por lo que Dräger Iberia ha puesto en marcha otras iniciativas, como la habilitación de equipos de anestesia como respiradores. 
  • A pesar de que el grupo ya empezó a fabricar para China a principios de año, Martínez de Velasco asegura que "nadie fue capaz de avistar el alcance de propagación que ha tenido este virus ni los efectos que está teniendo a nivel mundial". 
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Cintillo especial Coronavirus

El primer respirador existente en el mercado fue inventado por Dräger en el año 1907 y la multinacional, fundada en 1889, puede presumir de ser uno de los mayores fabricantes de respiradores a nivel mundial. 

Su lema, "Tecnología para la vida", es ahora más cierto que nunca, ya que la crisis del coronavirus ha convertido en imprescindibles los respiradores y los equipos de protección. 

En España, la filial del grupo es Dräger Iberia, con 400 empleados y que trabaja a todo gas para garantizar la llegada de los dispositivos y trabajan para optimizar el que ya tienen en el territorio nacional, viendo como sus cifras de negocio se engrosan. 

El grupo está colaborando con las autoridades desde el comienzo de la crisis para dar respuesta a la saturación que viven los hospitales y a la necesidad de dispositivos de cuidados intensivos. 

Resultados de la búsqueda Resultados web Dionisio Martinez de Velasco, managing director de Dräger Iberia.
Resultados de la búsqueda Resultados web Dionisio Martinez de Velasco, managing director de Dräger Iberia.

"En un inicio, antes del estado de emergencia, básicamente se trataba de ver las opciones que desde nuestro Grupo de empresas podíamos ofrecer en cuanto al suministro de EPIS, principalmente mascarillas de protección FFPs y gafas de protección, productos de nuestro portafolio de nuestra división de Safety", explica a Business Insider España, Dionisio Martínez de Velasco, managing director de Dräger Iberia. 

"Posteriormente, la necesidad pasó a la disponibilidad y capacidad de suministro de respiradores de cuidados intensivos y de transporte, más tarde monitores hemodinámicos y máquinas de anestesia, a medida que se planearon en abrir nuevas camas de cuidados críticos", explica. 

¿Anticipaba el grupo la demanda? La multinacional ya aumentó su producción en enero para dar respuesta a la situación que estaba viviendo China en "la incipiente aparición del COVID-19" y fabricaron "una cantidad récord de respiradores de cuidados intensivos". Sin embargo, Martínez de Velasco asegura que nadie esperaba que el brote fuese a alcanzar estas dimensiones. 

"Sinceramente, creo que nadie fue capaz de avistar el alcance de propagación que ha tenido este virus ni los efectos que está teniendo a nivel mundial", reflexiona el managing director. 

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La escasez ha hecho que el grupo busque otras alternativas

"En un primer momento, suministramos los equipos que teníamos en stock. Iniciamos paralelamente compras de equipamiento y EPIs para intentar dar una respuesta lo más rápidamente posible. La situación en otros países era semejante a la nuestra, donde una gran demanda literalmente se originó al mismo tiempo", recuerda Martínez de Velasco. 

Sin embargo, asegura que son "muy conscientes de que la entrega de nuevos equipos por sí sola no puede resolver el problema actual de una manera inmediata".

"Por eso, estamos trabajando en otro tipo de soluciones más rápidas, como la movilización de reservas y la puesta en marcha de equipos que actualmente están fuera de servicio, pero que también pueden ayudar", señala. 

"También vale la pena considerar el uso de otros equipos existentes, como el ejemplo de las máquinas de anestesia o ventiladores de emergencia de los servicios de emergencias. No están destinados a la ventilación a largo plazo, por lo que esto requiere una adaptación de los equipos por nuestra parte, además de una formación exhaustiva a los profesionales sanitarios para su correcto uso", explica. 

La compañía también se ha coordinado con otros fabricantes para recuperar máquinas de anestesia situadas en centros estéticos, clínicas oftalmológicas, plazas de toros o clínicas veterinarias y coordinar la logística "para destinarlas a hospitales a lo largo del territorio nacional, según nos iban indicando las autoridades", señala Martínez de Velasco. 

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Sin embargo, el directivo es más prudente cuando se trata de alternativas algo más creativas y menos tradicionales. La escasez de respiradores ha desatado una oleada de iniciativas de fabricación de respiradores 3D que se han encontrado con problemas para abrirse paso en los hospitales debido a que no están aprobados por las autoridades competentes.

