La economía de Italia es uno de los mayores riesgos para el sistema financiero mundial y podría provocar un desastre para Europa

Bandera de Italia
  • El FMI ha recortado las perspectivas de crecimiento de Italia para este año del 0,9% al 0,1%. Algunos analistas ven al país como un riesgo significativo para la estabilidad financiera de la eurozona.
  • La economía de Italia ha generado mucho debate desde el verano pasado por los temores de que su asediado sector bancario y su decreciente productividad puedan generar un desastre.
  • Los bancos de Italia todavía están cargados de préstamos improductivos y de baja calidad, lo que subraya las crecientes preocupaciones sobre si los rezagados de la zona euro podrán pagar su deuda en el futuro.

Los actuales problemas económicos de Italia no parece que vayan a desaparecer a corto plazo. La deuda incobrable del país podría, en teoría, derrumbar el sistema bancario europeo y desacelerar el crecimiento mundial.

A un nivel fundamental, Italia representa una amenaza para una eurozona ya de por sí inestable. Los bancos italianos están cargados con miles de millones de euros de préstamos incobrables, muchos de ellos gubernamentales, y los temores de contagio nunca están demasiado lejos.

La zona euro comprende los 19 países que utilizan el euro como moneda, bajo los auspicios del Banco Central Europeo. El BCE tiene la obligación de garantizar que ninguno de sus países incurra en un impago de deuda.

La deuda de Italia plantea una pregunta, según el analista Jack Allen de Capital Economics: ¿Por qué deberían las economías saludables del norte de Europa, como Alemania, continuar apoyando a la deuda italiana que técnicamente estará en riesgo de impago durante años o incluso décadas?

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"Durante los próximos diez años, creemos que la economía de Italia no crecerá porque el crecimiento de la productividad seguirá siendo débil y el empleo total caerá. Como consecuencia, la ratio de deuda pública probablemente continuará aumentando y a la larga resultará insostenible. Esto sería un problema más grave que la anterior crisis de la zona euro y podría poner en peligro una vez más la moneda única ", ha asegurado Allen a sus clientes recientemente.

Una situación similar ocurrió en Grecia después de la crisis financiera de 2008. El país estaba paralizado por su propia incapacidad para pagar su deuda. La crisis fue contenida porque la economía de Grecia es relativamente pequeña. Italia, por el contrario, es la novena economía más grande del mundo y se encuentra en el centro de la economía europea.

Un reciente informe del FMI asegura que "las pérdidas potenciales en los préstamos morosos y las reducciones del mercado de valores en el valor de los bonos estatales podrían resultar en un impacto significativo para el capital de algunos bancos".

Se ha dado mucha publicidad a los problemas del país tras la llegada de un nuevo gobierno populista el año pasado y la posterior batalla con la Comisión Europea para que aprobase su presupuesto.

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Los bancos italianos tienen alrededor de 800.000 millones de euros en deuda pública en sus cuentas y muchos tienen préstamos de riesgo en sus balances. Las instituciones italianas tienen alrededor del 8% de los préstamos morosos europeos, según las cifras de la Autoridad Bancaria Europea a finales de 2018.

Después de los italianos, los bancos franceses son los que ostentan la mayor exposición a la deuda del gobierno italiano con unos 285.000 millones de euros en manos de grandes prestamistas como Credit Agricole y BNP Paribas. En julio de 2018 había unos 481.000 millones de dólares (unos 425.000 millones de euros) de deuda del gobierno italiano en bancos no italianos, según Bloomberg.

Esto supone retomar los temores de un llamado bucle maldito que puede hacer que los gobiernos tengan que esforzarse para proteger a los bancos cuyas ganancias se vean afectadas por una caída en el valor de los bonos del gobierno debido a su propia debilidad subyacente.

"Un período prolongado de rendimientos elevados en Italia pondría más presión sobre los bancos italianos, pesaría sobre la actividad económica y empeoraría la dinámica de la deuda", según el FMI. Los intentos de las instituciones europeas para estimular los préstamos no han tenido éxito en Italia.

El país asumió aproximadamente un tercio de los 724.000 millones de euros de las llamadas LTRO o operaciones de refinanciación dirigidas a largo plazo, un producto de préstamo de bajo interés diseñado por el BCE para promover el crédito, pero aún vio una contracción en la demanda de préstamo de las empresas, según informes del Financial Times.

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La situación tampoco va a mejorar pronto. El FMI recortó las perspectivas de crecimiento de Italia para este año del 0,9% al 0,1%. El estancamiento de la economía del país y los rendimientos relativamente altos de los bonos colocan al país en una posición fiscal precaria, según un reciente estudio de Oxford Economics.

El bajo crecimiento de la productividad del país podría llevar a que la ratio de deuda pública de Italia aumente aún más a niveles insostenibles. Jack Allen sugirió que los rezagados de la economía de Europa podrían encontrarse en una recesión permanente, que podría tener peores consecuencias que la anterior crisis de la eurozona.

Uno de los pocos brotes verdes para la economía de Italia ha sido el hecho de que las cifras del índice de gerentes de compra de marzo alcanzaron sus niveles más altos desde septiembre de 2018, con los nuevos pedidos creciendo al ritmo más rápido en seis meses, según los datos de IHS Markit.

Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime

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