La economía española echa el freno en 2022: el PIB pasa de crecer un 2,2% a sólo un 0,3% en el primer trimestre, y el impacto de la guerra todavía no ha llegado

Un camarero atiende la terraza de un bar del centro de Madrid

Reuters

La economía española se está frenando, y eso que todavía no ha llegado el impacto de la guerra en Ucrania sobre el PIB.

El PIB se desaceleró en el primer trimestre de 2022. Si a finales de 2021 la economía rebotó un 2,2%, con más fuerza de lo esperado, en 2022 la sorpresa ha sido negativa: entre enero y marzo el avance fue de sólo un 0,3% intertrimestral.

Se trata de una diferencia de casi 2 puntos respecto al crecimiento del cuarto trimestre de 2021, según el último avance de Contabilidad Nacional, publicado hoy por el INE. 

Este peor comportamiento se explica porque los hogares españoles gastaron menos. El consumo de las familias cae en el primer trimestre, y lo hace lastrado por una inflación que encarece la vida y lleva erosionando su poder adquisitivo desde hace meses. Eso, y ómicron, que en las primeras semanas de 2022 afectó a la actividad, con caídas de la demanda en turismo o la hostelería.

En cambio, el crecimiento interanual del PIB se aceleró casi un punto en el primer trimestre, desde el 5,5% del último trimestre de 2021 al 6,4%, como consecuencia de una mayor aportación del sector exterior.

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El consumo de los hogares, motor y freno de la economía

Si a finales de 2021 fue un mayor consumo de los hogares lo que explicó la mejora de los datos, un peor comportamiento en la demanda explica la desaceleración ahora.

Para el cuarto trimestre de 2021, el INE preveía un avance del 2%, que finalmente fue del 2,2% gracias al mayor gasto de las familias (gastaron un 1,5% más). En 2022, el consumo de los hogares ha caído un 3,7%.

Es la primera tasa negativa del gasto de las familias desde el primer trimestre de 2021 y el mayor descenso desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia y el confinamiento hundieron el consumo familiar un 20,4%.

El batacazo experimentado en las compras de los hogares pudo mitigarse en parte por la fuerza del sector exterior, con las exportaciones de bienes y servicios disparándose un 20,8% gracias al repunte del turismo. 

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Pero la inflación lleva meses (desde mediados de 2021), escalando a tasas no vistas en los últimos 30-40 años, y ha terminado por inflamar la economía

Los hogares sufren cómo la cesta de la compra se encarece de forma descontrolada, mientras que sus salarios no aumentan al mismo ritmo. Y la consecuencia ha sido que consumen menos. La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB es de 3,3 puntos, cinco décimas inferior a la del cuarto trimestre.

El problema ahora está en que la guerra en Ucrania no ha supuesto sino echar más leña al fuego de la inflación, aumentando el riesgo de desequilibrios financieros. EEUU ya sufrió una contracción de su PIB del 1,4% en el primer trimestre, y las perspectivas del resto no son mejores: El Fondo Monetario Internacional pronostica que Europa está en riesgo de recesión técnica en la segunda mitad de 2022.

Hoy precisamente el Gobierno presenta su nuevo cuadro macroeconómico, donde (al fin) incorporará el impacto de la guerra en Ucrania a las previsiones de crecimiento, deuda y déficit de la economía española. 

Hasta ahora, las cuentas del Ejecutivo reflejaban una suerte de Arcadia para el PIB, ya que a pesar de la guerra en Ucrania y de que todos los organismos habían rebajado sus previsiones para España, el Gobierno seguía manteniendo que el PIB aumentaría un 7% este año. 

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