Elon Musk, desatado contra el teletrabajo: dice que es "moralmente incorrecto" y critica a sus defensores por su "maldita superioridad moral"

Elon Musk, CEO de Twitter, Tesla y SpaceX, ha dedicado unas duras palabras a los empleados que prefieren el teletrabajo en unas declaraciones en las que se ha preguntado por qué es justo que ellos trabajen a distancia cuando las personas que les preparan y les entregan la comida a domicilio no pueden hacerlo.

"Es un desastre asumir que ellos tienen que ir a trabajar cuando tú no", ha defendido Musk en una entrevista para la CNBC. "No solo se trata de una cuestión de productividad. Creo que es moralmente incorrecto".

El multimillonario ha comparado el teletrabajo con la expresión "que coman pasteles" y ha expresado que esa "clase [de trabajadores] de los portátiles vive en La La Land".

"Es como, en serio, ¿vas a trabajar desde casa y vas a hacer que todos los que han fabricado tu coche vengan a trabajar a la fábrica?", ha reprochado Musk. "¿Vas a hacer que la gente que hace tu comida y que te la entrega a domicilio no pueda trabajar desde casa? ¿La gente que arregla tu casa no puede trabajar desde casa, pero tú sí? ¿Te parece moralmente correcto? Es un desastre".

Elon Musk se centra en Tesla tras nombrar sucesora en Twitter: aprobará personalmente las nuevas contrataciones

El CEO de Tesla ha indicado que cree que estos trabajadores necesitan "abandonar su maldita superioridad moral sobre la mierda del teletrabajo, porque están pidiendo a todos los demás que no trabajen desde casa mientras ellos lo hacen".

En cambio, Musk ha añadido que cree que existen algunas excepciones a la necesidad de trabajar en la oficina y que no espera que sus empleados echen la misma cantidad de horas que él, pero sí que "dediquen 40 horas" a la oficina, incluso aunque lo hagan en menos de 5 días por semana.

Durante la pandemia, Tesla adoptó una política de trabajo a distancia para los empleados de sus oficina, pero los trabajadores de sus plantas de producción continuaron estando obligados a acudir a las instalaciones para realizar sus turnos.

El año pasado, Musk volvió a llamar a los empleados de Tesla a la oficina y les lanzó un ultimátum: o volvían al menos 40 horas a la semana o dimitían. Unas semanas después, la empresa de coches eléctricos empezó a hacer un seguimiento del número de horas que sus trabajadores pasaban en la oficina. Tras hacerse con el control de Twitter, el empresario aplicó una política similar en la compañía.