7 claves del resultado de las elecciones en Portugal y cómo se pueden 'traducir' en España

Pedro Sánchez y António Costa, líderes socialistas de España y Portugal durante la reunión anual de Partidos Socialistas europeos en Lisboa en 2018.
Pedro Sánchez y António Costa, líderes socialistas de España y Portugal durante la reunión anual de Partidos Socialistas europeos en Lisboa en 2018.
  • El Partido Socialista (PS) portugués gana las elecciones generales de 2019, pero no consigue la mayoría. 
  • Los socialistas necesitarán volver a contar con apoyos para formar Gobierno. 
  • Tras estas elecciones, por primera vez, irrumpe la ultraderecha en el Parlamento portugués. 
  • Así se reflejarían en España las estrategias y el escenario político de la vía portuguesa. 
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El Partido Socialista (PS) portugués, liderado por António Costa, ha conseguido la victoria en las elecciones de 2019. Sin embargo, sigue sin tener la mayoría para gobernar y, por lo tanto, necesitará apoyos para constituir el ejecutivo.

A diferencia de las elecciones de 2015, donde por primera vez en la historia de la democracia portuguesa la izquierda se puso de acuerdo para formar Gobierno, Costa se resiste ahora a otra geringonçanombre que recibieron los acuerdos entre el PS, Bloco de Esquerda (BE), Partido Comunista (PCP) y los Verdes (PEV) (que se presenta en coalición con los comunistas).

Muy a pesar de la crítica, la unión de izquierdas se mantuvo durante los 4 años de mandato. Sin embargo ahora el panorama vuelve a cambiar con la sonada victoria de los socialistas y la resistencia de Bloco como tercera fuerza política.

Aunque unos pasos por detrás del resto de países de Europa, los sucesos políticos de Portugal han condicionado las propias investigaciones previas de las coaliciones y han conseguido desmontar los mitos de "voto, office, y policies" como se refleja un estudio del politólogo Marco Lisi.

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Para entender el histórico pacto de izquierdas, a las estrategias tradicionales se suman la lucha contra la austeridad de los partidos de izquierda (independientemente de sus intereses o posición en el espectro ideológico) y una crisis económica que minó la gestión e imagen del gobierno de derechas. 

Por si fuera poca la tensión, cuentan por primera vez con la ultraderecha en el Parlamento —el único de Europa que hasta ahora no tenía a la extrema derecha en el órgano legislativo—; la derecha tradicional se escalabra en el reparto y la abstención parece haber sido un importante condicionante para plasmar el nuevo panorama.

A continuación puedes leer las claves para entender el resultado de las elecciones en Portugal:

Claro triunfo socialista, aunque sin una mayoría absoluta que tampoco parece estar cerca para Pedro Sánchez

António Costa, líder del Partido Socialista portugués.
António Costa, líder del Partido Socialista portugués.

El PS gana las elecciones con el 36,6% de los votos y 106 escaños (86 en 2015), seguido del Partido Socialdemócrata (PSD), con el 28% y 77 escaños; BE, 9,7% y 19 escaños (igual que en 2015); PC, 6,7% y 12 (5 menos); CDS, 4,2% y 5 escaños; PAN, 3,3% y 4 diputados (gana 3), y las nuevas entradas de Iniciativa Liberal, Chega y Livre, un diputado cada uno. PSD y CDS fueron juntos en 2015 y obtuvieron 107 escaños por los 82 que suman en total en 2019.

Sin la mayoría, los socialistas vuelven a necesitar apoyo. 

El caso de España no fue diferente. Podemos exigía una coalición para apoyar a Sánchez. Un intento de geringonça evidentemente fallido. En Portugal, el BE que se planta como tercera fuerza manteniendo incluso el resultado de 2015 podría exigirle lo mismo a los socialistas

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Una abstención histórica que podría darse también en España

Abstención en las elecciones

El país ha marcado también en estas urnas un histórico en abstención donde la izquierda no se ha visto afectada —como suele suceder en España. Estas elecciones ha sido de un 49% de abstencionistas que daban por sentado el resultado electoral que sentenciaban y acertaron las encuestas.

Por ende, se pone en cuestión que si en España el nivel de abstención sube respecto a las elecciones anteriores, podría poner en peligro las posibilidades de formar Gobierno que hasta ahora tenía Sánchez. 

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Irrupción de la ultraderecha

Santiago Abascal, líder de Vox
Santiago Abascal, líder de Vox

Por primera vez y con bastante retraso respecto al resto de países europeos, el partido de ultraderecha portugués consigue entrar en el Parlamento. Chega (Basta, en su traducción al castellano) está liderado por André Ventura, exconsejal del PSD.

En España, Vox ya consiguió en las pasadas elecciones no sólo posicionarse dentro del panorama político sino condicionar las estrategias políticas de los populares. Además, ha conseguido entrar en ejecutivos de comunidades autónomas como Andalucía, Murcia e incluso en la propia capital del reino, Madrid

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La fragmentación ha pasado fractura a la derecha en Portugal

Rui Rio, líder socialdemócrata portugués.
Rui Rio, líder socialdemócrata portugués.

