Participación récord, jóvenes en el debate, techos electorales y una jornada tensa: 6 claves a tener en cuenta de cara al 4M, unas elecciones en las que "todo está en el aire"

Las elecciones a la Asamblea de Madrid del 4 de mayo son atípicas por varias razones.

Se celebran en pandemia, en día laborable, y son anticipadas. Los sondeos prevén unos resultados ajustadísimos, la convocatoria de los comicios ha hecho que dé un paso atrás un vicepresidente del Gobierno, e incluso un debate electoral en la Ser acabó saltando por los aires a cuenta de las mofas que la candidata de Vox hizo de una amenaza de muerte contra altos cargos del Ejecutivo.

La campaña para el 4M se ha convertido en un laboratorio electoral sobre radicalización y el resultado de las urnas podría suponer un paso más hacia la extinción de organizaciones que, hasta hace no mucho, podían aupar o hacer caer gobiernos.

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También confirma el interés que suscitan las elecciones madrileñas por su impacto en la política nacional, a pesar de que en buena parte de España los ciudadanos sigan con resignación una campaña que directamente ni les va ni les viene.

Este 4M hay muchas cosas en juego, como el futuro inmediato del debate político en todo el país. Por esa razón, Business Insider España ha consultado con varios politólogos cuáles son los factores a tener en cuenta de cara a esta convocatoria electoral. 

Han respondido Ignacio Jurado, investigador y politólogo de la Carlos III de Madrid; Xavier Pastor, profesor de Ciencias Políticas de la Universitat Oberta de Catalunya; y Ramón Mateo, director del gabinete beBartlet.

Estas son sus conclusiones.

Habrá mucha movilización

Sondeos y especialistas coinciden. El 4 de mayo se registrará una participación récord, frente a todo pronóstico: al convocarse elecciones entre semana cabía esperar que la participación cayese en picado. En mayo de 2019 la participación en las autonómicas en Madrid fue del 64,27%. Hay que remontarse a 2003 para encontrar una cifra inferior.

Uno de los expertos que vaticinan una participación "récord" es Narciso Michavila, presidente de la consultora GAD3, que así lo planteó en un podcast del diario El Confidencial. Fue más allá: la última vez que se votó entre semana en unas elecciones madrileñas fue un miércoles de junio de 1987 y ganó el socialista Joaquín Leguina.

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Ignacio Jurado insiste en la misma idea en conversación con Business Insider España. "Son elecciones en pandemia, lo que hace que sean un poco distintas. La movilización según las encuestas va a ser altísima, lo que contradice lo que hemos visto en otros sitios", destaca.

Jurado habla de "3 obstáculos": la pandemia, que la convocatoria sea entre semana y que no se han convocado el mismo día otras elecciones —como unas municipales o unas generales—. El hecho de que se plantee este escenario de participación lleva a pensar que estas elecciones serán, sin duda, todavía más atípicas.

Los jóvenes centran el debate

Ramón Mateo, de beBartlet, descarta la posibilidad de que los jóvenes puedan ser determinantes a la hora de decantar el resultado de las elecciones a uno u otro lado. "20.000 personas que acaban de cumplir 18 años van a votar. En términos numéricos no es algo muy elevado. Y los jóvenes de entre 18 y 24 años suponen apenas el 9% del censo".

Pero "sí es verdad que los jóvenes van a tener un papel destacado" en el debate hasta la apertura de urnas. "Muchas polémicas han tenido a los jóvenes en el centro", expone el politólogo, recordando casos como las fiestas en plena pandemia. También ha habido "mensajes positivos". "Pero en los últimos tiempos se ha intentado jugar con la imagen de los jóvenes en los discursos de algunos partidos", por lo que indudablemente van a estar presentes en campaña.

Jurado también destaca que ese "voto joven" no suele ir a parar a organizaciones como el PP, mientras que el profesor de la UOC, Xavier Pastor, hace un alto en el camino. "La gente joven sigue lejos de la política", resume. Mantienen unas "afinidades o intereses" que no son similares a las de los adultos. "Vamos a ver que los jóvenes se decantarán por posturas más radicales, tanto de izquierdas como de derechas".

El efecto Iglesias se desinfla

Una de las primeras reacciones a la convocatoria de elecciones fue la de Pablo Iglesias. El secretario general de Podemos y hasta entonces vicepresidente segundo del Gobierno del país anunció que daba un paso atrás para convertirse en el candidato de la formación morada a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

En aquel momento Unidas Podemos corría el serio riesgo de no entrar en la Asamblea de Madrid al no superar el 5% de los votos exigibles, al tratarse de unas elecciones con circunscripción única. Ahora los sondeos dan por garantizada su supervivencia, aunque como la última fuerza del bloque de izquierdas por detrás de PSOE y Más Madrid.

