La economía mundial se va a dividir en dos grandes áreas comerciales y el Viejo Continente tendrá que elegir: "Europa no tiene capacidad para vivir al margen del mundo"

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

REUTERS/Lukas Barth

  • Los shocks económicos de la última década, desde la crisis financiera hasta las tensiones entre Estados Unidos y China en torno a Taiwán, hacen inevitable el replanteamiento de la producción internacional.
  • Los expertos creen que el mundo se va a dividir esta vez en dos áreas comerciales óptimas, lideradas por las dos economías más grandes del mundo.
  • Europa no tiene capacidad por sí sola para representar uno de estos bloques y tendrá que elegir entre Estados Unidos y China.
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La propagación del coronavirus y la guerra de Rusia en Ucraniahan hecho volar por los aires muchas de las estructuras que sostenían la estabilidad internacionalnecesaria para seguir adelante con la globalización. Aunque los shocks económicos más sonados de la última década ya lo habían advertido a su manera: la crisis financiera, la guerra comercial, el Brexit... 

"Es la lógica de la globalización", dice en una entrevista con Business Insider España el economista, profesor e investigador de la Universidad de Zaragoza, José María Serrano Sanz. "Todo esto no es un efecto de la crisis sanitaria, como no fue un efecto de la crisis financiera. Han sido aceleradores".

La necesidad de reorganizarse venía de antes y estos shocks lo único que han hecho es poner de manifiesto los riesgos del sistema actual y acelerar la reestructuración de la escena económica internacional, explica la catedrática en Economía Aplicada, Rosario Gandoy. 

De esta forma, van a quedar en el mundo dos grandes áreas económicas lideradas, en un principio, por Estados Unidos y China

Si bien algunos expertos en la cadena de suministro, como Gonzalo de Oña, managing director de Accenture, creen que es demasiado pronto para hablar de bloques, todos están de acuerdo en que el replanteamiento de la producción mundial es inevitable.

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El problema está en que el líder, EEUU, cree que la mejor forma de hacerlo ahora mismo es favoreciendo a aliados estratégicos, con una técnica que han bautizado como friendshoring o o socios-amigos. Pero no siempre se acertará con quién o cómo elegir a los aliados y eso puede tener un coste (muy) alto. 

"Es un proceso caro. Como colectivo, nos va a hacer vivir peor, porque vas a tener el teléfono móvil un poco más caro que si se fabricase en China. Y no se hace de un día para otro. Pero nos vamos a asegurar de tener lo que necesitamos", explicaba el economista en un anterior reportaje de Business Insider España.

De hecho, EEUU recientemente ha impulsado un acuerdo con sus socios preferentes para el ensamblaje de coches eléctricos en Norteamérica. En este escenario, Japón y Corea del Sur podrían reclamar que se les considere aliados geopolíticos. Europa ya lo ha hecho.

Además, los economistas están advirtiendo de las consecuencias que traería consigo excluir al más incompatible de los socios comerciales: China. A pesar de las discrepancias, el gigante asiático es el tercer cliente más grande de las exportaciones del propio EEUU. 

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Con este telón de fondo, la estrategia más extendida es la que los expertos han denominado nearshoring o acortamiento de las cadenas globales de valor, que es el mecanismo que mueve la producción internacional. De esta forma, los centros de producción estarían más cerca del consumidor final. 

España, por ejemplo, ha aumentado sus acuerdos preferentes con socios europeos en detrimento de los establecidos con países del resto del mundo —excluyendo a los principales actores, a Japón y el este y sudeste asiático—. 

Este escenario dejaría también grandes áreas económicas, con socios preferentes y cadenas de suministro más seguras y transparentes —que permitan rastrear de dónde vienen los insumos—. Aunque avanzar en esta resiliencia probablemente se materializará en los costes para las empresas y los precios para los consumidores, tal como había informado Business Insider España.

