Algunos empleados de Google sopesan dimitir para fichar por rivales que ofrecen más opciones de teletrabajo, como Facebook o Twitter

Los empleados de Google afirman que la empresa debe replantearse su resistencia al teletrabajo después de que la variante ómicron haya vuelto a retrasar su regreso obligatorio a la oficina. 

Las oficinas de Google están abiertas en su mayor parte para el personal que desee ir a trabajar allí, pero la empresa tenía previsto obligar a trabajar tres días a la semana a partir del próximo 10 de enero. Con el último retraso, anunciado tras la aparición de la variante ómicron, algunos empleados dicen que Google debería abandonar la idea de imponer unos días obligatorios en la oficina.

Amazon, Spotify y Twitter se encuentran entre el puñado de grandes empresas tecnológicas que permitirán al personal teletrabajar a tiempo completo en un futuro próximo o que van a permitir a los jefes de equipo tomar esa decisión. 

Otras, como Apple y Uber, siguen esperando que los empleados acudan a la oficina al menos una parte del tiempo.

Google permite que sus empleados soliciten trabajar a distancia, pero los permisos se conceden caso por caso, y la empresa espera que solo el 20% de sus 140.000 empleados puedan trabajar a distancia en el futuro.

Teletrabajo y flexibilidad para elegir la rutina: el nuevo modelo laboral enfrenta a empleados y empresas en todo el mundo

Business Insider ha hablado con 9 empleados actuales de Google en Estados Unidos, algunos de los cuales afirman que la actitud de la empresa hacia el trabajo a distancia debe cambiar. Con las políticas actuales, afirman, la empresa corre riesgo de perder talento en favor de las empresas rivales.

"Estamos dando a los trabajadores de Google más flexibilidad en cuanto a su lugar de trabajo y facilitándoles la exploración de sus opciones con una nueva herramienta que muestra cómo varía su remuneración entre ubicaciones", explica un portavoz de Google en alusión a la decisión de la compañía de modificar el sueldo de sus empleados en función de dónde residan. 

"Si su sueldo aumenta, disminuye o permanece igual dependerá del cambio de ubicación que estén explorando. Dondequiera que nuestros empleados decidan trasladarse, siempre pretendemos pagar dentro de lo mejor que les ofrece el mercado laboral".

Algunos empleados se sienten tentados por empresas más flexibles

"Creo que Google todavía tiene que subir una dura cuesta para convencer a todo el mundo de que, en algún momento en el futuro cercano, vamos a necesitar estar en la oficina durante una buena parte de la semana", cuenta a Business Insider un empleado actual, alto cargo de la compañía. 

"Este tema se ha convertido en motivo de una división cada vez mayor entre el personal y, según mi experiencia, está provocando cada vez más desgaste", dice otro. "Muchos empleados están pensando en dejar Google en favor de un lugar de trabajo con condiciones más favorables para el trabajo a distancia".

La determinación de Google de hacer que los empleados vuelvan a las oficinas es comprensible. La cultura de colaboración en la oficina y los lujosos beneficios de la empresa ayudaron a ser pioneros en la cultura laboral de Silicon Valley.

"El éxito de Google depende de la innovación y la colaboración", dijo el ex jefe de ingeniería de Google Craig Nevill-Manning a The New York Times en 2013. "Todo lo que hacíamos estaba orientado a facilitar la conversación".

Varios empleados han contado a Business Insider que estaban deseando volver a la oficina al menos unos días a la semana, pero otros argumentaron que en casi 18 meses de trabajo remoto habían demostrado que podían ser productivos a distancia. 

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Una persona ha añadido además que el trabajo a distancia "cambia la vida" de las personas con hijos.

Otro de los actuales googlers (nombre que reciben en el seno de la empresa los empleados) cuenta a Business Insider que ha visto "una mínima oposición" a las políticas de trabajo a distancia de la empresa a nivel interno, pero también reconoce que a algunos equipos se les han denegado peticiones de teletrabajo. Para ello, la empresa ha alegado que les preocupa "la pérdida de tiempo y de creatividad".

"Si estás en la oficina pero no puedes conseguir una sala de reuniones o encontrar un espacio tranquilo, ¿qué sentido tiene venir? Si necesitas hacer un trabajo independiente, ¿por qué venir los días en que todo el mundo está en la oficina cuando podrías quedarte en casa?".

Tal y como están las cosas, los jefes de equipo decidirán quién puede trabajar desde casa. Pero a algunos empleados les preocupa que eso provoque grandes diferencias entre los equipos. 

"Mi jefe es uno de los que se rige estrictamente por las normas", relata un empleado. "Parece que tendremos que estar 3 días en la oficina".

Otros esperan que sus jefes sean más indulgentes. Un trabajador aclara que no prevé controles sobre el número de días que tendrá que ir a la oficina: "Mi cadena de gestión es súper laxa, así que prácticamente solo quieren lo que nos haga ser productivos", explica.

Los responsables de Google temen que los permisos para trabajar a distancia no se repartan de forma justa

En agosto, Google dijo que había aprobado el 85% de las aproximadamente 10.000 solicitudes de trabajo a distancia o reubicación recibidas hasta el 2 de julio, pero estos trabajadores podrían enfrentarse a un recorte salarial de hasta el 25%, dependiendo de su nueva ubicación. 

Un portavoz de Google dice que la empresa está añadiendo 4 semanas de "trabajo desde cualquier lugar" al año y que ha introducido nuevos programas de atención para sus empleados durante la pandemia, incluyendo la concesión a los padres y cuidadores de 14 semanas adicionales de permiso remunerado para cuidar de sus seres queridos.

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Algunos googlers consideran que la aplicación de la política de trabajo a distancia se está llevando a cabo de forma incoherente entre los empleados de menor nivel y los altos directivos.

El presidente de Ventas de Google Cloud, Robert Enslin, trabaja totalmente a distancia en Florida. Urs Hölzle, vicepresidente sénior de Infraestructura técnica de Google, se trasladó a Nueva Zelanda para trabajar a distancia, mientras que la mayoría de los empleados deben volver a la oficina. 

"Cuando Urs se trasladó a Nueva Zelanda me enfadé mucho porque fue uno de los principales artífices de la prolongada hostilidad de Google hacia el trabajo a distancia", reconoce un empleado. "Es un acto de hipocresía bastante imperdonable".