Elon Musk apostó fuerte por Twitter: Tesla pagará las consecuencias

Vicki Bryan,
Existe una opción preocupante para que Elon Musk intente mantener Twitter a flote: desviar dinero de Tesla.
Existe una opción preocupante para que Elon Musk intente mantener Twitter a flote: desviar dinero de Tesla.

PHILIP PACHECO/Getty, caracterdesign/Getty, Tyler Le/Business Insider

  • Llevo más de 20 años analizando cómo las empresas entran y salen de apuros financieros, y nunca he visto a un nuevo directivo hacer explotar una empresa tan rápido como Musk está destruyendo Twitter.
  • Desviar dinero para apoyar a Twitter es una estrategia controvertida, pero no perjudicaría significativamente la situación financiera de Tesla, al menos a corto plazo. Pero esa medida puede abrir una puerta demasiado peligrosa.

Pienses lo que pienses de Twitter, es duro ver a Elon Musk descuartizarlo despiadadamente para "salvarlo".

Twitter distaba mucho de ser perfecta antes de que Musk se hiciera cargo de ella, pero no estaba en apuros financieros. El crecimiento de los ingresos era positivo, pero se estaba ralentizando, y la dirección había estado considerando reducciones de plantilla para volver a tener beneficios mientras buscaba formas de aumentar sus ingresos. Algo muy normal.

Todo cambió de la noche a la mañana, cuando Musk tomó las riendas. Despidió a la cúpula directiva de Twitter y a su consejo de administración. La mayoría de los empleados y colaboradores de Twitter han sido despedidos o han renunciado tras rechazar el "duro" ultimátum de Musk. El equipo esquelético que sigue en plantilla lucha por evitar que la infraestructura de Twitter, ya de por sí inestable, se rompa. Y lo que es peor, un número alarmante de anunciantes están abandonando Twitter tras un aumento de los mensajes de odio y desinformación en la plataforma. 

Mientras tanto, las ideas espontáneas de Musk para aumentar los ingresos ya han fracasado o se consideran demasiado arriesgadas. Y todos estos problemas empresariales llegan después de que Musk quemara el colchón de efectivo de Twitter durante su adquisición.

Llevo más de 20 años analizando cómo las empresas entran y salen de apuros financieros, y nunca he visto a un nuevo directivo hacer explotar una empresa tan rápido como Musk está destruyendo Twitter.

Así que ahora la pregunta es: ¿Cómo consigue Musk que su nueva adquisición se mantenga a flote? Tras haber observado a Musk en acción durante años, hay una opción preocupante que sospecho que podría seguir: saquear Tesla. Pero desviar efectivo de Tesla, la única empresa rentable de Musk, justo cuando una seria competencia está derribando su dominio, debería preocupar a los inversores de Tesla. Y dada su obsesión con Twitter, bien podrían preguntarse: ¿Hasta dónde llegará Elon para salvar Twitter a costa de Tesla?

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Cómo podría Musk utilizar Tesla para intentar salvar Twitter

Musk consiguió la financiación de Twitter principalmente vendiendo una gran parte de sus acciones en Tesla y pidiendo grandes préstamos. Esta estrategia ha dejado a la plataforma de redes sociales con poco o ningún colchón de efectivo para financiar su recuperación. Twitter utilizó los 42.000 millones de dólares recaudados en la operación para recomprar y retirar sus acciones y lo que quedaba de los 6.000 millones de dólares en efectivo que declaró a finales de junio se utilizó para amortizar los 5.290 millones de dólares en bonos existentes. 

Si añadimos los 13.000 millones de dólares en nueva deuda y los aproximadamente 1.290 millones de dólares en costes anuales de intereses que la compra apalancada de Musk ha cargado a la empresa, Twitter se encuentra en números rojos mientras su efectivo se va por el desagüe.

