El destino de la economía mundial podría depender de esta empresa de la que seguramente no hayas oído hablar

Helicópteros militares enarbolando la bandera taiwanesa sobre Taiwán, que China reclama como propia. La escalada de la retórica entre China y Estados Unidos sobre Taiwán está provocando la preocupación de la mayor empresa de semiconductores del mundo.
Helicópteros militares enarbolando la bandera taiwanesa sobre Taiwán, que China reclama como propia. La escalada de la retórica entre China y Estados Unidos sobre Taiwán está provocando la preocupación de la mayor empresa de semiconductores del mundo.

Ceng Shou Yi/NurPhoto via Getty Images

  • TSMC es el mayor fabricante de procesadores del mundo y sus chips se usan desde en coches hasta en los iPhone.
  • Pero las tensiones entre China y Estados Unidos, además de la postura de China sobre Taiwán, podrían costar billones de euros a la economía mundial.

En una pequeña isla frente a la costa de China, una empresa fabrica un producto que se utiliza en todo el mundo para innumerables productos, tan variados como los ordenadores y las lavadoras.

Y mientras esa isla, Taiwán, se preocupa por la amenaza de un enfrentamiento entre Estados Unidos y China, la economía mundial contiene la respiración. Y es que la actividad económica de esa empresa asciende a billones de euros: Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, el mayor fabricante de chips del mundo, más conocido por sus siglas TSMC.

Los observadores del sector afirman que, de producirse un aumento en las tensiones entre Estados Unidos y China sobre Taiwán, esto podría lastrar enormemente a la economía mundial, dado que ninguna otra empresa fabrica chips tan avanzados en un volumen tan elevado. Si TSMC deja de funcionar, dicen, la producción de todo tipo de productos, desde coches hasta iPhones, podría detenerse.

"Si China invadiera Taiwán, supondría el mayor impacto de la historia sobre la economía mundial", explica a Business Insider Glenn O'Donnell, vicepresidente y director de investigación de Forrester. "Esto podría ser más grande que el crack de la Bolsa 1929", advierte.

¿Quién es TSMC?

Fábrica de TSMC en Nanjing, China.
Fábrica de TSMC en Nanjing, China.

VCG / Getty

Aunque TSMC puede no sea un nombre muy conocido, casi seguro que tienes algo que funciona con sus chips.

TSMC se dedica a la fundición, lo que significa que no diseña sus propios chips, sino que los produce en sus plantas de fabricación para otras empresas. 

La empresa acapara más de la mitad del mercado mundial de semiconductores, y cuando se trata de procesadores avanzados esa cifra llega, según algunas estimaciones, al 90%. De hecho, se dice que el mejor chip del principal fabricante de semiconductores de China, SMIC, está unos 5 años por detrás del más avanzado de TSMC.

Las 6 mayores consecuencias de una guerra entre China y Taiwán para el sector de la tecnología a nivel internacional

TSMC tiene como principal cliente a Apple, a la que suministra los procesadores de los iPhones. De hecho, la mayor parte de los aproximadamente 1.400 millones de procesadores para teléfonos inteligentes del mundo son producidos por TSMC, al igual que alrededor del 60% de los chips utilizados por los fabricantes de automóviles, según The Wall Street Journal.

Los semiconductores de TSMC también se utilizan en la informática de alto rendimiento. Pueden procesar rápidamente altas cantidades de datos y guiar misiles, lo que hace que la empresa sea muy valiosa a los ojos de las entidades gubernamentales.

Según William Alan Reinsch, asesor principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un grupo de expertos en seguridad nacional, el dominio de TSMC en el sector se ha convertido automáticamente en un oligopolio.

"Cuando se tiene una tecnología muy compleja, muy sofisticada y muy cara, en la que las barreras de entrada son muy altas –la construcción de una planta de fabricación cuesta miles de millones–, no se puede decidir de un día para otro entrar en ese negocio", asegura. "No es como hacer té", añade.

¿Cómo nos hemos vuelto tan dependientes de los procesadores de Taiwán?

Un procesador en un laboratorio de Taiwán.
Un procesador en un laboratorio de Taiwán.

Ann Wang/Reuters

La industria de los semiconductores tiene sus raíces en Estados Unidos, ya que gran parte de la investigación y el desarrollo se realiza en suelo estadounidense. Las empresas de otros países obtienen licencias de la tecnología fabricada en el país norteamericano.

