Elon Musk cede a la lógica: tendrá que pedir el visto bueno de su asesor legal antes de tuitear nada sobre el negocio de Tesla

Alberto Iglesias Fraga
Elon Musk, CEO of Tesla, which has announced several cost-cutting moves recently.
Elon Musk, CEO of Tesla, which has announced several cost-cutting moves recently.Lucy Nicholson / Reuters
  • El pasado año, Elon Musk anunció en Twitter que Tesla saldría de Bolsa y que tenía los fondos para ello. Pero la noticia resultó ser falsa y ante el efecto que tuvo en los accionistas, los reguladores norteamericanos le obligaron a renunciar a la presidencia de la empresa, a pagar 20 millones de dólares y a que todas sus publicaciones fueran supervisadas por un abogado.
  • Pero este febrero, la SEC acusó a Musk de violar ese acuerdo al publicar un tuit sobre sus objetivos de producción de Tesla (de nuevo, exagerados y posteriormente rectificados por la compañía) que obviamente no había sido aprobado por los abogados de la firma. 
  • Musk y el regulador han llegado a un acuerdo por el que no se establece ninguna sanción nueva por este episodio, pero sí que se detallan las publicaciones que han de pasar por un filtro previo y las consecuencias que tendrían futuras violaciones para Elon Musk.

Elon Musk promete, una vez más volver al redil de la cordura. Al menos en lo que tiene que ver con su actividad en redes sociales, hasta ahora marcada por un comportamiento impulsivo que le llevó a llamar "pedófilo" a un rescatista que salvó a una docena de menores (solo por criticar un invento sin sentido del fundador de Tesla) o anunciar a bombo y platillo la falsa salida inminente de Bolsa de Tesla.

De hecho, este último capítulo es el que más caro le ha costado a Elon Musk. La SEC le demandó por haber tuiteado el 7 de agosto del pasado año que tenía "fondos asegurados" para privatizar Tesla a 420 dólares por acción. Ese tuit elevó el precio de la compañía en los parqués un 13,3%... para finalmente demostrarse como una noticia falsa: ni había planes avanzados para ese movimiento ni estaban garantizados los fondos correspondientes. 

Una manipulación de los mercados en toda regla que obligó a Musk a renunciar a la presidencia del Consejo de Administración de Tesla durante tres años y afrontar una multa de 20 millones de dólares de la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU. Y lo que es más importante: Elon Musk había aceptado que los abogados de su compañía aprobaran previamente sus publicaciones en Twitter con información clave de la empresa.

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Pero este acuerdo, que evitó un juicio con consecuencias potencialmente peores para el controvertido empresario, no fue tomado demasiado en serio por Elon Musk, puesto que no tardó en volver a las andadas.

Este febrero, la SEC acusó a Musk de violar ese acuerdo al publicar un tuit sobre sus objetivos de producción de Tesla (de nuevo, exagerados y posteriormente rectificados por la compañía) que obviamente no había sido aprobado por los abogados de la firma. En su defensa, los letrados de Elon Musk defendieron que la publicación no incluía nueva información para los inversores y que la autorización previa no era necesaria para todas y cada una de sus publicaciones en redes sociales.

Pues bien, las autoridades norteamericanas y el fundador de Tesla han llegado a un acuerdo para resolver este nuevo desliz, concretando que todas las declaraciones públicas de Elon Musk sobre las finanzas o el devenir de Tesla deben estar aprobadas previamente por su asesor legal. 

Un tirón de orejas (no se impone ninguna sanción por este tuit en particular) que trae consigo una importante advertencia: en caso de que Elon Musk vuelva a declararse en desacato, la SEC pedirá al juez que presente informe regulares sobre su uso de Twitter y afronte multas que irán creciendo de forma progresiva en función de las violaciones que haga del acuerdo. 

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