Entre el pago de indemnizaciones a miles de empleados despedidos y la contratación de otros nuevos, además de los crecientes costes por los daños colaterales que Musk está creando, Twitter probablemente consumirá una cantidad considerable de efectivo durante algún tiempo mientras trata de recuperarse, todo ello mientras intenta detener el alarmante éxodo de ingresos publicitarios vitales que Musk está alimentando. 

Por desgracia, Musk ha quemado puentes con las partes lógicas que podrían respaldar la creciente presión en materia de liquidez de Twitter. Por ejemplo, es poco probable que los bancos de Musk estén interesados en prestar más dinero a Twitter. Ya se enfrentan a pérdidas de más de 500 millones de dólares en los préstamos que concedieron en abril, después de que el aumento de los tipos de interés y el deterioro de las perspectivas financieras de Twitter bajo la dirección de Musk acabaran con el atractivo para el mercado de los bonos que se habían previsto para financiar la operación.

Y dado que el valor de la deuda de Twitter en la operación de adquisición a largo plazo es de entre 50 y 60 céntimos por dólar, los inversores que aportaron dinero en efectivo para ayudar a Elon a comprar Twitter podrían haber perdido ya el valor de sus acciones. Son muy malas noticias para los inversores de Musk que, como él mismo admitió, "obviamente" pagaron demasiado. Tienen pocos recursos porque, como deberían haber imaginado, Musk posee la mayor parte de la empresa y ha despedido a todos los que tenían autoridad para desafiarle.

Musk, por supuesto, podría vender más acciones de su valiosa participación en Tesla para seguir financiando la compañía. Hace poco vendió otros 4.000 millones de dólares en acciones, según él para ayudar a salvar Twitter. Esto puede ser cierto, pero esta cantidad también se corresponde con el golpe que he calculado que probablemente recibió por sus préstamos de alto riesgo personales, ya que las acciones de Tesla se desplomaron un 49% desde la última presentación de resultados de la compañía el pasado 31 de marzo. 

Esto deja a Musk, que pagó 44.000 millones de dólares por la compra impulsiva más cara de la historia, con menos opciones de conseguir que Twitter sobreviva. Dada su trayectoria, es muy probable que recurra a Tesla, su empresa más rica.

Esto repetiría un viejo patrón para Musk. 

En el pasado ha utilizado sus diversas empresas para apoyar otras nuevas o adyacentes, a menudo con poca transparencia sobre cómo fluye el dinero. Cuando Tesla atravesaba dificultades en 2009, Musk pidió prestados 20 millones de dólares a SpaceX para mantener a flote el fabricante de automóviles. 

SolarCity, la empresa de paneles solares fundada por dos primos de Musk, en la que tenía una participación considerable, también recibió un apoyo significativo de las empresas de Musk antes de que Tesla finalmente interviniera para comprar la compañía casi en bancarrota en 2016, absorbiendo su deuda de aproximadamente 3.000 millones de dólares. Y en 2018, los inversores de SpaceX dieron la voz de alarma después de que se utilizaran fondos para apoyar la empresa de transporte por túneles de Musk, The Boring Company

Finalmente, SpaceX recibió a cambio una participación del 6% en The Boring Company. A día de hoy, las distintas empresas de Musk hacen negocios entre sí de forma rutinaria. Todo queda en familia, una familia que Musk controla por completo.

Elon Musk

Como he escrito antes, Musk podría intentar algo similar con Twitter. Ya ha planteado la idea de "X, la app para todo", que Musk ha sugerido que combinaría redes sociales, pagos, noticias, pedidos de comida y mucho más. También ha creado "X Holdings", un holding que utilizó para comprar Twitter y que ha sugerido que podría utilizarse para agrupar todas sus empresas. Así que bajo el pretexto de las sinergias entre Tesla —en particular la tecnología de IA detrás de sus controvertidos sistemas Autopilot— y la visión de Musk para esta aplicación que todo lo abarca, podría hacer que Tesla "invierta" en Twitter para obtener acceso a potencialmente miles de millones de su dinero en efectivo y recursos.