Dylan Patel, analista jefe de la empresa de investigación y consultoría de semiconductores SemiAnalysis, señala como ejemplo la empresa neerlandesa ASML. Esta compañía produce equipos de fabricación de chips de alta gama, pero una de las tecnologías por las que es más conocida se inventó en los laboratorios nacionales de Estados Unidos.

En los últimos 30 años, los fabricantes de los países desarrollados han llegado a la conclusión de que les conviene subcontratar la fabricación de los chips, según Reinsch.

"Se construye una gran fábrica y se fabrican miles y miles de chips, y se hace en un país con salarios bajos y sin sindicatos que probablemente no tenga requisitos medioambientales", razona. "Se mantiene todo el diseño y la propiedad intelectual en casa y se realizan todas las ventas, el marketing y el servicio al cliente, y ahí es donde se gana dinero", añade.

Este enfoque ha llevado directamente al crecimiento de fundiciones de chips como TSMC y a la reducción de la producción en suelo estadounidense, destaca el experto.

Según un informe de 2021 de la Asociación de la Industria de Semiconductores, en 1990 Estados Unidos producía el 37% del suministro mundial de chips. En la actualidad, el gigante norteamericano es responsable de solo el 12% de la producción mundial de chips.

¿Por qué esto se ha convertido en un problema?

El barco Ever Given, varado en el Canal de Suez en 2021.
El barco Ever Given, varado en el Canal de Suez en 2021.

Como han demostrado la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania, depender demasiado de ciertos países puede poner en peligro las cadenas de suministro cuando surgen interrupciones. Por este motivo, muchas empresas estadounidenses están estudiando la posibilidad de deslocalizar parte de su producción a Estados Unidos para que sus cadenas de suministro sean más resistentes.

Sin embargo, el acceso de Estados Unidos a los chips de TSMC puede verse especialmente comprometido, porque aunque Taiwán es un país soberano, China reclama la isla como propia y ha amenazado con invadirla

El control de Taiwán es fundamental para el objetivo del presidente chino, Xi Jinping, de lograr un "gran rejuvenecimiento de la nación china" para 2049, cuando se cumpla el centenario de la República Popular China.

Aunque las consecuencias de una invasión podrían ser importantes, muchos expertos afirman que es cuestión de tiempo que ocurra, ya sea en 2030, 2025 o incluso a finales del próximo año

Este lunes, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha predicho que China tomaría medidas para anexionarse Taiwán en un "plazo mucho más rápido" de lo que se pensaba, señalando que podría ser más pronto que tarde. 

El gobierno de Estados Unidos ya está preparando escenarios de guerra, y en el caso de una invasión total consideraría la posibilidad de evacuar a los ingenieros especializados en la fabricación de chips, de los que tanto depende.

En las últimas semanas, la atención se ha centrado cada vez más en Taiwán y en el sector de los semiconductores debido a las normas de exportación que el gobierno estadounidense ha impuesto a China. Estas normas limitan las ventas de semiconductores fabricados con tecnología estadounidense y pretenden frenar la capacidad de China para desarrollar tecnología avanzada.

Estados Unidos y China se encuentran ahora inmersos en lo que Patel describió como "una guerra fría económica bilateral a gran escala", que probablemente tendrá graves repercusiones financieras, especialmente teniendo en cuenta lo interrelacionada que está la cadena de suministro de semiconductores.

¿Qué pasaría si China invadiese Taiwán?

Un desfile militar de China en 2020.
Un desfile militar de China en 2020.

Alexander Vilf - Host Photo via Getty Images

Taiwán espera que su negocio de semiconductores le proteja de una potencial agresión china: los dirigentes del gobiernohan calificado la industria de "escudo de silicio" contra la invasión.

Pero si China invadiera Taiwán e interrumpiese el acceso del mundo a los chips, "toda la economía mundial se detendría en seco", asegura O'Donnell. "Los semiconductores se han convertido casi en el oxígeno de la economía mundial. Sin los chips, no se puede respirar", añade.

Los efectos de esa paralización serían "económicamente devastadores", afirma Martijn Rasser, antiguo oficial superior de inteligencia de la CIA que ahora es experto en seguridad y tecnología del Center for a New American Security, un grupo de reflexión progresista.

 

"Estaríamos ante pérdidas económicas de billones de dólares", declara a Business Insider.

El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos está de acuerdo y, en julio, el secretario de Comercio de Estados Unidos admitió que el país se enfrentaría a una "recesión profunda e inmediata" si las empresas estadounidenses dejaran de tener acceso a estos chips. Consecuencias que podrían ser similares en el resto del mundo.