En España, el organismo que regula los equipos médicos que se comercializan o se ponen en funcionamiento es la Agencia Española del Medicamento de Productos Sanitarios, recuerda el managing director de Dräger Iberia. 

"Existen diferencias fundamentales entre las tecnologías utilizadas en los respiradores actuales, donde la electrónica y el software controlan la neumática, y las opciones de que se están proponiendo a través de la tecnología 3D", explica Martínez de Velasco.

"La complejidad de externalizar una fabricación de este tipo es bastante elevada, especialmente teniendo en cuenta los requisitos tecnológicos y reglamentarios aplicables a los mismos. Además, es importante señalar que la efectividad de una planta de fabricación de respiradores solo es posible gracias a una cadena de suministro perfectamente integrada con proveedores de componentes de máxima calidad", asegura. 

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Dräger no fabrica en nuestro país, pero España está entre las prioridades de la multinacional

El grupo no fabrica en España, por lo que van recibiendo equipos y EPIS, que "coordinamos con las autoridades para su priorización". 

Martínez de Velasco asegura que el no tener fábrica nacional no ha supuesto ningún problema a la hora de responder a la demanda en España.

"Nuestro grupo es consciente de la situación que se está viviendo a nivel mundial, y particularmente en cada país. Respondiendo a nuestro compromiso de responsabilidad social, los pedidos se suministran en función de la necesidad y/o la urgencia del país. Y, sin duda, abastecer al sistema sanitario español está dentro de sus prioridades"

El director ejecutivo de la multinacional, Stefan Dräger, explicó en una reciente entrevista que, si bien Alemania ha ordenado a Drägerwerk un total de 10.000 respiradores para este mes, el fabricante asegura que es de esperar un envío de al menos la misma cantidad de estos dispositivos a otros países.

A nivel mundial, la empresa cuenta con casi 15.000 empleados a nivel mundial, y de todos ellos, "un 10% trabaja en funciones directamente relacionadas con la producción, control de calidad, logística y compras de suministros".

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Martínez de Velasco explica que han "duplicado nuestro volumen de producción desde el pasado mes de febrero y llegaremos a cuadruplicarlo en las próximas semanas" 

Un respirador crítico, que son los que están instalando desde Dräger Iberia, tiene un precio que varía entre los 16.000 euros y 35.000 euros, "según la funcionalidad y las prestaciones del mismo", especifica el directivo. 

Precisamente por eso, Martínez de Velasco reconoce que su negocio no es de los que está sufriendo por la crisis. Aunque asegura que aún no tienen cifras concretas sobre cuánto ha aumentado la facturación, el total de los equipos fabricados por la multinacional hasta la fecha "alcanzan la fabricación mundial completa realizada el año pasado", revela.

Garantizar la logística, clave para no poner en peligro el abastecimiento 

"Desde que el material llega a nuestros almacenes en España hasta su puesta en funcionamiento en destino, el objetivo de Dräger es que el proceso completo tarde menos de 24 horas al tratarse de un soporte vital", explica Martínez de Velasco.  

"Somos conscientes de que la inmediatez, en este caso, es fundamental para salvar vidas", insiste. Por eso, todos los fabricantes y distribuidores de bienes esenciales insisten en el mismo mensaje: hay que proteger la cadena de suministro y la logística para no poner en peligro el abastecimiento. 

El managing director de Dräger Iberia reconoce que "ante la elevada demanda a nivel mundial de respiradores es prácticamente imposible poder cubrir la necesidad a corto plazo", señala. 

"Todas las fábricas están trabajando a plena capacidad, pero hay que contar también con la disponibilidad de los componentes. El montaje de un respirador incluye alrededor de 500 piezas que obtenemos a través de nuestra red mundial de proveedores. La mayoría son europeos, pero también proceden de América, Asia y Australia. Todos los proveedores son una parte muy importante del sistema y están certificados por las autoridades pertinentes de cada uno de estos países. Pero en ocasiones puede haber limitación de componentes, y esto hay que tenerlo en cuenta", explica. 

Sin embargo, asegura que ya "se están tomando un número importante de medidas para tratar de ayudar en la medida de lo posible y paliar esta situación". 

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