Si esto ocurriera, los inversores de Tesla podrían enterarse o no de cuánto apoyo presta a Twitter. A diferencia de la adquisición de SolarCity por parte de Tesla en 2016, que se hizo con una transparencia razonable, Tesla estableció sus operaciones en Shanghái en 2019 como una subsidiaria sin restricciones con una visibilidad muy limitada. Debido a este acuerdo, los inversores de Tesla solo obtienen una imagen parcial de las contribuciones del negocio de China a la empresa en su conjunto. 

Tesla ha sido capaz de utilizar esta oscuridad para enmascarar el hecho de que sus operaciones en China generan la mayoría, si no todos, los beneficios totales y el flujo de caja de la compañía, mientras que contribuyen con menos del 30% de los ingresos totales, lo que implica que las operaciones de Tesla en Estados Unidos siguen siendo en gran medida no rentables después de 18 años.

Tesla podría crear una entidad de propósito especial (SPE, por sus siglas en inglés) parecida, por ejemplo, para invertir en Twitter, pero esta vez para ayudar a ocultar a los inversores los problemas de las operaciones de Twitter y su deficiente situación financiera, así como la sangría que supone para la empresa matriz. Al fin y al cabo, rastrear el efectivo de Tesla ya es complicado. Aproximadamente un tercio de los 20.000 millones de dólares en efectivo de Tesla (a 30 de septiembre) se encuentra en el extranjero, sobre todo en China, país en el que permanece. 

La mayor parte del saldo restante puede rastrearse hasta los más de 12.000 millones de dólares obtenidos de la venta de acciones de la empresa desde 2020, más casi 4.700 millones de dólares recaudados de subvenciones de créditos energéticos. Las operaciones de Tesla solo han comenzado a generar un efectivo significativo durante el último año, aunque gran parte de eso, según mi estimación, proviene de subvenciones y ajustes contables creativos, como el pago de salarios y bonificaciones en acciones en lugar de en efectivo.

Aunque desviar dinero para apoyar a Twitter es una estrategia controvertida, no perjudicaría significativamente la situación financiera de Tesla, al menos a corto plazo. En la actualidad, Tesla tiene muy poca deuda y la empresa obtuvo recientemente una calificación de calidad crediticia de grado de inversión de S&P Global.

El ratio deuda-ebitda de la empresa, una medida clave de la estabilidad financiera, es de sólo 0,4 veces, según mi estimación para 2022 de 18.700 millones de dólares de ebitda. Musk podría pedir prestado a Tesla entre 10.000 y 20.000 millones de dólares, por ejemplo, y, aun así, sólo aumentaría ese ratio a 0,9x o 1,4x, respectivamente. Eso sigue estando dentro de los límites de la calificación crediticia con grado de inversión. 

La situación de Tesla podría empeorar, por supuesto. Pero incluso si el ebitda de Tesla se desplomara a la mitad después de añadir hasta 20.000 millones de dólares en deuda, el ratio de apalancamiento sería inferior a 3 veces, cerca del rango superior para la calidad crediticia de grado de inversión, pero seguiría siendo cómodamente manejable.

El problema es que la prosperidad futura de Tesla es ahora menos segura. Si Tesla sigue luchando por mantener los beneficios y el flujo de caja debido al deterioro de las condiciones empresariales, como sospecho, su saludable colchón de efectivo podría empezar a reducirse justo cuando Elon empiece a drenar efectivo para salvar Twitter.

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Tesla se enfrenta a un camino cada vez más difícil

Elon Musk se ha convertido en el hombre más rico del planeta sobre todo por haber convertido a Tesla en el fabricante de automóviles más valioso de la historia. Pero esto sucedió a pesar de que Musk era un famoso mal gestor y un peor jefe, como yo y muchos otros hemos señalado durante años.

