Los peligrosos efectos en tu cuerpo de comer demasiado atún en lata, una de las conservas más socorridas

Lata de atún

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  • El atún en lata es una de las conservas más socorridas si no tienes tiempo para cocinar o quieres incorporar proteína y omega-3 a tus ensaladas, pero pasarte con la frecuencia de su consumo puede acarrear efectos secundarios negativos.
  • Estas son las consecuencias para tu organismo de comer demasiado atún enlatado, cuyo principal problema reside en que este pescado graso es alto en mercurio. 
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¿Es malo comer atún en lata? La respuesta corta es no, pero todo reside en la frecuencia con la que eches mano de esta conserva, una de las más consumidas en nuestro país. Este pescado azul típico de los meses de verano genera un 20% de los ingresos de la pesca marítima mundial. España es la líder europea en flota atunera y segundo productor mundial de conservas, según Efeagro.

Echándole un vistazo a sus beneficios nutricionales, el atún es un pescado graso rico en proteína magra y ácidos grasos Omega 3, caracterizado también por una importante presencia de vitaminas del grupo B: B2, B3, B6, B9 y B12, además de vitaminas liposolubles A y D. Su niacina reduce el colesterol y sus nutrientes son buenos para la piel, la memoria, el corazón o el estado de ánimo.

Mercurio: el problema de los pescados azules de gran tamaño

Ahora bien, hay cierta letra pequeña o reverso oscuro en el consumo de atún. Al tratarse de un pez graso de gran tamaño, el problema reside en la cantidad de mercurio, un metal tóxico y pesado que pasa a tu organismo. 

Analizando la presencia de mercurio entre productos frescos, la OCU determinó que el atún y el pez espada son los pescados con mayor cantidad del metal al tratarse de peces predadores, grandees y longevos. Mientras, almejas, calamares, pulpo, langostino, lenguado o salmón presentan proporciones mucho más bajas. 

Por ello, la Asociación Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) recomienda a los grupos de población especialmente vulnerables no consumir pescados como el atún: estos segmentos son las mujeres en edad fértil, especialmente embarazadas y en período de lactancia, así como niños menores de 30 meses de edad. 

Los peces grandes, como el atún, pueden tener concentraciones de mercurio en sus cuerpos que son 10.000 veces más altas que las de su hábitat circundante.

¿Qué sucede cuando comes mucho mercurio? DesdeEat This Not That detallan 4 efectos secundarios de comer mucho atún en lata que harán que te lo pienses dos veces.

Problemas cognitivos en bebés

Atún en lata

Ingerir demasiado mercurio durante el embarazo puede ser peligroso para los bebés recién nacidos, así como los niños pequeños. A medida que el cerebro de un niño se desarrolla, absorbe rápidamente los nutrientes y el mercurio puede causar problemas de aprendizaje y retrasos en el desarrollo. 

Merma de la fertilidad

En los bebés, las dosis altas de la sustancia química pueden provocar problemas cognitivos como parálisis cerebral y ceguera. También existen estudios, como este de 2019, que apuntan a que una exposición excesiva podría causar problemas de fertilidad.

Hipertensión desbocada

Otras investigaciones han demostrado que la exposición al mercurio está relacionada con la presión arterial alta, así como niveles más altos de colesterol malo LDL y un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón. 

Pero eso no es todo: el mercurio también se ha relacionado con temblores, entumecimiento de las extremidades, dificultad para caminar, falta de coordinación, debilidad muscular y problemas de memoria y visión en adultos. 

¿Cuánto atún en lata debo comer a la semana?

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, lo recomendable es limitar el consumo en personas adultas sanas a dos latas de atún a la semana como máximo. Las embarazadas no deben comer atún fresco, y deben limitar el de lata a unos 170 gramos semanales, según las recomendaciones de la FDA. 

Quienes incluyan pescado en su dieta pueden complementar la ingesta de atún con otros pescados azules con mucho menos mercurio como el salmón, el arenque, la sardina o la anchoa. En los seres humanos, si los niveles de mercurio en la sangre son altos, pueden tardar hasta 6 meses o más en reducirse a un nivel seguro.

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