Elon Musk nunca admite una derrota, pero el CEO de Tesla y SpaceX acaba de hacerlo en su encarnizada batalla contra Twitter

Kali Hays,
Grace Kay,
El CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk.
El CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk.

Gotham/Getty Images

Elon Musk ha ofrecido a Twitter comprar la compañía al precio que propuso originalmente. Un movimiento extraño para un multimillonario que nunca ha sido de los que se echan atrás en medio una batalla legal.

"Musk iba a perder el caso", declara a Business Insider el profesor de derecho empresarial de la Universidad de Michigan, Erik Gordon. "Sus abogados lo sabían. Los abogados de Twitter lo sabían. Su única esperanza era que Twitter cediera... y no lo hizo".

Hace unas semanas hubo algún indicio de que se iba a producir un acuerdo entre compañía y empresario. Varios expertos legales aseguran que el inminente juicio de Delaware presentaba demasiados inconvenientes para Musk. Twitter tenía contaba con una defensa sólida frente a los argumentos de Musk. 

Si hubiera ido a juicio, lo más probable es que se hubiese visto obligado a adquirir Twitter por 44.000 millones de dólares (44.101 millones de euros), 54,32 euros por acción, el precio que el CEO de Tesla y SpaceX acordó inicialmente.

Un cambio de táctica

Aun así, la decisión de Musk de adelantarse al juicio volviendo a proponer la oferta original, sin ni siquiera exigir un descuento, ha supuesto toda una sorpresa. Ayer, las acciones de la compañía se dispararon más de un 22%, hasta los 52 euros.

"Es muy raro que la gente vuelva a la mesa de negociación y acepte un acuerdo previamente rechazado", afirma el profesor de Northwestern y experto en resolución de conflictos, Leigh Thompson. "Esto es algo que le cuesta a cualquiera, pero especialmente para Musk, que se arriesga hasta perder la dignidad".

 

Se trata de un cambio de estrategia bastante significativo para el multimillonario, que en el pasado ha llevado sus demandas sobre declaraciones polémicas, tuits o adquisiciones hasta el final, a menudo con un resultado beneficioso para él.

A principios de este año, Musk salió vencedor de una demanda de más de 13.000 millones de euros en el tribunal de Delaware, donde ahora se está llevando a cabo la disputa con Twitter, sobre la adquisición de SolarCity por parte de Tesla

El directivo ha ganado otros litigios a lo largo de los años que incluyen el infame caso del tweet del "pedófilo". También se ha enfrentado públicamente a varias figuras y organismos públicos, como la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense, el sindicato United Auto Workers o al propio presidente de Estados Unidos.

El profesor y experto legal en adquisiciones y procedimientos de Delaware, Robert Miller, indica que, en el caso de SolarCity, Musk tenía un caso bastante prometedor, pero ese no era el caso de su guerra contra Twitter.

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Un analista de la consultora CFRA, Angelo Zino, se muestra "ligeramente sorprendido" por el hecho de que el multimillonario no presionara para conseguir un precio más bajo. Sin embargo, señala, que es posible que Musk se diera cuenta de que una "desagradable batalla judicial" solo iba a hacer más daño al activo que finalmente se vería obligado a adquirir.

"Es probable que Musk se diera cuenta de que las probabilidades de una victoria eran escasas o nulas", añade Zino.

El CEO de Tesla había sido llamado a declarar en una vista que iba a tener lugar la próxima semana, un factor que probablemente haya contribuido a su intención de llegar a un acuerdo en lugar de arriesgarse a cometer perjurio, apunta el profesor adjunto de finanzas de la Universidad de Vanderbilt, Josh White. Musk consiguió retrasar esa misma cita que iba a tener el mes pasado. 

"Los casos a menudo se resuelven al borde del juicio, y a los directores generales como Musk no les gusta que les tomen declaración y tratan de evitarlo si pueden", explica la profesora de derecho empresarial de la Universidad de Tulane, Ann Lipton.

"Si te diriges a una declaración en la que te van a confrontar durante horas con todos los mensajes que has enviado, no es divertido", añade el experto legal en adquisiciones y procedimientos, Robert Miller,

El problema de las cuentas falsas

Es probable que otras vistas que se han celebrado durante el proceso hayan supuesto más motivos para llegar a un acuerdo. El CEO de Twitter, Parag Agrawal, declaró el lunes ante los abogados de Musk. La semana pasada, el denunciante de Twitter, Peiter Zatko, también declaró ante los abogados de ambas partes del caso. 

Podría decirse que fueron 2 de las declaraciones más importantes del caso y ninguna de ellas aportó información que respaldara las demandas más importantes de Musk, según declara una persona familiarizada con el caso.

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El multimillonario ha defendido que los directivos de Twitter sabían que la red social tenía un problema muy grave con las cuentas falsas o bots, y trataron de ocultarlo intencionadamente a la opinión pública. Twitter ha rebatido que Musk intentaba evitar la compra por motivos económicos e incluso le ha acusado de planear el desarrollo de una red social competidora

La semana pasada, cientos de mensajes de texto entre Musk y algunos de los nombres más importantes del sector tecnológico y de medios de comunicación salieron a la luz como parte del proceso. Los mensajes daban muestra de cuándo se empezó a enfriar el acuerdo de adquisición y por qué lo hizo. 

Durante una conversación de mayo con un banquero de Morgan Stanley, Musk pidió "frenar" la compra tras la invasión rusa de Ucrania. Gordon, el profesor de derecho empresarial, asegura que "estas revelaciones no le hicieron demasiado daño a Twitter", sino que "le hicieron más daño a él".

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Algunos expertos han afirmado previamente a Business Insider que estos mensajes han puesto al multimillonario en una "posición todavía más débil" en su pelea judicial. Durante las vistas previas al juicio, la jueza de la Cancillería de Delaware, Kathaleen McCormick, también ha fallado a favor de Twitter en varias ocasiones, permitiendo incluso a la compañía la celebración de un juicio rápido.

La pronta resolución podría ayudar a Musk a evitar incurrir en más costes judiciales, que una fuente consultada estima en más de 100 millones de euros. Aunque es poco probable que esta cifra sea una prioridad para Musk, que, en caso de acabar comprando la compañía, costeará también los gastos legales de Twitter.

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