Lo que se olvida en las historias sobre Musk y Tesla es hasta qué punto se benefició de una gran cantidad de ayuda y de un momento fortuito en su camino hacia el éxito. Tesla fue extraordinariamente mimada durante los 18 largos años que tardó en generar beneficios, gracias a miles de millones de dólares en exenciones fiscales y subvenciones para créditos energéticos, una supervisión reguladora laxa, un consejo de administración obediente, unas condiciones de financiación favorables y un mercado de valores siempre acogedor. 

Estas ventajas en casa, el apoyo histórico al desarrollo del mercado de vehículos eléctricos en Europa y China y la falta de competencia real mantuvieron a Tesla a flote mientras se abría camino hacia la viabilidad.

Pero esa buena suerte se está agotando. Años de investigación y desarrollo y de recortes en la fabricación han dejado a Tesla con una flota escasa y anticuada que sigue ocupando los últimos puestos en calidad y fiabilidad. Mientras tanto, los competidores más fuertes de Tesla han lanzado decenas de nuevos modelos y docenas más saldrán al mercado antes de la próxima novedad de Tesla, sea cual sea. Y nada de lo que tiene en cartera, desde el peculiar Cybertruck hasta el Semi Truck, parece que vaya a mover la aguja lo suficiente, si es que lo hace, como para cambiar sus perspectivas. No es de extrañar que Tesla haya estado perdiendo cuota en todos los mercados importantes.

La situación de Tesla me recuerda a la de BlackBerry, que también fue la estrella de un nuevo mercado durante años, hasta que dejó de serlo. BlackBerry no supo mantener la inversión en innovación de nuevos productos e ignoró las florecientes tendencias del mercado hasta que su competencia la superó. BlackBerry nunca llegó a recuperar su esplendor.

Sin nuevos modelos, y con las expansiones de mercado de su último modelo, el Model Y, empezando a rodar, espero que el crecimiento incremental de las entregas de Tesla siga su curso este año, especialmente en China, donde según mis cálculos Tesla todavía obtiene la mayor parte de sus beneficios, por no decir todos. 

De ser así, la ralentización del crecimiento de los ingresos y la reducción de los márgenes de Tesla defraudarían las expectativas de los inversores de un crecimiento explosivo continuado. Efectivamente, Tesla no ha cumplido las expectativas del mercado en lo que va de año, especialmente en el tercer trimestre

La zona cero de las ventas decepcionantes ha sido China, donde las entregas de Tesla se han quedado cortas a pesar de bajar los precios y aumentar los incentivos. En un mercado en el que Elon solía presumir de que Tesla necesitaría varias plantas sólo para satisfacer la demanda local, no puede vender los coches que produce en una sola.

Parag Agrawal, Elon Musk and Mark Zuckerberg

El valor de Tesla en bolsa, de casi 600.000 millones de dólares, sigue siendo entre dos y tres veces superior al de sus principales competidores juntos, a pesar de que sólo aporta entre el 2% y el 3% de las ventas mundiales. Su dominio en los mercados de vehículos eléctricos es cada vez menor en comparación con competidores agresivos que ya superan a sus modelos antiguos, por lo que está claro que Tesla tiene margen para seguir cayendo.

Las mermadas perspectivas de Tesla han perjudicado duramente a sus acciones, ya bajo presión debido a la posibilidad de que Elon se viera obligado a vender más acciones para cerrar la venta de Twitter y a la preocupación por el hecho de que su atención esté dividida. Las acciones de Tesla han bajado más de un 50% este año, evaporando casi 700.000 millones de dólares en valor de capitalización bursátil desde sus máximos a finales de 2021.

Pronto sabremos si la situación financiera actualmente saludable de Tesla acompaña el deterioro de sus acciones. Salvar a Twitter no matará a Tesla a corto plazo, y Twitter quizás no sobreviva a no ser que lo haga, pero Musk está agotando la capacidad de Tesla para capear lo que podrían ser sus retos más difíciles en el futuro.

Vicki Bryan es la fundadora de Bond Angle, LLC, una firma de investigación de bonos, y la autora de la newsletter Bond Angle.

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