Algunos expertos han especulado que, en caso de invasión, las instalaciones de fabricación de chips serían destruidas intencionadamente para que China no pudiera acceder a ellas.

La destrucción de esas instalaciones, o la imposibilidad de acceder a sus chips, podría tener importantes implicaciones para la seguridad nacional, como cree Rasser.

"Todos los sistemas militares de los que dependemos tienen muchísimos semiconductores. Empezaría a afectar a nuestra capacidad de mantener los sistemas de armas existentes, actualizarlos y construir otros nuevos", admite.

Teniendo en cuenta que Estados Unidos se ha comprometido a defender a Taiwán en caso de una invasión china, este impacto en las capacidades de defensa de Estados Unidos podría ser especialmente significativo.

Pero aunque una invasión china de Taiwán produciría los efectos más graves, Rasser afirma que no haría falta necesariamente una invasión para que el acceso a los chips del mundo quedara bloqueado. Además de realizar inversiones en empresas taiwanesas y de robarles sus trabajadores, China podría establecer un bloqueo en la isla que podría dejar al mundo sin suministros de semiconductores.

¿Cuál es la solución?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con el consejero delegado de Samsung, Jong-Hee Han.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con el consejero delegado de Samsung, Jong-Hee Han.

Moncloa

Estados Unidos está tomando algunas medidas para depender menos de Taiwán. En julio, por ejemplo, el Congreso aprobó la Ley CHIPS, que incluye casi 53.000 millones de dólares en subvenciones y exenciones fiscales en un esfuerzo por impulsar la fabricación de chips en Estados Unidos.

Algunas empresas ya han empezado a construir instalaciones en Estados Unidos: Intel está construyendo 2 fábricas de 20.000 millones de dólares en Ohio, Micron ha prometido gastar hasta 100.000 millones de dólares en una enorme fábrica de chips en el norte del estado de Nueva York.

Además, Samsung está construyendo una fábrica de 17.000 millones de dólares en Texas y TSMC está construyendo una planta de 12.000 millones de dólares en Arizona.

En el caso de España, también está tomando medidas para incentivar la producción nacional de semiconductores a través del conocido como PERTE Chip, dotado con 12.250 millones de euros. En última instancia, busca que España se convierta en una pieza clave dentro de la estrategia europea para atraer el 20% de la fabricación global de chips mediante incentivos a las empresas privadas.

Además, España contempla potenciar el diseño de microprocesadores en España mediante la creación de empresas con un modelo sin fábricas e incluso que se construyan plantas de fabricación con capacidades inferiores a los 5 nanómetros, una de las arquitecturas más avanzadas en la actualidad.

TSMC también está construyendo una nueva instalación en Japón, que producirá los chips menos avanzados que necesita la industria del automóvil. 

El Wall Street Journalinformó de que las autoridades japonesas habían señalado que les gustaría que TSMC ampliara su presencia allí añadiendo capacidad para chips avanzados también, otra señal de que las potencias mundiales se están volviendo cautelosas ante el riesgo geopolítico de Taiwán.

Pero O'Donnell advierte de que sería prematuro celebrar el fin de la escasez de chips o de la dependencia de los chips taiwaneses. Las propias fábricas requieren un equipamiento que escasea debido, precisamente, a la escasez de chips. Y además, esas plantas tardan años en construirse y ponerse en marcha.

"Tras empezar el proceso, no vas a conseguir chips hasta dentro de 3 años como mínimo", asegura.

Además, siguen existiendo obstáculos para reducir sustancialmente la dependencia de los países occidentales de TSMC. Aunque las subvenciones y las exenciones fiscales ayudarán, es posible que Taiwán siga siendo la opción más barata para las empresas

Y, al menos de momento, es probable que los chips de TSMC sean también de mayor calidad. Dado que TSMC está "realmente a la vanguardia", dijo Rasser, los chips producidos en países occidentales por Intel, por ejemplo, "no serían tan sofisticados" como los fabricados en Taiwán.

Aunque la producción de estos chips de menor calidad reduciría en cierta medida la dependencia internacional de Taiwán, los países occidentales tienen un déficit de mano de obra cualificada necesaria para aumentar la producción.

Este es un problema al que se enfrentan las empresas de este sector en todo el mundo. Rasser afirma que será necesario mejorar la formación y la educación para cubrir esta carencia.

Por estas razones, podrían pasar "años y potencialmente décadas" antes de que los países occidentales puedan declararse independientes de Taiwán en la fabricación de chips.

Mientras tanto, el mundo cruza los dedos para que la perturbación de la economía que generaría una invasión a Taiwán no se produzca.

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