Esta vez, la derecha se ha presentado por separado en las elecciones como se ha mencionado anteriormente. Sus resultados han sido un reflejo de esta ruptura y de la fragmentación que hay en el espectro político, tal y como indica el estudio. La polarización por las medidas de austeridad en Portugal y la crisis han complicado el camino de la derecha en su reestructuración y sus estrategias políticas. 

En España, ante la insistencia de un Partido Popular que baila en sus estrategias políticas entre el control del electorado de centro derecha y los más radicales ha propuesto todo lo contrario. Intentaba reforzar la coalición España Suma, como en Navarra Suma para reforzar la derecha española, pero las reticencias de Ciudadanos a esta posibilidad han minado sus esperanzas. 

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Eso sí, Ciudadanos, en el espectro centro-derecha español, acaba de proponer ir en coalición con UPyD

Un pacto de izquierdas también posible en España... siempre que los partidos se pongan de acuerdo en fondo y forma

António Costa, líder del Partido Socialista portugués.
António Costa, líder del Partido Socialista portugués.

Con el acuerdo al que llegaron PS, Bloco y PCP en 2015, los socialistas consiguieron teñir de progreso el ejecutivo. Eliminaron las políticas más simbólicas del anterior Gobierno centrándose especialmente en cuestiones sociales. Pero Costa no se decantó por todas las medidas del acuerdo con el resto de la izquierda. Y ahí es donde la influencia del líder es incondicional para redirigir las estrategias del partido.   

En España no se puede hacer mención a ningún tipo de acuerdo, porque ninguna de las posibilidades que entraban en el abanico de los partidos de izquierdas ha sido aceptada por el otro. Y por ello ahora se va a una repetición electoral. 

El estudio de Lisi sí que hace referencia y cuestiona si ahora podría pasar algo similar a los diálogos y propuestas de apoyo externo de Izquierda Unida a Zapatero en 2014. Sin embargo, aquí vuelve a entrar la cuestión de crisis económica y la rendición de cuentas del electorado tanto como la estrategia del líder del partido. 

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Estrategias diferentes entre los líderes socialistas

António Costa, líder del Partido Socialista portugués hablándole al pueblo tras las elecciones de 2015
António Costa, líder del Partido Socialista portugués hablándole al pueblo tras las elecciones de 2015

Una vez tendido a la izquierda en el espectro político y alejado de las políticas de austeridad, Costa se centró en fortalecer políticas internacionales, especialmente con la UE. Esto hizo que cayera el mito de que Portugal se contagiaría de las políticas antieruopeas especialmente del PCP.

Pero el apoyo recibido no ha sido suficiente para una mayoría y aunque ha conseguido aunar políticas sociales y socialdemócratas en cuestiones económicas, y ya el país no atraviesa una crisis que condicione el panorama político, sigue necesitando apoyos.

En el caso de Pedro Sánchez, la tendencia del partido ha ido más bien a centro-izquierda cuando incluso en una entrevista con Efe afirmaba que pretendía recoger a los liberales que Albert Rivera, líder de Ciudadanos, había dejado "huérfanos". 

Es decir, a diferencia de los socialistas de Portugal, antes que alejarse de las políticas de austeridad de la derecha, se acerca al centro para fortalecer la estrategia de maximización de votos.

Hasta ahora, tras los resultados de las elecciones generales de abril de 2019, Sánchez sigue necesitando apoyo y, por si fuera poco, la fragmentación de izquierdas e incluso centro-izquierda con Errejón es más que evidente y difícil de resolver. El nuevo líder ya advierte que si no es en coalición, o con una carta a cambio, no apoyará a Sánchez. 

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Costa tiene en su mano múltiples formas de Gobierno

António Costa, líder del Partido Socialista portugués hablando en el Parlamento
António Costa, líder del Partido Socialista portugués hablando en el Parlamento

Hasta ahora el líder se ha mostrado reticente a volver a pactar como en 2015, sobre todo porque esperaba no necesitarlo. Sin embargo, en los días previos a las elecciones, cambió su discurso. Y ha dicho que "todas las opciones serán contempladas en función de los resultados electorales". 

De esta forma, Costa podría crear o bien una coalición mínima ganadora o una coalición sobredimensionada. Es decir, puede crear una coalición mínima con los apoyos necesarios que le ayuden a sumar la mínima mayoría necesaria o bien una coalición con varios partidos aunque supere los votos necesarios.

Si es por Costa, el Gobierno sería en solitario con el apoyo de privilegiados. Sin embargo, el Bloco de Esquerda mantiene su posición como tercera fuerza y dificulta las estrategias de Costa porque podría exigir entrar en coalición si quiere su apoyo.

Por su parte, el resto del acuerdo que conformaban con PCP y los Verdes, están en contra de apoyar a Costa por su tendencia socialdemócrata en muchas de sus medidas. 

Mientras que el partido que el pensaba que le daría el mínimo apoyo necesario, el Partido de las Personas, los Animales y la Naturaleza (PAN), se queda a las puertas de conseguir los votos necesarios con sólo un 3% en estas elecciones

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