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Ramón Mateo reflejaba en su opinión que el movimiento de Iglesias de saltar a la arena madrileña era "arriesgado". "Podemos ha puesto toda la carne en el asador". Pero tanto él como su compañero Jurado coinciden en que ese efecto, o se ha templado, o ha estado por debajo de lo que se esperaba. "Parece que de alguna manera ha dejado de surtir efecto y la organización recurre más a sus ministras, como Yolanda Díaz".

Jurado recuerda que aun así la entrada de Podemos en la Asamblea ya se da por hecha "y no es un asunto menor". Quizá ese famoso "efecto Iglesias" hubiese sido otro si la maniobra del político hubiese granjeado una lista única entre Unidas Podemos y Más Madrid como fue su intención inicial.

Sin embargo, los expertos respondieron a estas preguntas horas antes de que Pablo Iglesias abandonase un tenso debate electoral en la cadena Ser después de que la candidata de la ultraderecha banalizara y dudara sobre unas amenazas de muerte que tanto el propio Iglesias como el propio ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, así como la directora de la Guardia Civil, María Gámez, sufrieron el jueves.

El PSOE, contra su techo electoral

Desde el año 87 el PSOE no ganaba las elecciones. El propio Ángel Gabilondo consiguió reeditar el hito en 2019, aunque finalmente Díaz Ayuso logró gobernar tras un acuerdo con Ciudadanos y Vox.

"Solemos sacar conclusiones muy arquetípicas sobre a quién beneficia que haya movilización", expone Jurado. Cuando la participación es alta es porque "se movilizan los dos bloques", advierte. 

Cuando Ayuso convocó elecciones esperaba cosechar un resultado que le permitiese gobernar sola, sin el apoyo de nadie más. Para eso necesitaría una mayoría absoluta que cada vez se le antoja más complicada. El PSOE, sin embargo, desde Leguina no consigue sumar más de cuarenta escaños. "Tiene un techo electoral", explica Xavier Pastor.

"En 2011 el PP sacó 72, cuando gobernaba todavía Zapatero", lo que sirve para entender que el techo del PP en la Comunidad de Madrid es muchísimo más alto. El PSOE es consciente de ello, y por eso cuenta con el respaldo y apoyo de fuerzas como Más Madrid y Unidas Podemos.

Una campaña reventada por la extrema derecha

De la misma manera, el propio Pastor se expresaba así con respecto al primer debate que se celebró en Telemadrid la semana pasada. "Cuando vemos un debate debemos reconocerlo, todos queremos ver esa confrontación. Pero si es tan constante y repetitiva nos aleja. Es como cuando alguien te cuenta un chiste y lo repite muchas veces".

Esa confrontación llegó un paso más allá y superó muchos límites el pasado viernes, cuando Iglesias recordaba que había recibido una carta con balas en su antiguo ministerio. La candidata de la ultraderecha eludió solidarizarse con él alegando a que es difícil de creer a Iglesias y al Gobierno. Esto provocó que de forma inmediata el candidato de Unidas Podemos abandonase el estudio de la Cadena Ser en el que se estaba celebrando el debate.

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Esta actitud se suma al cartel que la misma candidatura radical puso en las instalaciones de acceso a Metro de Madrid en la Puerta del Sol, en la que se exponía el presunto dinero que percibe un menor extranjero no acompañado en comparación con el que percibe una pensionista. Los datos se demostraron falsos, pero de nuevo la campaña cayó en un marco alejado de propuestas y datos.

Esto se explica con que el peso de las emociones siempre ha sido determinante en política, detalla Pastor. "La gente hace más caso de las opiniones, de los relatos, que de los datos".

Todo en el aire

La campaña electoral del PSOE, el punto de inflexión que supuso el debate en la Ser, la posibilidad de que Ayuso muera de éxito en caso de que Vox no consiga entrar en la Asamblea. Todos son escenarios más o menos probables, que no imposible.

"Quién tiene más que perder es el PP porque tenía el gobierno, pero es probable que no ocurra. Ayuso saldrá reforzada al ser la más votada", destaca Ignacio Jurado. A nivel interno, Xavier Pastor lee cómo Pablo Casado impulsa y activa a Ayuso como contrapeso a otros barones populares, como es el caso del presidente gallego, Feijoo, que con otra estrategia consiguió espléndidos resultados electorales en Galicia.

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Pero Pastor también lanza una advertencia. Toda la política española se concentra en Madrid. ¿Cómo repercutirá en el tablero nacional los resultados que salgan del 4M? "Las dinámicas de Madrid tienen sus particularidades y la digestión de los resultados tendrá consecuencias", responde Ramón Mateo, quien concluye:

"Realmente está todo muy en el aire".