Un ingeniero de Google afirma que, después de 20 años en la empresa, enterarse por correo electrónico de que le habían despedido fue un "bofetón en la cara"

Un ingeniero de software ha descrito la forma en la que se enteró de que Google le iba a despedir como un auténtico "bofetón en la cara". Jeremy Joslin, que según su perfil de LinkedIn ha trabajado en el gigante tecnológico desde el año 2003, relató el pasado viernes que la empresa le comunicó su decisión de no seguir contando con sus servicios a través de un simple correo electrónico.

"Me cuesta creer que después de 20 años en Google me entere sin previo aviso de que es mi último día a través de un correo electrónico", tuiteó el trabajador. "Qué bofetón en la cara. Ojalá hubiera podido despedirme de todos mis compañeros cara a cara".

"Nunca pensé que esto ocurriría así", añadió Joslin a través de una publicación en LinkedIn. "Es como si hubiera desaparecido del mapa

Google anunció este viernes que tenía intención de despedir a cerca de 12.000 empleados, el 6% de su plantilla global. Una decisión que afecta a trabajadores "de todo Alphabet [matriz de Google], áreas de producto, funciones, niveles y regiones". 

El CEO de la compañía, Sundar Pichai, reconoció que Google había contratado demasiado rápido y que no podía seguir manteniendo a todo su personal en la actual "realidad económica".

"Es como si hubiera desaparecido del mapa"

Los antiguos trabajadores de la firma tecnológica han acudido en masa a redes sociales como LinkedIn o Twitter para denunciar la naturaleza abrupta e impersonal de sus despidos.

"Que te despidan a través de un correo electrónico transaccional sin ningún tipo de reconocimiento de tu tiempo personal o del impacto que has tenido en la empresa es una forma desagradable de marcharse", expresó Joslin en LinkedIn. "Con un poco de compasión y un toque personal puedes llegar muy lejos".

El ingeniero en Google durante más de 20 años indicó en otro comentario que publicó en redes sociales el pasado viernes que, esa misma mañana, había perdido el acceso a todos los recursos corporativos y denunció que "nadie" en todo su departamento había sido capaz de ponerse en contacto con él.

"Es como si hubiera desaparecido del mapa y tuviese que reconstruir los conocimientos que me llevo conmigo", señaló.

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Dan Russell, investigador científico, también compartió su destitución en LinkedIn: "Me enteré cuando fui a trabajar a las 4 de la mañana para terminar un análisis importante y mi tarjeta de acceso no funcionaba. Después de 17 años y medio en Google, fue una forma un poco fea de descubrir que me había convertido en un extrabajador".

Elizabeth Hart, directora de marketing del equipo de publicidad internacional de Google, que llevaba trabajando en la compañía desde 2007, relató en LinkedIn la forma en la que se enteró de que la habían despedido. 

Consultó su teléfono el viernes a primera hora, "con la vista perdida y medio dormida" y vio una notificación que decía que su acceso corporativo había caducado. Acto seguido, le llegó una notificación de un artículo del New York Times que hablaba sobre los despidos.

Google anunció públicamente los despidos alrededor de las 5:30 del pasado viernes (las 11 y media en horario peninsular). La propia empresa reconocía que había enviado el aviso de despido a sus empleados ese mismo día, pero defendía que los trabajadores estadounidenses habían sido informados con anterioridad, aunque no detallaba con cuánta anterioridad.

Bloomberg publicó en exclusiva que los despidos parecían ser estructurales y que no estaban basados en el rendimiento de la plantilla. Algunos empleados cuentan cómo, en algunos casos, la compañía ha despedido a todo su equipo o a gran parte de él.

"Parece que el criterio sobre a quién echar no tienen ni pies ni cabeza", afirmó en LinkedIn la técnico de selección de Google, Blair Bolick, que aseguró que ni siquiera su propio jefe sabía que la iban a despedir.

En los comentarios de sus publicaciones, Joslin, el que fuese ingeniero de software de Google, explicó que la empresa había cambiado mucho en las 2 décadas que él llevaba trabajando en ella. "No es la misma en la que empecé hace 20 años", indicó en LinkedIn.

"Estoy destrozada. Estoy triste, enfadada", resumía Bolick. "En algunos momentos tengo esperanzas, pero sobre todo tengo miedo y estoy increíblemente dolida".