"El mundo se va a reconfigurar en grandes áreas económicas y comerciales porque ahora estamos descubriendo que lo único importante no es tener productos baratos, sino simplemente tener productos. Cuando la seguridad no está garantizada, empiezas a pensar que la seguridad vale más que el precio. Y, cuando interesa la seguridad, el mundo de la globalización pierde enteros", explica Serrano Sanz.

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De acuerdo con Gandoy, la dependencia que tenemos de productos intermedios y finales chinos es una vulnerabilidad para las economías occidentales. Sobre todo, explica, porque se depende de un socio del que no te puedes fiar mucho porque no sigue los principios de mercado.

Por esta razón, los analistas están bautizando estas áreas comerciales como las nuevas áreas monetarias óptimas, categorizadas por el Nobel de Economía Paul Krugman. Son grupos que comparten reglas, valores y hasta una visión del mundo. 

"Vas a confiar más en el socio que lo que confías en el otro que tiene una forma de ver el mundo completamente distinta a la tuya. Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, ya dijo que las instituciones de cooperación internacionales no deberían estar abiertas sólo a aquellos que dicen que se comprometen, sino a los que comparten una misma filosofía", cuenta el economista.

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Según Gandoy, este es un primer paso para la autonomía estratégica, que es lo que supone en última instancia producir en Europa y Estados Unidos aquellos bienes que consideran esenciales. Aunque en Europa se pretende conseguir esquivando el proteccionismo e impulsando la producción de los insumos más vulnerables.

"No es lo mismo depender de Francia, que está también en la Unión Europea, que sigue las mismas normas y tiene instituciones comunes, que depender de China o de Rusia. Eso significa acercarnos más a los vecinos y acortar las cadenas globales de valor", coincide Gandoy.

Al menos a medio plazo, Estados Unidos es la mejor opción para Europa

Está claro que Europa no tiene capacidad por sí sola para liderar un bloque económico en la situación económica actual. 

"¿Quién está más despistada en este momento? Europa, que era la que estaba viviendo de la sopa boba. Europa quería tener lo mejor de los dos mundos: que EEUU te proteja y pague gastos, que el gas te lo de barato Rusia y China los teléfonos móviles", ejemplifica. 

"Ahora resulta que Rusia puede no dártelo ni barato ni caro, y que los chips de China igual ni vienen. Europa por sí sola no tiene capacidad para vivir al margen del mundo".

Alemania, por ejemplo, se volcó a exportar hacia el Este y conseguir inputs lo más baratos posibles de China, mientras Rusia le proporcionaba la energía. Serrano Sanz explica a Business Insider España que muchos economistas llevaban años advirtiendo de que Alemania necesitaba una alternativa al gas ruso. Ni caso. Y ahora la señalan como el eslabón débil de la economía europea.

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"Nada de esto se improvisa. Se hará, pero se hará muy lentamente. Por tanto, sí, vienen tiempos difíciles", advierte el experto, que cree que Europa a medio plazo mira más hacia EEUU.

"El lugar de España está en Europa, efectivamente, y el de Europa en Estados Unidos. Esa es el área de comercio a medio plazo para nosotros", apuesta el economista experto en sector exterior.

Por lo tanto, los dos bloques quedan claramente liderados por los protagonistas de la guerra comercial: Estados Unidos y China. Aunque Asia podría fragmentarse, teniendo en cuenta la presencia de India y países como Malasia e Indonesia, que pronto van a superar a los europeos. 

"Ahora están situándose en países de los que necesitan tener materias primas o combustibles, y en las rutas comerciales que necesitan preservar para vender sus productos por el resto del mundo", cuenta el economista. 

De ahí el conflicto con Taiwán.

Las tensiones entre la potencia hegemónica y la emergente son una preocupación constante, pero el nuevo punto caliente entre las dos economías podrían estar obligando ya a los países a elegir un bloque exclusivo. El gigante asiático considera la isla autogobernada parte inalienable de su territorio y, para el mundo, Taiwán es un fabricante de productos estratégicos clave que no se puede abandonar.

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